Innovar en el sector turístico: la crisis no ayuda a innovar sino a sobrevivir
13 enero, 2015 (09:16:56)
Creo que ya es hora de desenmascarar a todos aquellos que bajo el paraguas de la innovación lo único que hacen es copiar e implementar ideas de otros. La innovación parte desde la capacidad del ser humano para superar barreras existentes de pensar soluciones diferentes a las que ya existen y eso debería ser la base de la innovación. Otra cosa es que ese pensamiento de su fruto y además esa idea de innovación sea económicamente viable.
Yo tuve la suerte de vivir una época dorada en los primeros años de la creación de Rumbo.com , donde una agencia on-line era un negocio totalmente nuevo que se basaba en innovar, ya que nadie sabía reservar o se fiaba de mirar un vuelo online, y mucho menos de comprarlo a través de internet. En aquellos años de “bonanza” sin crisis tan fieras como la que estamos sufriendo todo aquel que conocía algo del mundo on-line y tenía experiencia en el mundo off-line podía intentar aportar su granito de arena en el proyecto y ayudar en la innovación del sector. Gracias a una profunda caja de los socios de la empresa (Terra y Amadeus) podíamos emprender 10 ideas para que solo 1 saliera, y gracias a los 9 errores dábamos con el proceso que realmente no solo era posible, sino que además era económicamente viable y óptimo para ganar dinero.
La crisis ha traído algo muy bueno y es que nos devanemos de nuevo los sesos para poder crear nuevos negocios en el sector turístico basados en ideas nueva e innovadoras; y no siempre de la mano de la tecnología aunque es la base de la mayoría de ellas. Una de las ideas más interesantes con la que me he encontrado hace poco es el geocatching. Aprovechando las posibilidades que nos da la geolocalización y la colaboración de miles de geocatchers a día de hoy cada vez que viajo por España en cualquier otro país activo mi geocatching para disfrutar con mis hijos de la experiencia de viajar buscando tesoros. En mis años en los que ejercía de guía por Centroeuropa recuerdo un año en el que organice una ginkana en Viena en una tarde libre que tenía el grupo y disfruté como un enano escondiendo un pequeño tesoro en un parque de la ciudad y creando pistas a lo largo de un recorrido que mostraba rincones único y poco conocidos de Viena; y por supuesto los que lo disfrutaron de veras fueron mis clientes…
Pero la crisis también ha traído el lado negativo y es que no podemos equivocarnos más de 2 veces si queremos poner nuevas ideas en marcha y siempre teniendo planes A y B disponibles ya que si no damos con un proyecto sólido no nos arriesgamos a aprender de los errores del mismo. Las empresas estamos pasando casi todas por un proceso de subsistencia, (sobre todo las pymes) que hace muy difícil innovar y nos dedicamos a copiar y mejorar ideas ya existentes. Es un camino también difícil ya que la clave del éxito no está en copiar mejor o peor, sino muchas veces solo en poder encontrar una buena financiación para ello. La estrangulación a la hora de conseguir capital mata la innovación de raíz, y solo proyectos como “Lanzadera” y algunas que otras financiaciones en las que tiene claro que hay que arriesgar ayudan a que no terminamos clonando proyectos ya existentes.
Para mis proyectos he buscado ayudas estatales y aparte de tener la suerte de que Avalmadrid me avalase ante un banco, el resto de propuestas (ENISA, EMPRENDETUR, etc) solo arriesgan el mismo importe de capital que tu consigas poner; es decir, que o tienes ya un buen capital o no te merece la pena rellenar papeles durante 2 meses para conseguir un capital más que deficiente para tu proyecto; sea o no innovador. Mención aparte que emprender con más de 40 años no está ni bonificado ni siquiera se considera como algo a promover….
Y por último está el rechazo que hayen la mayoría de las empresas turísticas a la hora de probar e introducir nuevas ideas y conceptos. Los mandos intermedios están tan aterrorizados con perder sus puestos y sueldos que no se atreven a implementar productos que de lejos son más que beneficiosos para sus clientes, pero que no tendrán resultados que repercutan en la cuenta de resultados hasta dentro de varios meses. Veo a diario como productos como el Wifi en Movilidad y todas las derivadas que tiene para estar en contacto directo con el viajero dentro y fuera del hotel, no se introducen en el día a día del establecimiento simplemente porque el cliente no lo pide. ¿Pide el cliente alguna vez agua caliente? No, pero sabemos que es mejor una ducha con agua caliente que con agua fría, pero no porque no lo pida no va a ser bueno para él y nos servirá para fidelizarle si el resto de los establecimientos no la tienen o cobran por ello.
Uno de los efectos de la crisis que debemos tener claros es que nunca van a volver los tiempos que vivíamos en los que el dinero y la financiación no tenían miedo, pero espero que los bancos, políticos y estamentos oficiales den de una vez un paso adelante y pierdan ese miedo, ya que es un miedo inmovilista que solo puede llevarnos a la pérdida total de liderazgo y a la sumisión del primero de fuera que venga con dinero y sin miedo a explotar nuestro sector.
Diego López-Salazar
CEO-Wifimotion
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