La estrategia de comunicación internacional como oportunidad en la era post-COVID
7 septiembre, 2020 (16:30:49)La transformación digital, el reconocimiento de la marca y una estrategia acertada en la localización de contenidos en los mercados que atraigan un mayor tráfico de usuarios, pueden convertirse en la tabla de salvación de muchas empresas del sector de viajes y turismo después de la crisis del COVID-19.
Con el inicio de la pandemia del coronavirus, aerolíneas, cadenas hoteleras, turoperadores y compañías de transporte tuvieron que recurrir a sus proveedores de servicios lingüísticos para hacer llegar a clientes y medios de todo el mundo – con la mayor brevedad posible y en varios idiomas – sus últimas comunicaciones oficiales: página web, notas de prensa, actualizaciones en aplicaciones móviles, redes sociales, cartelería con informaciones de servicio etc.
Aquellos días de mensajes entrecruzados precedieron a un confinamiento en el que los servicios de estas empresas se han vuelto, si cabe, aún más indispensable. A pesar de la inactividad generalizada, traducida en cierres totales o parciales de muchos negocios con los consiguientes expedientes de regulación de empleo (ERTE), la Comunicación externa e interna no sólo se ha mantenido, sino multiplicado, con la consiguiente revalorización de las estrategias de localización de contenidos. En este sentido, más allá de una cierta reactivación del turismo nacional, el mejor ejemplo han sido los hoteles de algunos destinos que han logrado atraer – a una cantidad reducida, eso sí – de visitantes extranjeros.
Después de haber comunicado de manera eficaz su esfuerzo por crear un entorno seguro ya no sólo para los turistas, sino también para sus propios trabajadores y residentes, estos establecimientos han sabido adaptar sus negocios.
Han logrado no perder ni un ápice de su encanto, imagen y marca, y mostrar a sus clientes en su lengua materna que se encuentran en un lugar seguro gracias a la traducción de las distintas certificaciones de salud y seguridad.
Lo anterior ha sido posible gracias a la localización de contenidos de sus páginas web y aplicaciones móviles en los mercados que atraen a un mayor número de visitantes potenciales.
En estos tiempos, en los que se impone la reducción de costes, la integración de soluciones híbridas de inteligencia artificial (IA) en sus respectivas plataformas permitirá, por ejemplo, que las compañías puedan gestionar sus contenidos originales, automatizándolos al resto de idiomas pulsando tan sólo un botón. Para este efecto existen soluciones con plataformas de traducción automática segura.
Al usar entornos como Google Translate, se pone en riesgo los intereses y objetivos de las compañías porque pierden el derecho de la propiedad intelectual y se vuelven de dominio público. Algunas multinacionales de prestigio tienen prohibido usar motores de traducción automática para evitar fugas de información confidencial.
Por otra parte, y no menos importante la productividad se incrementa considerablemente con la combinación entre automatización y revisión humana. Algunas compañías tienden a revertir o paralizar sus contenidos internacionales, sin embargo no deberían dejar de hacerlo porque ahora existen soluciones más rápidas, fiables y económicas.
Además de las ventas y la comunicación, la traducción automática está directamente relacionada con otros ámbitos que han cobrado una vital importancia en estos tiempos de crisis, como el legal (adaptaciones legislativas), el de la formación (con la adaptación y localización de cursos corporativos a distancia) y la atención al cliente inmediata (chatbots).
La importancia de una buena estrategia
Por todos estos motivos, y en función de la recuperación de la economía, las empresas del sector van a tener que ser mucho más rigurosas a la hora de definir procesos, y de servirse de la transformación digital para aprovechar sus contenidos. Gracias a la analítica de datos, los proveedores de servicios lingüísticos pueden ofrecer a sus clientes la información necesaria para que estos puedan tomar decisiones que les ayuden a aumentar su tráfico y sus ventas en sus mercados más influyentes.
Llegados a este punto, muchas empresas están actuando de manera reactiva y pensando más en el ahorro a corto plazo, en vez de poner en valor las best practices del sector quizás por su desconocimiento. Estas prácticas a medio plazo pueden ser planteadas por los proveedores de servicios lingüísticos en su condición de expertos en la materia. Lamentablemente, la mayor parte de las veces, estos ven reducido su rol simplemente a nivel operacional, en detrimento del de consultores que permitirían a sus clientes aprovechar mejor sus partidas presupuestarias.
Cada compañía requiere soluciones a medida en la gestión y localización de contenidos. En este sentido, se recomienda una revisión de la estrategia actual, valoración de áreas de oportunidad y crecimiento, definición de procesos tecnológicos integraciones y flujos de trabajo, valoración de mercados o idiomas y definición de niveles de servicio combinados con IA y humana.
Las empresas del sector tienen que empezar a pensar no sólo en los mercados que se van a abrir o en los que los turistas vayan a viajar más, sino también, reconsiderar la importancia de la traducción en la estrategia de comunicación internacional. Antes del coronavirus, la traducción estaba vista como una mercancía poco valorada – que muchos pretendían pagar por palabra – y no como un medio para conseguir otro fin. Con la situación actual las empresas de traducción ayudan en el posicionamiento de su marca en nuevos mercados que contribuirán al crecimiento estratégico de la compañía y quién sabe si a su salvación definitiva.
Kayla Madsen, Directora de Desarrollo de Negocio del Área de Travel Solutions de TransPerfect
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