Guías de turismo profesionales: responsabilidad
21 mayo, 2020 (10:56:23)Los guías de turismo profesionales tenemos una certeza, y es que la seguridad es lo primero.
Entre los principios propuestos por la Organización Mundial de la Salud para el control de la propagación de la COVID-19, merece especial atención la necesidad de minimizar los riesgos en lugares con alto potencial de contagio como lugares cerrados y lugares públicos donde se produce una gran concentración de personas; y de continuar protegiendo los derechos a la vida, a la integridad física y a la salud de las personas.
En base a esto, las autoridades sanitarias españolas han decretado el Estado de Alarma, restringido los traslados de la ciudadanía y ordenado el cese de ciertas actividades que suponían la interacción entre personas de diferentes procedencias. Cerraron calles, monumentos y museos, y tuvimos que recordarles que eso implicaba también la interrupción de nuestras visitas turísticas.
Todos tenemos ganas de trabajar de nuevo y ganar dinero. Idealmente, en una nueva normalidad donde se respete nuestra cualificación, las cargas laborales y fiscales se ajusten a la estacionalidad, se refuerce la formación en lugar de promover la precariedad para mayor beneficio de multinacionales. Un turismo diverso, integrador y sostenible que ponga en valor todo lo que aquí hacemos bien.
Ahora, más que nunca, los guías de turismo profesionales tenemos unha gran responsabilidad: frente a nuestros potenciales clientes, a la población local y a nuestras familias. Como todos los trabajadores que en este país pagamos impuestos y cotizamos a la Seguridad Social, nos preocupa seguir manteniendo el estado del bienestar. Nuestra actividad, como todas las vinculadas a la cultura y la divulgación del patrimonio, es muy importante, pero en estos momentos de emergencia no es esencial. Por respeto y en solidaridad con todo el personal sanitario que se está dejando la piel en sacarnos de ésta, nuestra contribución al esfuerzo común consiste en quedarnos en casa.
En las fases 1 y 2 de la llamada "desescalada" se permiten actividades de turismo activo y de naturaleza con grupos limitados de participantes. El coronavirus SARS-coV-2 se contagia entre personas, por contacto o por proximidad que transmita la suficiente carga viral, y en campo abierto es relativamente posible guardar una distancia sanitaria preventiva. Entendemos que no es el mismo caso el de recorridos en poblaciones donde no solo hemos de tener en consideración a los miembros del grupo, sino al resto de los viandantes. ¿Cómo se puede justificar el deambular ociosamente por una ciudad o un territorio, cuando muchos de sus vecinos aún tienen limitados los horarios para realizar actividad física?
Esperamos volver pronto a las calles y a compartir con muchos turistas nuestra riqueza patrimonial pero solo en el momento en que ello no ponga en peligro ni a nosotros, ni a ellos, ni a los habitantes de nuestros pueblos y ciudades. Nos lo tomamos en serio. Somos profesionales.
Con suerte, cuando llegue ese día las autoridades competentes se acordarán de avisarnos.
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