Camino del Precipicio – DOS
22 marzo, 2015 (09:34:45)Camino del Precipicio – DOS
El 8 de noviembre de 2014 leo el artículo publicado por Gabriel Trindade en “02B” con el título “La solución para los hoteles en temporada baja: subastar habitaciones”, y mi primer pensamiento, sin siquiera abrir el artículo, fue “una vuelta de tuerca más, de la maquinaria de arruinar hoteles”, al llevar aquel pensamiento al artículo que publique el 13 de agosto de 2013 con el título “Camino del precipicio”, en el que hacía referencia a otros artículos publicados años antes, transcribiendo a continuación unos párrafos del mismo:
“Me gustaría que quienes estén interesados en los problemas derivados de la dinámica que se haya podido desprender de la gestión hotelera de los últimos años, puedan pensar sobre si lo que escribía hace cuatro años, ha podido dar pie a lo que aparece en el post de fecha 29 de julio 2013 La hotelería española frente a la competencia de las segundas viviendas y la política comercial de las cadenas hoteleras, y la situación en la que se encuentran muchas cadenas hoteleras, siendo algunas de ellas, precisamente señaladas en el comentario al que se hace referencia en el segundo párrafo de este post.
A mi juicio podría ser de parecido interés, profundizar en la lectura del post publicado el 3 de junio de 2013 ¿Qué es más importante en turismo, la ocupación o la rentabilidad? en el que se trata de poner en valor la necesidad de un cambio de paradigma de las formas de gestionar la hotelería actual, anclada en unas prácticas que si pudieron ser útiles en el mercado de demanda del tercer cuarto del pasado siglo, dejaron de serlo en el último cuarto del mismo, y ya en el siglo XXI, representan un seguro pasaporte a la ruina de muchas empresas, incapaces de adaptarse a los avances tecnológicos y los cambios sociales que derivados de los mismos, se han ido produciendo en la sociedad actual.
Estamos en un momento en que no es importante ver quién tiene razón en sus planteamientos estratégicos, para adaptarse a los tiempos que le toca vivir, ya que lo que verdaderamente importa, es saber quién es capaz de adaptarse a modelos de vida y gestión de sus empresas, derivados de esos modelos de vida, en constante y cada vez más rápido cambio, de una sociedad cada vez más informada, y al mismo tiempo cada día más incapacitada para poner en valor ese alto nivel de información, que la conduce inexorablemente a una fácil manipulación, derivada de lo que cree que sabe, en lugar de explotar adecuadamente lo que realmente sabe.”
La realidad a la que nos enfrenta el artículo al que se hace mención al inicio de éste, nos enfrenta a una cruda realidad, si tres estudiantes de MBA del IESE fueron capaces de darse cuenta de “que había muchas habitaciones en hoteles de lujo vacías”, y lo que es más importante, sin ser hoteleros, se dieron cuenta de la incapacidad gestora de los hoteleros, tanto a nivel de hoteles independientes, como de cadenas hoteleras, sean estas grandes o pequeñas, o de sus asociaciones empresariales, para comercializar su exceso de habitaciones en baja temporada, siendo, esos tres estudiantes, capaces de crear una empresa que empezó a operar en 2012, y que en la actualidad dispone de una base de 2.500 hoteles que participan en sus subastas, dejando los hoteleros, una vez más, el control de sus habitaciones en manos de intermediarios, que cada vez condicionan más el futuro de sus empresas, al mostrarse los directivos de éstas incapaces de gestionar de forma rentable sus establecimientos.
Señores hoteleros, porque no piensan un poco, y se dan cuenta de que su problema no es tener habitaciones vacías, sino intentar venderlas aunque para ello pierdan dinero, y que la solución no estriba en vender más habitaciones, sino en venderlas mejor.
Para solucionar el problema de rentabilidad de su establecimiento, hay muchos caminos, y no es uno de ellos, vender las habitaciones vacías a cualquier precio, enriqueciendo a los intermediarios que le van arrastrando hacia el precipicio, en el que sin duda alguna terminará estrellándose, si no es capaz de cambiar de rumbo, para dirigirse hacia un horizonte más esperanzador del que actualmente tiene, porque aunque usted no se lo crea, esos caminos existen, como he podido demostrar a lo largo de todas las crisis previas a la actual, porque si bien ahora las cosas son distintas, “mantra” que he escuchado en todas las crisis anteriores, también ahora las herramientas puestas a su disposición son distintas, nunca se ha dispuesto de tantas herramientas, de tan alta productividad como las que actualmente han puesto a su disposición los avances tecnológicos, y la solución a sus problemas, no está tanto en esos avances, como en la forma en que sea capaz de adaptarlos a sus necesidades, así que no se trata de invertir más en nuevas tecnologías, sino en gestionar mejor los medios de producción con los que cuenta, con la ayuda que la tecnología le pueda ofrecer sin necesidad de inversiones que no tengan garantizado un ROI inmediato.
Salvo que usted, tecnológicamente tenga su empresa en la “edad de piedra”, cualquier cambio tecnológico que no pueda amortizarse en el primer ejercicio de su implantación, no le va a resultar rentable, porque si con la tecnología de la que dispone en el momento actual, no ha resuelto los problemas de rentabilidad de su empresa, la culpa no es de la tecnología de la que dispone, sino del uso que ha estado haciendo de ella, y ese problema no lo resolverá cambiándola, ya que lo que usted necesita cambiar, es la forma de enfrentarse a su problema, y en prácticamente todos los casos que conozco en el mundo hotelero, la solución del mismo no la van a encontrar por medio de la tecnología, sino por el cambio de modelo de gestión, mediante una adaptación de la estrategia que tiene implantada en su empresa, así que no se equivoque, porque el problema no es la tecnología, ni lo son sus empleados de base, el problema lo constituyen las decisiones que ha tomado al frente de su empresa, bien gestionándola directamente o por haberse equivocado en la elección de los gestores que haya puesto al frente de la misma.
A la velocidad con la que se desarrollan los avances tecnológicos, en la mayoría de casos, cualquier inversión en tecnología que no comience a amortizarse de forma inmediata, nunca será rentable por cuanto antes del año, se habrá quedado obsoleta, y para que pueda hacer su gestión competitiva deberá ser adaptada, o si esto no es posible, sustituida, por lo que antes de hacer cualquier tipo de cambio, debe asegurarse de que el potencial de amortización no supere el umbral de aparición de una nueva tecnología más productiva, que pueda situarle en desventaja frente a sus competidores.
Subastar habitaciones podría haber sido una estrategia adecuada, en el mercado de demanda de los años cincuenta a setenta del pasado siglo, pero puede representar un paso más, camino del precipicio, en el mercado de oferta en el que nos encontramos, y no son más intermediarios con buenas ideas para su negocio, el de ellos, y no el de usted, lo que necesita, por lo que si considera que no está capacitado para solucionar el problema por su cuenta, lo que necesita es un asesor especializado en gestión estratégica, que le ayude a diseñar la más adecuada para su empresa, y si se decide a buscarlo, procure no equivocarse una vez más, y piense muy bien el tipo de asesoramiento que necesita. Si usted lleva directamente la gestión, solo va a necesitar que le analice la situación de su empresa para definir la estrategia más adecuada, contando con su ayuda durante el periodo de implantación de la misma, y si tiene un director al frente, posiblemente necesite además que el asesor pueda ayudarle a decidir si su Director va a poder sacar esa estrategia adelante, si va a necesitar ayuda durante el periodo de implantación, o va a necesitar sustituirlo, en cuyo caso sería interesante que le ayudase en la selección del más adecuado a la estrategia elegida.
El problema es que en muchos casos, quienes pretendan asesorarle, le van a hablar de que ya nada es igual, que hace falta un nuevo estilo de management, usar nuevas tecnologías, innovación, “big data” ...., en lugar de enfrentarle a la única realidad, que es su FALTA DE ADAPTACIÓN al momento en el que gestiona su empresa.
“Nihil novum sub sole”, es la única realidad de la gestión hotelera actual, que muchos no pueden ver porque se la han presentado de otra manera, como consecuencia de su incapacidad para entenderla, no porque sea diferente, y en cuanto al trato con empleados y clientes, como consecuencia de su incapacidad para enamorarlos.
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