Ciudad reflexiva, puerto pensante: Barcelona al debate.

Ciudad reflexiva, puerto pensante: Barcelona al debate.

El Año del Turismo Cultural busca reivindicar todo el patrimonio cultural catalán mediante un equilibrio que contribuya a la sostenibilidad. Dentro de sus objetivos está la vinculación de la cultura como marca Cataluña, fomentar la creación de una oferta de calidad a partir de la transformación de los recursos culturales e incrementar el consumo de experiencias turísticas culturales. Pero, sobre todo, maximizar los beneficios en la calidad de vida de sus residentes. En este marco surge también Ciudad abierta, Bienal del Pensamiento, un evento lanzado por el Ayuntamiento de Barcelona a realizarse el próximo mes de octubre para debatir sobre el papel de la ciudad frente a los grandes acontecimientos contemporáneos, en un momento en el que el turismo en la ciudad se ha vuelto un tema controvertido.

Teniendo como referentes internacionales el Make City. A Festival for Architecture and Urban Alternatives en Berlín, el Mode d’Emploi. Festival des idées en Lyon, el Dak’Art, Bienal de arte africano contemporáneo en Dakar, así como la Biennale Democrazia de Torí y el Festival Filosofia de Mòdena en Italia, Ciutat Oberta. Biennal del pensament pretende establecer diálogos sobre el futuro de la democracia, la vigencia de los modelos urbanos y los retos del cambio tecnológico, con una fuerte participación de los ciudadanos en los diferentes equipamientos culturales con los que se cuenta.

Los cuatro ejes temáticos bajo los cuales se plantea el encuentro, que engloban además cultura, arte, educación y ciencia, están pensados para discutir sobre las condiciones de las que debe de gozar una ciudad y sus ciudadanos para hacer frente a las nuevas dinámicas en un momento de múltiples transformaciones, evoluciones que convierten a las ciudades en puntos de encuentro de múltiples diversidades, oportunidades de invención y capacidades de reflexión frente a las incertidumbres. El evento pretende convertirse en el hito de los grandes acontecimientos culturales, poniendo nuevamente a la ciudad condal en la mira a nivel internacional.

Contando con la presencia de importantes intelectuales y personalidades que destacan en diferentes ámbitos de la creación y el pensamiento como Judith Butler, Josep Ramoneda, Rita Laura Segato y Henry Marsh, por citar tan sólo algunos, se intentará recoger propuestas que ayuden a fortalecer democráticamente a la ciudad de Barcelona. Desde dichos paneles se discutirán las condiciones que debe ofrecer a sus habitantes y visitantes, tratándose de una ciudad que crece de manera vertiginosa y que sigue manteniendo un nivel de atracción preponderante a nivel mundial, con todos las consecuencias que esto implica como los intereses financieros especulativos, la gentrificación y el turismo como problemáticas contemporáneas, por mencionar algunos tópicos.

La propuesta del evento no se aleja de las inquietudes de los organismos internacionales para encarar los fenómenos que tanto preocupan a las ciudades que marcan tendencia a nivel global. Ya en 2016, la ONU había fijado un nuevo norte para el crecimiento armónico proponiendo el turismo como un nuevo escenario de emprendimientos con vetas innovadoras, como el turismo ético que impide la injusticia social, animal o ambiental; el geoturismo que promueve mejorar el carácter de la cultura en general; o el turismo pro-poor que fomenta el empleo inclusivo y la garantía de los derechos humanos. Por esta razón los programas de formación en el campo del turismo como los que, por ejemplo, actualmente emplea Ostelea School of Toursim & Hospitality, deben de estar muy ligados a estas nuevas perspectivas para estar a la vanguardia, tanto académica como técnicamente, y cumplir así con las expectativas que el ámbito exige a nivel internacional.

En este marco nutrido de tan diversas perspectivas Ciudad abierta, Bienal del Pensamiento fomentará la reinvención de Barcelona no sólo en el campo del turismo y la cultura. Sin duda alguna, exhortará, además, desde la razón a otras alternativas más democráticas y sostenibles para continuar siendo un ícono entre las ciudades innovadoras y reflexivas. Una reinvención vuelta tradición en su desarrollo como metrópoli. Ya en 1924 Paul Valéry, en una misiva enviada desde el Hotel de Oriente de Las Rambla a los miembros de lAteneu barcelonés, decía de ella: “Barcelone est un grand port qui pense... Je n'en vois pas beaucoup d'autres dans le monde!”.