La factura de la discordia del chiringuito de Ses Illetes
9 agosto, 2015 (14:19:48)La factura de la discordia del chiringuito de Ses Illetes
Ya van dos artículos en 02B a consecuencia de un tique en el que se totalizan 337,35 euros, con una base imponible de 305,36 euros, en el que aparecen los siguientes cargos 29,21 euros de IVA al 10% y 2,78 de IVA al 21%, totalizando el IVA 31,99 euros.
Lo curioso del caso es que la base imponible que corresponde a 2,78 euros de IVA al 21% son 13,25 euros, totalizando 16,03 euros a pagar, cifra que no conseguiremos encontrar, con ninguna combinación posible de los cargos que aparecen en el tique.
Si tomamos las cifras resultantes para los 29,21 euros de IVA al 10%, al que corresponde una base imponible de 292,10 euros, y una cifra a pagar de 321,31 euros, nos encontramos con el total a pagar de 337,35 euros (con diferencia de 1 céntimo de euro por efecto de los redondeos.
Ahora calculen ustedes las posibles combinaciones con los precios IVA incluido que aparecen en el tique, y aclárenme que conceptos tienen IVA al 10% y a cuales les corresponde el 21%.
Vienen estos elementales cálculos a cuento de la serie de post que estoy escribiendo bajo el título de ¿Somos usuarios de los avances tecnológicos o papanatas tecnológicos? , y especialmente del correspondiente al capítulo 1, que se publicó el 04 de agosto del 2015, que comienzo con la pregunta ¿Está reduciendo la tecnología la capacidad de desarrollo intelectual del ser humano?, y que encuentro que puede resultar muy oportuna, cuando en muy pocos días el 07/08/2015 leo en artículo de la redacción de “02B” Un chiringuito de Formentera hace el agosto con una pareja de turistas, y al día siguiente 08/08/2015 otro artículo de Carles Huguet en el mismo medio con el título El chiringuito de los 300 euros: de seducir a De Niro a enfurecer al turismo, porque el problema es que en todas las noticias se incide en lo puramente anecdótico, si el precio es caro o barato, si el local ubicado en la arena de la playa de Ses Illetes, es un chiringuito de playa o un restaurante de alto standing, si ese restaurante pasa de ser visitado por De Niro y la sociedad VIP de la zona, por ser un establecimiento de características Premium, o es solamente un producto de marketing atractivo para pijo ricos, que selecciona a sus clientes a través del precio, cobrando cifras insultantes para la mayoría de potenciales clientes.
En un país donde hay libertad de precios, siendo solo necesario a nivel legal, comunicar éstos al organismo competente y en la carta y menús, a disposición del cliente, no veo justificación para el escándalo que se está organizando alrededor de esa noticia, cuando lo mollar del caso, lo que a mi juicio podría tener justificación para escandalizarse, es que nadie se dé cuenta de que el tique o factura, está mal hecho con cargos que no corresponden a la realidad, y que ello solo puede ser consecuencia de una equivocada programación de la máquina registradora de la que sale el tique, y de lo que nadie se da cuenta, por la falta de capacidad de la mayoría de la población para detectar los errores de cálculo, provocados en unos casos por la mala programación de las máquinas que utilizamos, y en otros por simples errores a la hora de pulsar los botones de la misma, y siempre con las mismas consecuencias, se dan por buenos los resultados que nos ofrecen las nuevas tecnologías, por no habernos sabido adaptar a las mismas, con un mínimo de espíritu crítico, que nos ayude a aprovechar sus ventajas, sin caer en el papanatismo del que trato que nos hagamos conscientes, para evitar los efectos secundarios negativos que puedan derivarse de éstas.
Tan poca capacidad de análisis hace que a la mayoría de la población, solo le lleguen a la mente, mensajes muy elementales por medio de imágenes distorsionadas de la realidad a través de la publicidad y el marketing, dejándoles indefensos frente a los mismos, pudiera ser bueno, que en algún momento nos parasemos a pensar sobre lo que estamos haciendo para garantizar a las nuevas generaciones, la capacidad de libre albedrío, para que puedan tomar sus propias decisiones sin verse sometidas a la dictadura de las máquinas.
En más de una ocasión he preguntado a alguno de mis colaboradores, o a asistentes a algún curso que estaba impartiendo, como cerrarían las cuentas de clientes del día anterior, o como cobrarían la factura a la salida de un cliente, si se hubiese ido la luz, y no funcionasen los servicios auxiliares, grupos electrógenos o baterías de los que se pudiese disponer, y en muy pocos casos me han dado alguna respuesta coherente, porque para la mayoría, no existe alternativa alguna, si no disponen de máquinas que les realicen las anotaciones y cálculos correspondientes a todos los hechos que ocurren en el hotel, cargo de servicios realizados, pagos a cuenta, movimientos de entrada o salida, o controles de cualquier tipo, quedarían anclados en un limbo tecnológico, al que serían incapaces de acceder.
A mi me crea un sentimiento de ansiedad, que me obliga a buscar respuestas, que sin renunciar a los avances que me proporcionan las nuevas tecnologías, me permita mantener un cierto control, sobre los posibles efectos secundarios que pudieran afectarnos de forma negativa.
Autor: Miguel Angel Campo Seoane
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