La especialización hotelera: arma contra un año sin temporada alta
Un rápida recuperación del sector turístico nacional pasa por adaptar nuestros servicios y procesos para desestacionalizar al máximo la oferta y buscar una ocupación estable a lo largo del año. 16 abril, 2020 (09:22:51)No cabe duda de que el sector del turismo en España está sufriendo de lleno los efectos de la actual crisis sanitaria.
Alojamientos obligados a cerrar, cientos de eventos trasladados o cancelados y agencias de viajes avocadas a modificar todas sus previsiones… Por primera vez, las empresas del sector turístico vamos a tener que ingeniárnoslas para sobrevivir a un año sin Semana Santa, sin grandes eventos y sin escapadas de primavera cuando además nada nos garantiza siquiera que podamos contar con la temporada de verano.
Alojamientos de todo tipo, bodegas, restaurantes, comercios, agencias de viajes, touroperadores y demás empresas de servicios turísticos nos estamos viendo forzadas a replantear nuestra oferta de productos y servicios en un contexto de inmensa incertidumbre.
Pero esta crisis pasará. Y cuando esto suceda, debemos estar 100% preparados para actuar rápida y eficazmente en la recuperación del sector turístico nacional.
En este sentido, los destinos nacionales van a tener ante sí una gran oportunidad para atraer a nuevos perfiles de visitantes que, por diversas circunstancias, se van a ver forzados a replantear sus preferencias a la hora de escoger un destino turístico u otro. Muchas personas dispondrán de menos días libres para gastar en vacaciones y contarán con presupuestos más ajustados. También parece evidente que la temporada de verano se va a ver desplazada hacia el otoño… y más allá. Y además, no sabemos cuándo, cómo ni hasta dónde vamos a poder viajar.
Todo a la desestacionalización
La desestacionalización de la oferta cobra pues más relevancia que nunca. Los clásicos destinos de sol y playa van a tener que ser capaces transmitir otros atractivos para captar clientes, por lo que el resto de destinos notará un irremediable incremento de la competencia. ¿Cómo diferenciarse, pues, en un mercado cambiante y más saturado que nunca?
Diversificar la oferta de hoteles y destinos se impone pues como prioritario. Y hacerlo a través de la especialización en distintos segmentos de clientes parece una buena alternativa para abordar este desafío.
La selección de tipologías de clientes que viajan en distintas épocas del año brinda una oportunidad para mantener una ocupación estable a lo largo del año, ofreciendo un producto sostenible en el tiempo.
En este sentido, las prácticas deportivas constituyen una gran oportunidad gracias a las condiciones climáticas de nuestro país. Más aún en un contexto en el que las actuales restricciones están impidiendo entrenar al aire libre. Miles y miles de aficionados están en sus casas deseando salir a disfrutar de sus actividades favoritas.
Considerando que el ciclismo es la práctica deportiva más popular en nuestro país y que el cicloturismo es uno de los sectores con mayor crecimiento a nivel mundial, especializar y posicionar los hoteles y territorios como destinos cicloturísticos de referencia contribuirá a encarar con éxito esta nueva etapa.
Y es que, en un mercado cada vez más exigente, cambiante y digitalizado, donde los usuarios disponen de gran cantidad de información en tiempo real y, por tanto, tienen una mayor capacidad para elegir, se hace cada vez más necesario diferenciarse de los demás para ser competitivo. Pero además hay que hacerlo de manera consciente y acertada.
Cada vez más, se habla sobre emocionar al cliente, de generar experiencias, de satisfacer sus necesidades y exigencias… Las tendencias en el sector hotelero se basan en estas premisas pero avanzar en esta dirección pasa por adaptar los servicios, las infraestructuras y los procesos de captación del cliente a sus expectativas.
El cicloturismo como oportunidad
Y en el ámbito del cicloturismo los destinos deben cobrar consciencia de que la especialización es un proceso completo. Un proceso que abarca desde la creación de un producto atractivo, hasta la formación y capacitación del personal del hotel; pasando por la adaptación de las instalaciones si resulta necesario.
Para un ciclista, no va a resultar igual de atractivo un hotel que te informa de todo el potencial cicloturístico de su entorno a través de su página web y sus redes sociales que el que no lo hace. Ni va a resultar igual de satisfactoria la experiencia en un hotel en el que su personal puede informarte sobre rutas, recorridos y servicios específicos para ciclistas o incluso proporcionarte los tracks de las rutas recomendadas que en el que no.
Un ciclista deportivo necesitará además ciertas garantías para guardar su bicicleta con seguridad. Valorará también equipamientos como zonas de taller o de lavado para su bici y resultará encantado si puede contar con ofertas o servicios específicos como menús y horarios de comidas adaptados, accesos a instalaciones deportivas o la contratación de servicios extra como avituallamientos en ruta, guías o suplementación deportiva.
Por no hablar de la satisfacción que le generarán otras posibilidades extra como la de visualizar y seguir, a través de una app en su móvil, rutas seguras recomendadas por el propio hotel; la de de participar en retos ciclistas con sorteos o recompensas durante su estancia o la de alquilar la bici que desee desde la propia web del hotel en el momento de reservar su alojamiento.
La especialización, también en nuestras estrategias de marketing
Por supuesto, no hay especialización que valga si no somos capaces de comunicar con éxito todos nuestros esfuerzos. Es el momento de comunicar. De enamorar. De hacer soñar a nuestros futuros clientes desde sus casas.
Las nuevas herramientas de marketing online nos permiten acompañar al cliente durante toda las fases del ciclo de viaje: desde que anda buscando inspiración sobre destinos en internet hasta que vuelve a su casa y comparte la experiencia vivida a través de sus redes sociales.
Por eso, si optamos por la especialización en cicloturismo, el hotel o destino debe ser capaz de hacer valer su apuesta durante todo el proceso:
- Una buena estrategia de SEO y marketing de contenidos, así como un uso adecuado de las redes sociales le permitirá posicionarse como destino de referencia para ciclistas en los canales en los que estos buscan inspiración e información.
- La implementación de estudiadas estrategias de remarketing, así como un diseño adecuado de la experiencia de usuario en su página web, facilitarán la conversión.
- Una correcta estrategia de email marketing, desembocará en la fidelización y en la consecución de los ansiados clientes recurrentes…
Son miles las posibilidades que nos brinda el mundo del marketing online, pero el hotelero es un sector especialmente complicado y con una enorme competencia. Por eso, la especialización cobra todavía mayor relevancia. Saber a qué tipo de cliente/ciclista se adecúan más nuestro entorno y nuestras instalaciones y dónde podemos encontrarlo, será la vía más segura para obtener buenos resultados sin tirar el presupuesto.
En definitiva, poner el foco en un nicho de clientes concreto permite adaptar el producto y todos los procesos a sus necesidades concretas y, por tanto, incrementar las opciones de reservas.
Pero como hay que tener claro que la especialización es el resultado de una meditada estrategia que pasa, no solo por la generación de un producto y servicio diferenciado y de alta calidad, sino también por el diseño de un itinerario exclusivo de captación y de atención al cliente durante todo el proceso.
Todo ello, con la vista puesta en el objetivo que tanto nos preocupa ahora: ser capaces de desestacionalizar nuestra oferta y captar a nuevos tipos de turista para garantizar un flujo constante de reservas a lo largo del año en nuestros hoteles.
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