Viaje a Medellín: primer contacto
13 septiembre, 2015 (02:00:11)Me encuentro en Medellín, Colombia, para asistir a la Asamblea General 2015 de la Organización Mundial del Turismo (OMT) como enviado especial de HOSTELTUR.
Durante los próximos días, representantes de 158 países debatirán en esta ciudad sobre el futuro del turismo, nuevas estrategias de colaboración internacional, los retos del transporte aéreo... Temas que constituirán el eje de mis crónicas.
Además de las noticias que generará la propia asamblea general de la OMT y que saldrán publicadas en hosteltur.com, también intentaré reflejar mis impresiones personales sobre este viaje a través de una serie de posts en la Comunidad Hosteltur.
BARCELONA-BOGOTÁ-MEDELLÍN CON AVIANCA. El Airbus 330 que ven en la fotografía, estacionado en el aeropuerto de El Prat, me llevó de Barcelona a Bogotá en un trayecto de casi 11 horas. El tiempo pasó bastante más rápido de lo que me imaginaba gracias al sistema de entretenimiento a bordo: pude ver películas nuevas y clásicas (Mad Max, Casablanca, Cuatro bodas y un funeral), escuchar música (Diana Krall)... No obstante, si mides 1,85 metros y viajas en clase turista es complicado encontrar una buena postura para echar una cabezadita. Al aterrizar en Bogotá, el sobrecargo anunció: "¡Bienvenidos a la rica tierra colombiana!".
Al transitar por el aeropuerto de Bogotá hacia el vuelo de conexión a Medellín tuve la sensación de estar caminando por cualquier terminal europea por la calidad de las instalaciones, la limpieza, las tiendas, mucha gente con móviles... Pero hubo dos aspectos que me llamaron la atención: vi hasta cuatro agentes de policía paseando con perros y por otra parte la amabilidad del personal de tierra del aeropuerto al que iba preguntando. Sonrisas francas, nada forzadas. Amabilidad natural. Hospitalidad. Cosas básicas que cada vez cuesta más encontrar cuando viajas por España y Europa.
BUENOS DÍAS MEDELLÍN. Quizá la parte más difícil del viaje fue el transfer que me llevó del aeropuerto de Medellín a la ciudad. Fueron 45 minutos pasadas las doce de la noche que se me hicieron una eternidad. Sería por el cansancio acumulado, el frío (yo sólo iba con manga corta, grave error al caer la noche aquí), las curvas de la carretera, la música que llevaba el conductor... En fin, que al llegar al Diez Hotel caí rendido en la cama y me dormí al instante.
Esta mañana, a eso de las 6:30, ya estaba despierto. Medellín es una metrópoli de 2,1 millones de habitantes y en los últimos años se han construido nuevos barrios en las laderas que rodean la ciudad.
DESAYUNO PARA RECUPERAR FUERZAS. A las 8 de la mañana he ido directo a intentar cumplir uno de mis objetivos de este viaje: conocer la comida colombiana. Así que nada de croissants ni tostadas con mantequilla. Después de la fruta fresca (melón, papaya, mango), me he servido del buffet esta amalgama de arroz, estofado, empanadillas y un pastelito de carne envuelto en una hoja verde.... Rico, rico, rico.
TAXI AL CENTRO. El taxi desde el hotel a la plaza de Botero o "parque de las esculturas", en el centro de Medellín, ha costado el equivalente a 5 euros. Alrededor de esta plaza hay una vibrante actividad comercial, con cientos de tiendas, puestos callejeros, vendedores ambulantes... Sobre todo se vende calzado, ropa, comida, zumos para llevar, recuerdos... No hemos tenido sensación de inseguridad en ningún momento y cada quince o veinte minutos vas viendo agentes de policía a pie, en moto o coche.
PABLO ESCOBAR, DE NARCOTRAFICANTE A ICONO. El taxista que nos ha llevado de vuelta al hotel, al saber que éramos españoles, nos ha preguntado si habíamos oído hablar de Pablo Escobar. El líder del cartel de Medellín, abatido en un tiroteo en 1993, despierta sentimientos contradictorios entre los habitantes de esta ciudad, según nos confiesa el conductor. "Se enfrentó al Estado y ordenó el asesinato de policías", dice el taxista. "Pero también hizo cosas por la ciudad", añade. Cosas pagadas con el dinero de la droga y la extorsión, claro. Hoy, el rostro del jefe mafioso aparece en camisetas que se venden en las tiendas de Medellín, como si fuera un icono pop, e incluso ha inspirado la ruta turística Pablo Escobar.
LA CATALUÑA DE MEDELLÍN. Desde el asiento del taxi he tomado la fotografía de este autocar que, para alguien como yo que viene de Barcelona, le resulta una imagen cuanto menos curiosa. "Cataluña es un barrio de Medellín, se encuentra al lado del barrio Pablo Escobar", me indica el taxista.
UNA CIUDAD EN MOVIMIENTO. La mayoría de los taxistas que se ven por Medellín son vehículos pequeños que se mueven con mucha agilidad por la ciudad. Quizá demasiada. Hay cerca de 50.000. También existe una línea de metro y numerosas líneas de autobús.
Es una ciudad de contrastes: se sigue viendo pobreza en las calles, pero también una renovada flota de vehículos particulares. El crecimiento económico y los cambios que ha experimentado Colombia en la última década se refleja en las calles de esta metrópoli.
Un cartel colocado por las autoridades municipales da a conocer que "la nueva Medellín" tiene 19 colegios nuevos y 436 mejorados y otro cartel justo al lado nos recuerda que la tasa de homicidios es la más baja en los últimos 35 años: Medellín pasó de 6.349 homicidios en el año 1991 a 658 el año pasado.
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