Estamos a tiempo para elegir entre turismo de masas y turismo de calidad - 5
19 octubre, 2015 (12:07:24)
¿Es ésta la hostelería que queremos en nuestro país?
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Cuando comencé a publicar la serie “Estamos a tiempo para elegir entre turismo de masas y turismo de calidad” me basaba en noticias que iban apareciendo un día tras otro en la prensa “on line” especializada, ahora cuando ya hemos publicado el cuarto post, nos encontramos en esta Comunidad con dos noticias sin desperdicio, la primera publicada el 14/10/2015, con el título BlueSense deja de operar el BlueSense Mar Menor por el mal estado de las instalaciones, y la segunda aparecida el día siguiente 15/10/2015 en la que Emserco Desarrollos S.L. comunica que la empresa gestora abandona la gestión del hotel, que ha rebautizado con su propio nombre, y a cuyo frente se puso hace solamente cuatro meses, Abandono del BlueSense Mar Menor: decisión unilateral y con deudas según la propiedad, al haberse hecho cargo de la gestión el 1 de junio pasado, habiendo aprovechado toda la temporada alta del establecimiento, abandonando la gestión al finalizar ésta, dejando según la noticia impagos superiores a los 200.000 euros, parte de ellos en suministros, con aviso de corte del suministro por parte de la compañía eléctrica, e incluyendo 90.000 euros adeudados a la empresa propietaria, por diferentes conceptos, entre ellos el alquiler.Fijándonos solo en la cifra presuntamente adeudada a la propiedad, podemos deducir que la mayor parte de esa deuda pueda corresponder al alquiler, de entre uno y tres meses, considerando que al menos el primer mes estará pagado, y que no es muy frecuente que la propiedad reclame de forma fehaciente el alquiler por un retraso de un solo vencimiento de éste, nos encontraríamos que si de esa deuda, 75.000 euros correspondiesen al alquiler, éste tendría que moverse entre un máximo de 75.000 euros mensuales, si la deuda correspondiese a solo un mes de alquiler, 37.500 euros si fuese el alquiler de dos meses, y un mínimo de 25.000 euros si correspondiese a tres, pensando que para iniciar la actividad haya pagado al menos un mes por adelantado. Rentas que representarían como mínimo 250 euros, 500 euros o 750 euros mes por habitación, o para hacerlo más sencillo, un coste de habitación ocupada día, que según porcentaje de ocupación sería de:
· Con 100% ocupación de 8,33 – 12,50 – 25,00 euros habitación ocupada.
· Con 90% ocupación de 9,26 – 13,88 – 27,78 euros habitación ocupada.
· Con 80% ocupación de 10,42 – 17,86 – 31,25 euros habitación ocupada.
· Con 70% ocupación de 11,90 – 20,83 – 35,71 euros habitación ocupada.
· Con 60% ocupación de 13,89 – 27,78 – 41,67 euros habitación ocupada.
· Con 50% ocupación de 16,67 – 25,00 – 50,00 euros habitación ocupada.
Los datos anteriores señalan la práctica imposibilidad de una gestión rentable del hotel que pagase la mínima de las rentas calculadas, por lo que no es de extrañar la existencia de no menos de 200.000 € de deuda, incluso de que pueda ser mayor, habiendo quedado pendiente pagos a proveedores, personal y seguridad social, ya que no es muy probable que un hotel al que están a punto de cortarle la luz, este al corriente en esos pagos, más cuando desaparece de escena, justo cuando iba a comenzar un puente con alto nivel de ocupación, dejando en la calle a 25 trabajadores, a los que si calculamos un coste medio de 2.000 euros mes, incluidas las partes proporcionales de pagas extras, vacaciones y seguridad social cargo empresa, totalizarían no menos de 50.000 € mes, si hacemos un cálculo similar al realizado para la posible renta, tendríamos un coste por habitación ocupada de:
· Con 100% ocupación de 16,66 euros habitación ocupada.
· Con 90% ocupación de 18,52 euros habitación ocupada.
· Con 80% ocupación de 20,83 euros habitación ocupada.
· Con 70% ocupación de 23,80 euros habitación ocupada.
· Con 60% ocupación de 27,77 euros habitación ocupada.
· Con 50% ocupación de 33,32 euros habitación ocupada.
Por lo que sin conocer la realidad de la renta pactada y teniendo en consideración que es un número insuficiente de trabajadores para un hotel de cuatro estrellas y unas 100 habitaciones, dado que de ellos solo estarían en servicio una media de 18 trabajadores día como máximo, elijan la menor renta mensual considerada, y díganme que cálculos pudieron haber realizado, tanto la empresa gestora, como la que ostenta la propiedad del hotel, la primera para comprometerse a pagar ese alquiler, y la segunda para creer que alguien se lo podría pagar.
Si con un mínimo de conocimiento sobre la gestión hotelera se mira en internet y encuentra enlaces a la empresa a la que piensa ceder la gestión de su hotel, promocionándose con slogans como: Baratísimo! - 25 - 60% De Descuento - por 29,0 €, Ahorra 42% Hoy - Resort Baratísimo, y en páginas en las que tras su propio nombre, dice Hoteles Baratos desde 14 €, que imagen pueden percibir los clientes que puedan pagar precios que permitan a ese propietario cobrar la renta que ha pactado, porque con anuncios de esas características no creo que se puedan encontrar.
Como es posible que una empresa de gestión nos diga en enero de 2013 en un tweet, “Somos una cadena hotelera en expansión, innovadores en la experiencia que ofrecemos a nuestros clientes. Conoce nuestro primer hotel BlueSense Avila-Gredos”, y dos años más tarde el 29/01/2015 informa de que BlueSense Hotels & Resorts alcanza los 15 establecimientos, leyendo esas noticias, podríamos asumir una excelente carrera de una cadena hotelera con menos de tres años de vida, el problema es saber si la misma goza del respaldo económico y “know how” que cabría esperar de tan rápido crecimiento, o si se trata de un producto de marketing “on line”, porque si se quiere profundizar en el conocimiento de la misma, uno puede encontrarse con alguna que otra sorpresa, de los 15 establecimientos que dice haber alcanzado, en su página web, aparecen solamente 13, de ellos, 3 en Madrid, 2 en Barcelona, 2 en Alicante, 1 en Granada, 2 en Murcia y 3 en Portugal, de los que solo aparecen operativos 1 en Madrid, 1 en Alicante y 1 en Murcia, siendo este último el que da origen a las noticias en que se inspira este post, al haber abandonado la gestión a los 4 meses de iniciada ésta, de los otros 10 establecimientos aparecen los nombres anunciando su “próxima apertura” sin concretar fechas, ni dar referencia alguna de los otros dos.
Ante las noticias anteriores cabe ampliar la pregunta del título de esta quinta entrega, para pensar en ¿Quién miente?, como ejemplo basta abrir este link, o entrar en páginas con datos registrales, en las que se puedan encontrar los cambios de titularidad de gestores y propietarios, y existencia de diferentes mercantiles, como sociedades limitadas con capital social que difícilmente podría hacer frente a las responsabilidades que pudieran derivarse de los contratos que realizan, dejando desamparados a quienes contratan con ellas de buena fe, al existir algunas empresas que hacen negocio mediante la presentación de concurso de acreedores, y el traspaso de la gestión de una a otras con parecidas características.
Si bien los cambios de razón social e incluso de capital, son perfectamente legales, podría hacernos ver que puede ser preciso incluir en la legislación vigente sobre sociedades, algún tipo de responsabilidad de los administradores de los diferentes tipos de sociedad, que permitan adecuar las límitaciones del capital social de las mismas, a los riesgos que asuman éstos en el ejercicio de sus funciones, con el fin de dar amparo a los intereses del resto de socios, empleados, organismos oficiales, proveedores e incluso clientes.
No se trata de buscar culpables de la situación, porque cuando hay dos versiones tan dispares de ésta, alguna de las partes no dice la verdad, y deberá ser la justicia quien determine responsabilidades, pero desde una perspectiva puramente profesional, puede ser preciso que nos preguntemos, si es éste el modelo de hostelería y de gestión hotelera que queremos para nuestro país, y si la formación que se ofrece en nuestras escuelas de hostelería y centros universitarios en el ámbito del turismo son adecuados a las necesidades de esta industria.
Por otra parte, es importante no sobrevalorar la inversión hotelera, si queremos que ésta sea rentable, y para ello el valor del hotel debe permitir la obtención por parte de la empresa que lo gestione, ventas que cifren alrededor del 40% de ese valor, generando un beneficio bruto de explotación de entre el 25 y 30 por ciento de las ventas, si la propiedad mantiene el riesgo de la gestión, o cediendo una parte a la empresa gestora.
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Autor: Miguel Angel Campo Seoane
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