El Equipaje
7 octubre, 2014 (10:41:55)"Me han robado las maletas. El consulado está cerrado hasta el lunes. No tengo donde dormir ni dinero para comer". Estas son las palabras escritas en inglés sobre un trozo de cartón que cada fin de semana sujeta un chico con pantalones amarillos y cara compungida delante de un escaparate en la calle Portaferrissa de Barcelona ¿Pero se lo han robado absolutamente todo? ¿Y dónde? No puedo evitar imaginar al caco saliendo corriendo cargado con las maletas y la bolsa de mano y el pobre turista con sus pantalones amarillos corriendo detrás sin poder alcanzarlo ¡Y eso que iba ligero!
Y esta terrible historia se repite todas las semanas. Supongo que el triste suceso tiene lugar los viernes porque el sábado a primera hora el turista atracado ya ocupa su puesto en pleno centro de la Ciudad Condal. Ante mi estupor, los turistas que pasan por delante se paran, leen y le dejan unas monedas. Algunos incluso se sientan a su lado y otros se quedan de pie, pero todos le dan conversación. Lo entiendo. Se identifican y empatizan. Si me pasara a mi me gustaría que me ayudaran, deben pensar. Pero por favor, ¡ya que pensamos, hagámoslo bien! ¿Si nos robaran el equipaje buscaríamos un rotulador y un trozo de cartón y nos sentaríamos en la calle a pedir ayuda?
Seguro que todos habremos vivido durante nuestras vacaciones, imprevistos desagradables como éste que habrán enturbiado nuestros planes. Para que algo así no amargue nuestro feliz descanso, lo mejor es llenar las maletas con la ropa más barata , vieja y fea que tengamos en el armario. He llegado a esta conclusión después de tramitar decenas de reclamaciones por pérdidas de maletas repletas de los trajes y vestidos más caros, lencería de marca, cámaras fotográficas, iPads y teléfonos móviles de última generación que desaparecen misteriosamente entre aeropuertos o que son sustraídas violentamente de sus dueños.
Que curioso es que habitualmente debemos hacer un gran esfuerzo económico para poder viajar, escatimando hasta el último euro, pero siempre todas las maletas que desaparecen de una forma u otra, van repletas de los artículos más valiosos que uno dice que posee. Ah, y además se ha convertido en costumbre ir sin bolsa de mano o bien llevarla vacía ¿Porqué cargar el iPhone 5 en el bolso pudiendo inquivirlo en la maleta?
Un consejo al chico de pantalones amarillos: deja de viajar a Barcelona porque no te sale a cuenta aunque solo sea por tener que renovar el vestuario cada semana.
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