Las tres tareas vitales y urgentes del turismo español
11 noviembre, 2020 (08:42:12)El turismo español se enfrenta a tres tareas urgentes de cuya gestión eficaz depende no sólo el mantenimiento de su posición de liderazgo en el futuro sino su supervivencia inmediata.
· La primera es el mantenimiento de la estructura productiva. En un artículo anterior de esta serie se recogía la diferencia acuñada por el economista de la OCDE, Miroudot, que distingue entre “robustez” de un sector como su capacidad para mantener su actividad durante una crisis, y “resiliencia” como su capacidad para recuperar el nivel de actividad previo a la crisis. Por lo que se refiere a la “robustez”, todos los sectores del turismo español están en peligro: las compañías de transporte aéreo, marítimo y terrestre, los intermediarios, como GDS y agencias de viaje, la hotelería, el ocio, etc. Pero, quizás, el subsector más castigado y más débil desde el punto de vista empresarial es el de la hostelería. Y la restauración y los bares constituyen una actividad, generalmente calificada como complementaria, pero que es sustancial y distintiva de la oferta turística española.
El Gobierno no ha reaccionado con la rapidez y la eficacia que serían exigibles dado el inminente riesgo de colapso de la actividad. Las restricciones e incluso la cesación de la actividad de restaurantes y bares ha sido impuesta por decisiones administrativas, es decir por causas externas basadas en consideraciones de bien común. Es un principio de derecho que los particulares que soportan un perjuicio en beneficio del bien general están legitimados a recibir una compensación por su contribución a los intereses generales. El Gobierno aplica criterios restrictivos, ya que incluso el recurso a los ERTE se ha venido denegando con el argumento de que los mismos se justifican por el cese de la actividad y los restaurantes y bares pueden dedicarse a la preparación de comidas por encargo y a domicilio, aunque parece que acaba de flexibilizar esta posición. Ante esta actitud de abandono, algunas Comunidades Autónomas, como Galicia y Andalucía, están diseñando planes de ayuda a fondo perdido.
Frente a esta ausencia de ayudas por parte del Gobierno español, otros países de la Unión Europea, en los que el turismo no tiene la importancia vital que en España representa para la economía nacional, están aplicando planes de ayuda directa al sector turístico. Los países emisores no han dudado en aprobar planes de rescate amplios para las empresas turísticas que se han visto afectadas por la pandemia. COMPETUR, alianza impulsada por “Hostelería de España” ha elaborado un estudio comparativo de los planes que están aplicando los distintos países europeos para salvar a sus respectivos sectores turísticos y que suponen una inversión de más de 130.000 millones de euros. Según este estudio, y tal como ha publicado HOSTELTUR, España (12,5%) y Portugal (8%), cuyos sectores turísticos representan un mayor porcentaje del respectivo PIB, aglutinan solamente el 5% de la inversión total. Cuatro países han reducido el IVA a la hostelería, dos han reducido el IVA a los servicios turísticos, y ocho países han optado por reducir ambos. Además, cuatro países optan por ir más allá y combinan las bajadas del IVA con los bonos turísticos. España es uno de los países europeos que no ha aprobado ni una ni otra medida. Lo equitativo y eficaz es que hubiera un Plan Nacional.
Se evitarían así desigualdades entre las empresas y trabajadores de las distintas regiones y se utilizarían en condiciones de igualdad los fondos europeos, como están haciendo otros países miembros de la Unión Europea. La Generalidad de Cataluña acaba de convocar la tercera línea de ayudas a empresas y autónomos turísticos. En ella no se menciona a la hostelería, a pesar del grado de desesperación de este sector que ha generado actos de crispación censurables.
· La segunda tarea está relacionada con la “resiliencia”, que, según Miroudot, es la capacidad de recuperar la actividad previa a la crisis. En este área, el Plan de Recuperación de la Unión Europea supone una oportunidad que no puede ser desaprovechada. Las Asociaciones Empresariales españolas han de elaborar conjuntamente un Plan, ambicioso y realista a la vez, de acuerdo con las líneas que define el Plan Europeo de Recuperación (digitalización, sostenibilidad, energía) que puedan aplicar las empresas turísticas de cualquier tamaño. El sector turístico español tiene instrumentos, como el ITH, con capacidad técnica para llevar a cabo esta tarea. El Plan se sometería, con el apoyo de la CEOE, al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para que sea asumido por el Gobierno. Entonces podrá comprobarse de manera incontrovertible si el Gobierno reconoce el papel fundamental del turismo en la economía española.
· La tercera tarea, también relacionada con la “resiliencia” es la recuperación de los mercados. La reacción económica y social al anuncio de una vacuna eficaz y la respuesta de la demanda en cuanto la pandemia ha permitido un respiro demuestra un alto deseo de viajar. Así lo confirman los informes de las Oficinas Españolas de Turismo. El viajero potencial, confiado en los estudios sobre la seguridad sanitaria del viaje en avión realizados por la Secretaría de Defensa de los EE.UU. e IATA ha desechado los temores iniciales. El factor clave imprescindible es poner en marcha un sistema generalizado de test previos al viaje. Es difícilmente comprensible la falta de capacidad de la Comisión Europea y de los Gobiernos para no llegar a un acuerdo y que sea el sector turístico –operadores (TUI), líneas aéreas (Lufthansa, Iberia), aeropuertos (Frankfurt, Munich), destinos (Canarias), hoteleros Room Mate) el que esté asumiendo el impulso e incluso los costes de unas pruebas que son responsabilidad de los poderes públicos al diseñar y aplicar su política sanitaria. ¿Si se exigen determinadas pruebas y vacunas para viajar a lugares en los cuales existen riesgos sanitarios de distinto tipo por qué no se aplica el mismo criterio en el caso del covid-19?
Si este análisis es correcto, el sector turístico privado y las Asociaciones que lo representan (Mesa del Turismo, Exceltur, CEHAT) deberían centrarse en objetivos muy específicos en estos tres campos: test en origen/destino; ayudas directas para fortalecer la “robustez”, y diseño de un plan realista común y consensuado de recuperación. Estos son los grandes retos a los que se enfrenta el turismo español. De la capacidad de respuesta de sus protagonistas privados, empresarios y trabajadores, y de las Administraciones públicas responsables depende su futuro.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta opinión no tiene comentarios.