Las pulseras inteligentes, el nuevo juguete del turismo
24 marzo, 2015 (17:52:35)
El otro día leía aquí en Hosteltur un artículo sobre las nuevas pulseras inteligentes que se usan en hoteles, cruceros o parques temáticos para (en un principio) hacer al cliente más cómoda su estancia. Para quien no sepa qué son estas pulseras, son unos brazaletes electrónicos que llevan registrados tus datos y que llevas durante toda tu estancia, a través de ellos el cliente puede realizar multitud de cosas como abrir la puerta de su habitación; hacer el check-in y check-out de forma automática; apuntarse a una excursión o clase; agregar a otra persona a tu red social; registrarse para tomar el desayuno buffet y por si alguno lo estaba pensando, sí, también puede pagar. La facilidad de la que el establecimiento presume consiste en que el cliente no tiene por qué preocuparse de llevar las llaves, la cartera, ni si quiera el dinero encima; ya que simplemente acercando la pulsera a un dispositivo electrónico se pueden hacer todas estas cosas mencionadas.
Como comentaba, estas pulseras son individuales y personales, antes de ponértelas se han configurado con tus datos personales, de estancia, tu tarjeta de crédito y hasta tus redes sociales favoritas. Toda acción que esté relacionada con ellas podrá ser almacenada en un registro de datos como persona, ubicación, producto consumido, importe del mismo, hora de la acción, etc. Y con todo, esto llegamos al punto crítico que tanto debate están suscitando estos aparatos: ¿hasta qué punto sacrifica el cliente su privacidad a cambio de su uso? Y es que en la actualidad la gente no sabe hasta qué punto pueden ser intrusivas este tipo de pulseras: si por ejemplo yo instalara una red de beacons por mi establecimiento podría saber dónde está el cliente exactamente en cada momento y cuánto tiempo pasa en cada lugar. En este debate nos solemos encontrar con tres tipos de usuarios:
- Los que les importa mucho su privacidad y a pesar de las utilidades del brazalete no lo usarán
- Los que aun importándoles su privacidad, la ceden durante un tiempo porque les compensa las utilidades recibidas
- Los que les da igual compartir su información privada con tal de llevar unos novedosos artilugios tecnológicos
Y es que este tipo de tecnología que llevamos puesta (los famosos wearables) tienen, además de sus puntos positivos, un gran riesgo en lo que respecta a la seguridad de la persona que los lleva. Por ello es necesario que por parte del establecimiento, al igual que informan al cliente de todo lo que se puede hacer con las pulseras, comuniquen el tipo de información que estará compartiendo.
Para el establecimiento o empresa, estos dispositivos son una herramienta muy poderosa a la hora de recabar datos de sus clientes y alimentar su CRM. Es cierto que con ello podremos darles una mejor y más personalizada experiencia pero como gestores de esa información está en nuestras manos el manejarla con responsabilidad y darle un uso juicioso.
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