Para algunos empresarios es más fácil arruinarse que admitir que se equivocan – 5ª Parte
13 marzo, 2014 (12:16:06)Para algunos empresarios es más fácil arruinarse que admitir que se equivocan – 5ª Parte
Ampliamos esta serie con un nuevo post, en que analizamos otras dos noticias en las que podemos encontrar más situaciones que pueden avalar la idea con la que se ha titulado esta serie de post.
Summa Hoteles, declarada en concurso necesario es el título que aparece en Noticias Hoteleras / Actualidad Hotelera con fecha 10 Marzo 2014, situación a la que se llega a instancias de un acreedor, al que se debe una cifra cercana a los 63.000 euros.
Esa empresa creada en 1992, vendió la gestión de todos sus hoteles a UNISUMMA en 2012, traspasándola posteriormente a Kross Hoteles, así en este mismo medio se publica en 20 de noviembre de 2012 Los trabajadores de Summa Hoteles exigen soluciones al pago de las deudas, el 10 de enero de 2013 Los hoteles de Summa tendrán nuevo gestor y el 23 de enero de 2013 Trabajadores de Summa Hoteles vuelven a manifestarse, sin que a pesar de todas las noticias que se dan sobre el asunto, se pueda saber si los cambios de gestión tratan de solucionar los problemas de los distintos hoteles de la cadena, o simplemente es una huida hacia adelante, en su incapacidad de admitir que se habían equivocado.
Si buscamos en Google con el enunciado de la noticia que aparece en primer lugar en este post, veremos los distintos medios en que se han publicado noticias relacionadas, pudiendo encontrar noticias publicadas por Foro Concurso de Acreedores el 31 de enero de 2013, el BOE el 1 de marzo de 2014 con el Edicto que anuncia el concurso necesario, por Diario Sur de Malaga el 6 de marzo de 2014, Alimarket, y Viap el 10 de marzo de 2014.
Sin embargo pudiera ser más interesante, si tratamos de aprender de los errores del pasado, la noticia que aparece en 02B el día 10 de marzo de 2014 NH paga a Renfe la última cuota por su buque insignia en Sevilla, por medio de la que podemos enterarnos de que NH ha invertido algo más de 30 millones de euros, por el usufructo durante 30 años del Hotel Plaza de Armas de Sevilla, cifra que ha pagado en 20 años, a razón de 1,5 millones de euros anuales, quedándole 10 años de usufructo del citado restablecimiento sin otro coste, que el que pueda derivarse de las necesidades de mantenimiento y resto de costes de explotación.
Si analizamos la noticia anterior, podemos deducir que desde 1.994 ha pagado hasta este mismo año un alquiler de 1.500.000 €, por un hotel de cuatro estrellas y 262 habitaciones, lo que representa que se ha estado pagando 4.109,59 € por día, y un coste día por habitación según nivel de ocupación de:
·15,69 € por habitación con una ocupación del 100%
·17,43 € por habitación con una ocupación del 90%
·19,61 € por habitación con una ocupación del 80%
·22,41 € por habitación con una ocupación del 70%
·26,14 € por habitación con una ocupación del 60%
·31,37 € por habitación con una ocupación del 50%
Costes por habitación que ha tenido esa empresa, según nivel de ocupación, antes de encender la primera bombilla, el aire acondicionado o contratar al primer empleado, y que visto desde la perspectiva de coste anual por habitación, representa que se ha estado pagando 5.725,19 € al año por cada una de las habitaciones de ese establecimiento.
Con independencia de la rentabilidad que pudiera obtenerse del resto de servicios que tenga el establecimiento, cuántos de los que lean este post, ¿habrían pagado ese precio por el alquiler del hotel? Yo desde luego NO, teniendo en cuenta que a ese coste inicial, tendré que añadirle el de mantenimiento de sus instalaciones, si quiero mantenerlo en un estado competitivo, y aunque transcurridos 20 años, pueda tener 10 años de uso del establecimiento sin tener que pagar alquiler, transcurridos veinte años desde que me había hecho cargo del hotel, muy posiblemente el mantenimiento y puesta al día de sus instalaciones, alcanzará una cifra superior a la que pudiera representar el alquiler.
Aunque en ningún tratado de economía, se considere que los beneficios, puedan ser imputados como gastos, en mi modelo de gestión hotelera, siempre he considerado que el primer ¿GASTO? al que tengo que hacer frente, es el beneficio mínimo con el que se quieren compensar las inversiones realizadas y el riesgo asumido al hacerse cargo de la explotación de un establecimiento, a fin de incluirlo como objetivo presupuestario de esa gestión.
Así en un establecimiento en propiedad, incluyo como objetivo mínimo a considerar en cada ejercicio económico, además de los costes normales de explotación, los costes correspondientes a las amortizaciones técnicas, los intereses de todo tipo de créditos que afecten al establecimiento, y los beneficios que pueda ser preciso generar para hacer frente a las amortizaciones de los créditos y a premiar al capital aportado.
Por otra parte, en un establecimiento explotado en régimen de alquiler, considero que el riesgo que asumo con la explotación, debe estar compensado con un objetivo de rentabilidad, que como mínimo sea igual a la renta pagada en cada uno de los ejercicios económicos, por lo que en el caso que estamos analizando, deberé marcarme un objetivo de resultado bruto de explotación, de al menos TRES MILLONES de euros, que representarán la necesidad de hacer frente a lo que representa que se ha tenido que hacer frente a 11.450,38 € anuales por habitación, y 8.219,18 € por día, que originan un coste día por habitación según nivel de ocupación de:
·31,37 € por habitación con una ocupación del 100%
·34,85 € por habitación con una ocupación del 90%
·39,21 € por habitación con una ocupación del 80%
·44,81 € por habitación con una ocupación del 70%
·52,28 € por habitación con una ocupación del 60%
·62,74 € por habitación con una ocupación del 50%
Si el objetivo de rentabilidad hubiese obligado a hacer frente a estas cifras entre 1994 y 2014, antes de calcular los demás costes de explotación, alguien puede considerar que se haya podido ganar mucho dinero con ese establecimiento en los pasados veinte años, en los que los precios han evolucionado a la baja, y la oferta se ha incrementado de forma considerable en prácticamente todos los destinos.
Viene de: Para algunos empresarios es más fácil arruinarse que admitir que se equivocan – 4ª Parte
Autor: Miguel Angel Campo Seoane
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