Menorca necesita reinventarse y una apuesta decidida de los propios menorquines
11 febrero, 2015 (12:10:53)No es una frase hecha, es la verdad. Menorca necesita reinventarse porque cuando se metió de lleno en la aventura del turismo lo hizo con criterios equivocados. No ya porque el modelo que se impuso en ese momento fue el sol y playa indiferenciado de otros destinos competidores, que también, sino especialmente porque en ese momento los menorquines optaron por lo más cómodo y menos arriesgado, lo que daba ganancias rápidas de la mano de los turoperadores internacionales. Y en ese momento parecía que aquello no iba a tener fin. Pero lo tuvo.
Por las decisiones que se tomaron en aquél momento Menorca se encuentra con una planta hotelera mayoritariamente en manos de empresas de fuera de la isla. Y con una planta hotelera que en 2013 aportaba al total de plazas de la isla menos de 15.000. La capacidad de alojamiento total es de cerca de 50.000 plazas reguladas. Se calcula que la oferta ilegal es de exactamente la misma cantidad, otras 50.000.
Hoteles de 3 estrellas y apartamentos
De las 50.000 plazas legales con que cuenta Menorca, solo unas 15.000 se distribuyen en hoteles. Y de éstas, no llega a 200 las de hoteles de 5 estrellas. Las que más abundan son las de hoteles de 3 estrellas: cerca de 9.000 plazas.
Pero el tipo de plazas más numerosas son las de apartamentos: 20.298 según cifras de 2013 que no se habrán visto sustancialmente modificadas. Y los que más, los apartamentos de 2 llaves: casi 10.000. Está claro que Menorca no ha optado, históricamente, por construir y ofrecer al turista un alojamiento de calidad. Así nos encontramos con apartamentos totalmente obsoletos y con zonas difícilmente reciclables, como Calan Blanes, en Ciutadella.
Recapitulemos: llega el turismo en un momento dado de la mano de los turoperadores internacionales que quieren construir plazas en la isla para alojar a sus clientes. La opción elegida por la mayoría son los apartamentos, que realmente dan poco beneficio social y económico puesto que ni generan puestos de trabajo y en cambio, consumen territorio y recursos naturales. Ese modelo ya está obsoleto, pero ahí están los bloques de apartamentos que nadie se atreve a derribar ni a reconvertir... ni a llenar en todo el verano, en muchos casos.
El hecho de que muy pocos emprendedores menorquines apostaran por el turismo y la construcción de plazas hoteleras también se paga en otro sentido. Las empresas propietarias de los hoteles traen de fuera sus suministros, desde alimentos a manteriales para reformas... además de la mano de obra, que es mayoritariamente no menorquina.
Y no es culpa suya, es que los menorquines todavía no se han decidido a vivir del turismo, para muchos el turismo es una molestia, equivale a masificación y a pérdida de identidad. Está claro que en parte eso es siempre así, es inevitable... pero la pregunta es, ¿de qué van a vivir los menorquines del futuro? Mientras seguimos aplazando la decisión de tomar las riendas del destino económico de la isla, ese destino sigue estando en otras manos.
Unas cifras que dicen mucho
Veamos algunas cifras que también hablan del modelo turístico de Menorca. Llegaron el año pasado 1.143.812 turistas, la mayoría extranjeros y de éstos, la mayoría británicos. A pesar de registrar Menorca una estancia media superior a las registradas por los turistas en Ibiza y en Mallorca, el gasto medio es significativamente inferior: el gasto medio diario por turista en Menorca es de 94 euros, mientras que en Ibiza es de 115 y en Mallorca es de 107 euros. Los británicos gastan una media diaria de 82 euros en Menorca, mientras que en Ibiza gastan 120 euros y en Mallorca, 106.
Ibiza recibió el año pasado 2.764.442 turistas (Menorca, 1.143.812), y eso que no tiene muchas más plazas alojativas legales que Menorca, comparativamente: 78.867 en total (Menorca tiene 50.000).
¿Qué estamos haciendo mal? Ir a la playa es gratis. Como no seamos capaces de modificar ese modelo tradicional del sol y playa pelado y darle algún valor, esto continuará así. Mientras la mayoría de los turistas que visitan Menorca lo hagan porque es barato venir en paquete desde Manchester, y recalen aquí como podrían recalar en cualquier otro destino del Mediterráneo, sin ningún interés por conocer lo que Menorca es y puede ofrecer, estaremos compitiendo con destinos baratos que tienen mejores hoteles y están igualmente cercanos. Ese modelo está abocado al fracaso, y bastará con esperar a que las aguas se tranquilicen en nuestros vecinos mediterráneos y vuelvan a ser percibidos como destinos seguros.
¿Dónde está el futuro?
Pienso que pasa necesariamente por dos apuestas: dirigirnos al cliente, convertirlo en nuestro cliente y que deje de ser cliente del turoperador, hacer que elija Menorca porque es lo que quiere conocer y aprender a apreciar, no porque seamos una marca blanca que se vende en un paquete barato; y dos, decidirnos por fin a entrar en el negocio turístico, a emprender en él, a formarnos y a invertir en nuestro propio futuro.
En los últimos dos o tres años algunas cosas están cambiando, nuevos alojamientos con encanto, nuevas empresas de turismo activo, nuevas visiones de la promoción y la comercialización... hay cosas que ya no pueden cambiarse, pero hay muchas que sí pueden hacerse mejor y sobre todo, de una forma que convenga más a Menorca y al progreso económico, profesional y social de sus habitantes.
De todo esto hablaremos el martes que viene día 17 en Món Turístic, el programa sobre turismo de HOSTELTUR en el canal autonómico balear IB3, con una tertulia y reportajes dedicados a Menorca y a su realidad turística.
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