¿Puede aportar beneficios al hotelero hacerse trampas en el solitario? – 1ª Parte
22 septiembre, 2014 (09:13:49)¿Puede aportar beneficios al hotelero hacerse trampas en el solitario? – 1ª Parte
Introducción al mundo de los acrónimos para enmascarar la realidad
El 11/09/2014 se publica en TH un artículo con el título“RevPAR: ¿sigue siendo una métrica adecuada?”, y a mi juicio, como ya he señalado en otras ocasiones, el RevPAR nunca ha sido una métrica adecuada en nuestro país, sin entrar en valorar si alguna vez lo fue en el país de origen, o en los demás países que han utilizado los mismos acrónimos de origen anglosajón para tratar de definir términos o métricas de análisis de la gestión hotelera.
RevPAR es el acrónimo correspondiente a “Ingresos por habitación disponible” que debiera basarse en las normas derivadas del USALI (Uniform System of Accounts for the Lodging Industry”, y el problema es que ese Sistema Uniforme de Cuentas para la Industria del Alojamiento, desde que fue publicado por primera vez en 1926 por la Asociación Hotelera de la ciudad de Nueva York, ha ido teniendo cambios por medio de las 10 ediciones publicadas hasta 2006, sin estar seguro de que no haya habido algún cambio más en los últimos ocho años, lo que nos lleva a no poder saber muy bien, que normas usa cada hotelero a lo largo y ancho de este mundo, por cuanto ni siquiera podemos estar muy seguros de lo que en cada edición del USALI se entiende por “available rooms” (habitaciones disponibles), que para unos hoteleros son todas las habitaciones que oferta el hotel, mientras que para otros son solo las disponibles para ser ocupadas en una determinada fecha, restado el de las que estén fuera de uso por mantenimiento o bloqueadas por cualesquiera otras causas, como podría ser el dejarlas pendientes de puesta a punto, durante fechas en las que no se prevea un alto nivel de ocupación, o por el cierre de determinadas plantas del hotel durante la baja temporada.
Por otra, no suele tenerse en cuenta para calcular el RevPAR los ingresos directamente asociados a las habitaciones, como el restaurante, bares, parking o spa, y menos todavía los que corresponden a esos servicios derivados de clientes de paso, es decir de aquellos clientes que usan servicios del establecimiento hotelero sin estar alojados en el mismo.
Esa forma de utilizar términos extraños para nuestro idioma, sin que exista para los mismos una clara definición de su significado, y que pudo ser de alguna pequeña utilidad en los tiempos de un mercado de demanda en la industria hotelera, donde la alta rentabilidad de los hoteles, hacía que no fuese muy necesario preocuparse de los buenos resultados con los que la mayoría de los hoteleros cerraban cada ejercicio, han dejado de ser útiles desde que entramos en un mercado de oferta y las rentabilidades decrecientes año tras año, han ido poniendo a muchas empresas en situaciones críticas, y a otras que en los momentos de crisis, estaban ya amortizadas y sin cargas financieras, les ha permitido crecer a costa de las que se iban quedando en el camino, tras una suspensión de pagos o la quiebra que en muchas ocasiones, llega tras el concurso de acreedores.
Siempre he considerado que el RevPAR nunca ha sido una métrica adecuada para analizar la rentabilidad de un hotel, porque ha habido y hay demasiados ¿profesionales?, a los que les encanta hacerse trampas en el solitario, y desde esa perspectiva es prácticamente imposible obtener conclusiones válidas de la mayor parte de términos que utilizan los muchos “eruditos a la violeta” que abundan en el campo de la formación, la consultoría, las nuevas tecnologías e incluso en la gestión de la industria hotelera, ofreciendo mucha teoría y poca praxis que pueda resultar válida para la mejora integral de la misma, porque señores hoteleros, la crisis que sufre la industria hotelera de nuestro país, es muy superior a la que pueda estar sufriendo el turismo en su conjunto, ya que por mucho que hagáis por echar a los clientes de vuestros hoteles, el contenido del artículo al que nos dirige el anterior enlace fue escrito por el Editor Adjunto de “Travel Trade Gazette” el 08/09/1978 hace 36 años, y lo publique en Hosteltur el 02/08/2009 hace ya 5 años, sin que parezca que se hiciese caso del contenido y advertencias que pudieran desprenderse de su lectura, y seguís encantados del éxito del turismo, ya que no conseguís que se marchen del país, dado que la satisfacción que no pueden encontrar en vuestros establecimientos, la siguen encontrando en el país mediante la compra de apartamentos, que si siempre se convertían en competencia, dado que eran clientes perdidos por vosotros, y negocio para muchos de ellos, que terminaban alquilando a familiares y amigos sus propiedades en los periodos en los que ellos no las utilizaban, y que si hace años parecía una competencia menor, en la actualidad con la aparición y desarrollo de las nuevas tecnologías, las redes P2P, Airbnb y otras muchas webs de alquiler turístico, os están llevando por el Camino del precipicio que hace muchos años empezasteis a recorrer, hasta el mismo borde por el que puede despeñarse nuestro turismo, si aquellos que todavía no se han dado cuenta de que hace años que viven en un nuevo paradigma, siguen empeñados en mantener Las tendencias suicidas de un gran número de empresas hoteleras.
Si en lugar de comportarse como Don Quijote en su lucha contra los molinos de viento, más de uno siguiese los pasos y aprendiese un poco de lo que hace Kike Sarasola, con cuyo última ideaSe rompe el frente hotelero contra los pisos turísticos, y dándose cuenta que empecinarse en una lucha que será imposible ganar, es más inteligente que Si no puedes ganar la guerra con los pisos turísticos, únete a ellos, solo tiene sentido el paso dado por éste, ayudando a elevar y legalizar a esa competencia, convirtiéndola en fuente de negocio.
Esta introducción con la que pretendo poner al lector frente a una situación muy distinta a lo que muchos quieren admitir, nos va a enfrentar en una segunda parte a ver porque el RevPAR no es útil en el momento actual, y a poder hacernos conscientes de porque no lo ha sido anteriormente, cuando el propio hotelero lo utiliza a su capricho, cambiando las reglas del juego a la mitad de la partida, haciéndose trampas en el solitario.
Pasa a: ¿Puede aportar beneficios al hotelero hacerse trampas en el solitario?– 2ª Parte
Donde vamos a tratar de lo que es y la utilidad que pudiera tener el RevPAR en la industria hotelera.
Autor: Miguel Angel Campo Seoane
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