Montañas y turistas: los nuevos mountainlikers
22 abril, 2014 (19:14:34)Existe todavía una pregunta en el aire, mas en los profesionales que en los consumidores, de porque no hay mas demanda vacacional en las montañas, mientras que la gente sigue con ganas de consumir sol y playa, versus lo que dicen las tendencias de mercado que apuestan por nuevos consumidores cansados del tradicional sol y playa.
Uno ha podido leer y escuchar en diferentes eventos, el crecimiento exagerado de los segmentos de demanda hacia lo rural, naturaleza, urbano, cultural, cruceros, etc. por lo que sería obvio, que las montañas, deberían acoger una mayor afluencia de público, porque además en muchos países, existen bastantes infraestructuras y equipamientos turísticos, capaces de dar respuesta a una demanda mucho mayor.
A primeros de Abril, asistí al 8º Congreso Mundial de Turismo de Nieve y Montaña en Andorra, que precisamente este año se denominaba “mountainlikers”, ya que se enfocaba especialmente al turismo de verano (fuera de temporada de nieve) de estos territorios, que albergan además de un importantísimo patrimonio natural y cultural, esas facilidades turísticas, que están infrautilizadas y consecuentemente tiene sus repercusiones en las economías locales.
Cuando uno asiste a unas jornadas, congresos, etc. siempre quiere encontrase con novedades, con nuevas puntos de vista, experiencias inéditas, ….pero poco he visto en estos últimos 10 años o mas, cosa, que me la confirman todos los conocidos del sector. Pero sin embargo siempre se saca algo y en este evento, tuve la ocasión además de encontrarme con gente interesante, algunas ideas que me llamaron la atención y se las resumo en unos párrafos.
Por una parte se vuelve a confirmar que la diferenciación es clave, no solo para un buen posicionamiento, sino para obtener una demanda cautiva, que no es fácil y la apuesta es arriesgada. Pero si funciona, realmente funciona. Véase el caso de la estación austriaca de Ischgl, cuyo director de turismo Andreas Steibl, afirmaba que el producto mas vendido era el champagne y que se disfrutaba igualmente el día que la noche, apostando claramente por clientes VIP dispuestos a pagar un extra por algo mas especial. Y los datos apuntaban buenos resultados.
Haciendo paralelismos, esta diferenciación, no tiene porque basarse en el poder adquisitivo, sino que hasta puede orientarse a un low-cost. Pero el tema es ofrecer algo único y con tratamiento VIP personalizado acorde a las expectativas.
El otro caso que me sorprendió, porque además confirma lo que llevo predicando hace tiempo, es el éxito de la complementariedad de este tipo de turismo, ya sea rural, naturaleza y en este caso nieve y montaña. Es el caso de la ciudad canadiense de Vancouver, aliándose a la estación de Whistler, creando así una sinergia que busca los elementos fuertes de cada una, para introducirse mejor en nuevos mercados, como el chino (con gran éxito) o incluso rompiendo el ciclo de vida de un destino maduro, elevando la curva en su fase de estancamiento y por tanto rejuveneciéndolo.
Es un hecho, que existe una demanda muy importante durante todo el año, de por ejemplo turismo de negocios o urbano, que si se le añade otra nueva componente motivacional (naturaleza, deporte,…), genera mayor valor de atracción e incrementa la estadía. Ya no digamos si consideramos mercados de larga distancia.
En general los datos turísticos en las zonas de montaña no son muy buenos y si bien las montañas sin nieve, se convierten en ecosistemas mas frágiles, por su mayor accesibilidad a sitios ecológicamente mas vulnerables, lo cierto es que lo que uno comprende es que no existe una oferta turística, lo suficientemente innovadora para captar motivaciones de nuevas demandas y personalmente creo que existe un error de enfocarlo solo a segmentos deportivos incluso extremos, cuyo volumen de mercado es muy pequeño, olvidándose de dos temas clave: el patrimonio natural y cultural de las montañas y la demanda mas genérica que no se identifica con esas actividades, sino que busca otros productos y experiencias mas acorde a sus expectativas. Cabria aquí también un enfoque mas hacia las eco-estaciones, como hace poco comentábamos.
Por ello, insisto mas en la estrategia de complementariedad (con otros destinos, productos, sectores productivos, etc.) que unida a la coopetencia y gobernanza, pueden hacer de este territorio un espacio sostenible y competitivo.
Un cordial saludo
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