Foto: Zona de Valencia de Alcántara, Extremadura
Creo rotundamente que predecir escenarios de postpandemia es algo que no estaremos seguros hasta que no ocurran. Se acuerdan de la famosa frase ¿El futuro ya no es lo que era?. Pero si podemos planificar estrategias y acciones, que ayuden a destinos, empresas y administraciones turísticas a recuperar la actividad turística y porque no, en muchos casos poderla mejorar o reinventarla.
Siento decir que no creo que haya ningún cambio de modelo turístico, a pesar de las ganas de muchos profesionales que lo manifiestan, salvo en una primera fase cuando la percepción de riesgo sea mucho mayor por su cercanía en el tiempo, aunque también después de ver ciertas imágenes de masas de turistas en China, me hace tener dudas.
Posiblemente les pueda sonar a obviedades, lo que les voy a recomendar, porque se han dicho más de una vez, pero muy pocas veces se han llevado a la práctica.
En una vuelta paulatina a la normalidad, pero después de haber perdido la semana santa, algunos puentes y en peligro el verano (Espero que solo parcial, por la posible falta de vacaciones y la pérdida de poder adquisitivo), más que nunca se necesitara una estrategia definida y muy fuerte de Gobernanza Turística, de colaboración público-privada entre las diferentes empresas involucradas turísticas y no (Por ejemplo alimentación, sector primario, sanitario, bebidas, etc.) las Administraciones Publicas Locales, Regionales-Autonómicas y del Estado. Y porque no la del conjunto de destinos y países receptores y emisores a nivel internacional, será decisiva.
Ante todo generar confianza y seguridad a los potenciales visitantes, generando algo vital, la "percepción de seguridad" o mejor dicho la "No percepción de riesgo", muy diferente a la posible existencia de riesgo que siempre existirá y ha existido, pero en turismo lo que más cuenta es la percepción, no la realidad.
Una de las herramientas para gestionar esta percepción es la que se ha usado en los planes de gestión turística de áreas protegidas, la "capacidad de carga", limitando el número de turistas en espacio y tiempo, que es algo visible y perceptible y dependiendo del destino, relativamente fácil de manejar (Mas ahora con las tecnologías adecuadas).
....Y aunque a primera vista quizás no se crea, entiendo que la relación entre seguridad, salud y gestión ambiental del destino va a ser importantísimo
Supongo que la distancia física, mas que social, se deberá tener en cuenta, al menos en los primeros meses, en todo el proceso del viaje.Tener planes y sistemas de alerta y reacción, en caso de necesidad, aunque jamás tenga que usarse, daría más confianza.Y aunque a primera vista quizás no se crea, entiendo que la relación entre seguridad, salud y gestión ambiental del destino va a ser importantísimo, por su interrelación y porque sin duda ayuda a una mejor percepción positiva, que es lo que cuenta.
Por otro lado, otra de las estrategias clave, además de la gobernanza, es la Cooperación sectorial y multisectorial (Coopetition). Si bien, en muchos destinos y países, todavía existe una competencia ridícula entre empresari@s cercanos, y lejanos, ahora será la hora de cambiar radicalmente esta forma de trabajar, ya que será vital crear esos entornos de confianza turística.El precio será secundario, frente a la percepción de riesgo.
Los productos y experiencias denotaran los factores que antes mencione (distancias, salud, ambiental,...), al igual que la oferta alojativa y restauración.Por supuesto la comunicación para la percepción es la herramienta clave, evitando o luchando más bien contra bulos, fake news, etc que seguro se incrementaran en estos meses, ya sea contra la actividad turística, como posiblemente contra ciertos destinos, hoteles, etc.
.... Las grandes urbes donde existe una mayor densidad poblacional, serán las más necesitadas de escapadas y por tanto se podría calcular un incremento de la demanda
Entiendo y es una hipótesis, que para una demanda que ha estado confinada durante muchas semanas, habrá una necesidad de espacios abiertos, aire libre, naturaleza, pueblos, aunque supongo que para otros habría que añadir la cercanía social y no digamos para los milenials.
Las grandes urbes donde existe una mayor densidad poblacional, serán las más necesitadas de escapadas y por tanto se podría calcular un incremento de la demanda en un radio orientativo de 150 km o algo más de 1 hora por carretera y parte de esa demanda ira buscando destinos más lejanos de forma escalonada, en función del impacto psicológico y capacidad adquisitiva.
Cada destino tendrá sus variables a tener en cuenta y claro en una articulo solo da tiempo a exponerlas de una forma somera o como me gustaría.
Y me gustaría añadir, que espero se aprendan grandes lecciones para poder acometer la crisis climática y ambiental, que será la siguiente, pero ya no nos pillara tan desprevenidos, porque llevamos años con avisos, aunque sin tomarlos en cuenta.
Quizás ahora más que nunca, la Naturaleza y la cercanía social son un verdadero Lujo.
Un cordial saludo y espero la pronta recuperación
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