Errores de los que nos advierten los datos estadísticos – 2ª Parte
6 mayo, 2014 (08:56:38)Errores de los que nos advierten los datos estadísticos – 2ª Parte
Importancia de los índices de ocupación según categorías
Los datos, que nos ofrece la 1ª Parte de esta serie, resultan más preocupantes si los comparamos con los índices de ocupación por plazas, donde vemos que solamente hay una subida sustancial en la categoría de *****, cuyo índice del 48,38% en 2004 se mantiene con pequeños altibajos hasta 2010 que cierra con prácticamente la misma media de ocupación 48,37%, para subir al 52% y el 51,80% en 2011 y 2012 respectivamente, y dar el salto hasta el 55,04% en 2013, con una subida del 13,77% desde 2004 y del 26,18% desde su mínimo del 43,62% en el año 2009.
Los movimientos en la categoría de **** en el índice de ocupación han sido de mucha menor entidad al ser de solamente del 1,21% en toda la década al pasar del 59,47% de 2004 al 60,19% de 2013, y del 12,18% si comparamos el índice más bajo de 2009 con un 55,08% con el más alto del 62,01% en 2006.
En la categoría de *** los movimientos en el índice de ocupación han sido igualmente de mucha menor entidad al variar solamente entre 2004 y 2013 el 1,94% en toda la década al pasar del 61,25% de 2004 al 60,06% de 2013, aunque en este caso lo preocupante es que esa diferencia al contrario que en los hoteles de ***** y **** es a la baja, destacando la mayor bajada desde el máximo del año 2006 con un índice de ocupación del 64,24%, para desde entonces marcar una tendencia a la baja, con algunos altibajos entre ese año y 2013.
En la categoría de ** se intensifica la tendencia a la baja entre 2004 y 2013 alcanzando una bajada del 17,10% en toda la década al pasar del 47,19% de 2004 al 39,12% de 2013, en una continuada tendencia bajista, con escasos y cortos repuntes en 2010 y 2011.
En la categoría de * se intensifica la tendencia a la baja aún más entre 2004 y 2013 alcanzando una bajada del 19,41% en toda la década al pasar del 38,55% de 2004 al 31,00% de 2013, en una continuada tendencia bajista, con escasos y cortos repuntes como en el caso anterior, tendencias que se confirman en el caso de los establecimientos con estrellas plata, en los que en el caso de los de +++ y ++ el índice de ocupación baja de 2004 a 2013 en un 25,02%, y en los de una estrella en un 18,91%.
La deducción a la que llego por medio de esos datos, en los que se ve que los establecimientos de máxima categoría, los de cinco estrellas, son los que mayor crecimiento han tenido tanto en el número de éstos, como de plazas, seguidos por los de cuatro estrellas, lo que en un momento en el que un gran número de clientes busca precio, y en el que como nos dice Sebastián Escarrer “Varios millones de turistas que recibe España nos cuestan dinero", y quiero pensar que cuando el 29/07/2011 hablaba en esos términos, lo hacía con conocimiento de causa, el que sean los hoteles de las máximas categorías los que mejores índices de ocupación cosechan a pesar de ser los que más han crecido en oferta, solo puede deberse a que sus tarifas son mucho menores de las que corresponderían a sus categorías, y si ese dato lo uno al de reclamaciones por pago retrasado o impago de salarios concursos de acreedores y quiebras existentes en esas categorías, me hace considerar que la idea de que sus precios están por debajo del que correspondería a su categoría y el servicio que ofrecen a sus clientes, y que nadie va a hospedarse en hoteles de inferior categoría, cuando puede hacerlo por el mismo precio en una categoría superior.
El problema derivado de lo señalado en el párrafo anterior, es que los hoteles de tres estrellas se ven obligados a competir con los precios de los de menor categoría, dejando a estos sin margen para poder seguir bajando sus precios y hacer su oferta de interés para el actual mercado en el que el precio, es prácticamente el único argumento de venta, al haberse convertido la mayor parte de los establecimientos hoteleros en una commodity, con servicios de muy parecidas características, como consecuencia de la reducción de costes, con la que intentan hacer frente a la reducción de precios y las múltiples ofertas con las que pretenden ampliar sus niveles de ocupación.
No se si muchos de los que lean este post, admitirán la conclusión que yo obtengo de esos datos, que me hacen pensar en una paulatina desaparición del mercado de los establecimientos que podrían atender a los clientes “low cost” a los que solo incentiva el precio más económico, establecimientos a los que van a echar del mercado un gran número de los que figuran en las máximas categorías, al mismo tiempo que éstos últimos van camino del precipicio, del que a la larga solo podrán salvarse aquellos que han apostado por la calidad, y los que, no habiéndolo hecho, cambien de rumbo antes de despeñarse, y ofrezcan a sus clientes un buen servicio a precios rentables para el hotel y razonables para un cliente, capaz de apreciar ese servicio y pagar por el mismo lo que realmente pueda valer.
Las tres partes de la serie “Errores de los que nos advierte la estadística”, van a servir como introducción de un conjunto de series sobre los errores que a mi juicio se están cometiendo desde hace muchos años en la industria hotelera de nuestro país, de los que he empezado a publicar las primeras partes de
·Errores en los planteamientos de contratación de un Director de Hotel
·Errores en el planteamiento del “punto de equilibrio” en el negocio hotelero
·Errores en el planteamiento de la comercialización hotelera.
·Errores en el planteamiento del trabajo de un Revenue Manager
·Errores en la atención que se presta a las reclamaciones de los clientes
·Errores en el planteamiento de la externalización de servicios
entre otros posibles puntos de atención a los que se podrá ir abriendo el temario, inspirado en la gran cantidad de artículos que van apareciendo diariamente en la prensa escrita y “on line”, tanto en la general, como en la económica y la profesional, y que pasarán a formar el contenido de un libro que se publicará bajo el título de
“Llamada de atención a los ERRORES más frecuentes en la gestión hotelera”
En la existencia de los múltiples errores a los que ha llevado el enfoque mayoritario a la plena ocupación, también expresado por aquellos que utilizan el axioma “Habitación vacía, habitación perdida”, en contra del que he mantenido el postulado de “Habitación vacía, habitación con la que se puede ganar dinero”, desde que en 1969 inicié mi vida como Director de Hotel, sin que nadie haya podido demostrarme, que pudiera estar equivocado, mientras que el enfoque a una imposible plena ocupación, está llevando a la ruina a muchos de sus defensores, y enriqueciendo a los asesores que les hacen creer que “es posible ganar más, vendiendo más” sin que se den cuenta de que la solución de sus problemas “no está en vender más, si no en vender mejor”, porque la ocupación de habitaciones con clientes que cuestan dinero, les dificulta el poder llegar a ganarlo, como demuestran tantas noticias sobre las consecuencias del equivocado enfoque de un gran número de hoteles, entre las que podemos elegir una publicada el 02/05/2014 “La llegada de turistas y los ingresos, como la liebre y la tortuga”.
Autor: Miguel Angel Campo Seoane
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