Cómo está afectando el COVID-19 a la industria aérea
6 mayo, 2020 (11:32:59)South African Airways se declara en bancarrota, Air Mauritius ha entrado en “administración voluntaria”, Norwegian declara en quiebra cuatro filiales en Dinamarca y Suecia, Virgin Australia se encuentra al borde del colapso… Éstos son sólo algunos ejemplos de cómo está afectando el COVID-19 a la industria aérea.
Debido a las medidas de contención establecidas por las autoridades, como las restricciones para viajar, es posible que el transporte sea uno de los sectores más afectados por esta pandemia. Ante la caída exponencial de la demanda de pasajeros, la IATA eleva a más de 300.000 millones de dólares las pérdidas de las aerolíneas por la crisis del COVID-19 y augura que 25 millones de empleos ligados a la aviación están en riesgo.
La duración de la crisis y la perspectiva de que la normalidad tardará en llegar, impacta con fuerza en un sector debilitado como el transporte aéreo, donde la supervivencia de muchas aerolíneas está en el aire.
Ante esta situación, una de las respuestas de los gobiernos ha sido la nacionalización de aerolíneas. El caso de Alitalia es el más destacable donde el Ejecutivo de Giuseppe Conte ha anunciado que tomará el control de la aerolínea italiana, en concurso de acreedores desde el año 2017, a fin de evitar su desaparición.
Otras de las medidas que emergen como solución son las ayudas públicas. Son varios los gobiernos que han anunciado apoyo financiero para sus compañías nacionales. En este sentido, el Gobierno francés ha concedido ayudas públicas por valor de 7.000 millones de euros a la aerolínea Air France como apoyo para superar la crisis generada por el coronavirus. La ayuda tiene la forma de una garantía estatal para préstamos y un préstamo de accionistas a favor de la compañía gala, con el objetivo de ofrecer a Air France un apoyo de liquidez urgente.
Por su parte, la aerolínea Lufthansa se encuentra actualmente negociando con el Gobierno alemán ayudas públicas de unos 10.000 millones de euros que representarían la viabilidad futura de la compañía aérea. Aún está por ver si será a través de créditos con garantías estatales que le lleguen a través del Instituto de Crédito para la Reconstrucción, una entidad de titularidad pública, o por medio de una participación del estado en su accionariado. Según el diario alemán Der Spiegel, el Gobierno alemán tomaría el control del 25% de la propiedad de Lufthansa.
En el caso español, el Gobierno ha aprobado medidas como aplazamiento de pagos de tasas aeroportuarias y de navegación aérea, además de fórmulas de apoyo financiero generales establecidas para mejorar la liquidez de las empresas. En este sentido, cabe señalar que las aerolíneas Iberia y Vueling han suscrito contratos de financiación sindicada bajo el sistema de protección del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por un importe que entre ambas asciende hasta los 1.010 millones. El acuerdo está dentro del marco legal establecido por el gobierno español para mitigar el impacto económico en el sector aéreo.
Cabe reseñar que, si bien, como arriba se ha mencionado, cuatro filiales de la aerolínea Norwegian se declararon en quiebra el mes pasado, sus accionistas han votado a favor de la conversión de la deuda del grupo en acciones, un canje necesario para acceder a la línea de rescate ofrecida por el Gobierno noruego. Norwegian, que sostenía que sin este apoyo apenas tenía caja suficiente para sobrevivir hasta mediados de mayo, se dispara en Bolsa.
Debe tenerse en cuenta que la quiebra de aerolíneas conllevará un perjuicio para el pasajero dado que a menor número de aerolíneas, menos competencia, lo que implicará un aumento del precio de los billetes y una disminución de la conectividad aérea por lo que se eliminarían las rutas menos rentables.
Marta Guerrero
Asesora jurídica especialista en Derecho Aeronáutico
mguerrero@monlexabogados.es
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