Reflexiones sobre la limitación del todo incluido
10 noviembre, 2015 (10:44:06)Hoy escribo esto porque estoy un poco harto de las constantes declaraciones por parte de algunos partidos y algunas asociaciones pidiendo un control y una limitación de la oferta de todo incluido en las zonas turísticas, cosa que personalmente me parece una locura y por eso me gustaría compartir un par de reflexiones con ustedes.
El todo incluido es un servicio del hotel que nació por la demanda de un tipo de cliente, que quiere tener su presupuesto cerrado desde el origen, y que por lo tanto, en caso de no existir el todo incluido, muy posiblemente estos clientes busquen otro hotel u otro destino para ir de vacaciones.
Muchos restaurantes se quejan alegremente de que el todo incluido les resta clientela, cuando ni siquiera paran un segundo a mirar si el servicio y la oferta gastronómica que están ofreciendo es lo suficientemente atractiva como para sacar a un cliente del todo incluido para probar su paella de tetrabrik, o sus pizzas congeladas.
Por experiencia sé que los restaurantes que ofrecen una buena y diferenciada oferta gastronómica, suelen ser un éxito.
Si es por acabar con el negocio, ¿por qué no acabamos directamente también con la media pensión o mejor aún, obligan a los hoteleros a vender en solo alojamiento? La cena de la media pensión resta negocio a los restaurantes que ofrecen cenas, y el desayuno a las cafeterías de las zonas turísticas.
Si es por tener un mejor reparto, que me quiten los cruceros en su mayoría dados de alta en paraísos fiscales, y que ocupan plazas de avión que podrían ser ocupadas por gente que quiere dormir 10 días en nuestros hoteles.
Y por pedir ¿por qué no pedimos también que se eliminen los supermercados? No solo nos restan producción, sino que además, causan un espectáculo tan lamentable como ver a clientes en nuestras piscinas con la litrona de cerveza comprada en el super, o cargando garrafas de agua.
En una economía de libre mercado, el que implanta las tendencias no es el hotelero, es el mercado, y los hoteleros solo nos adaptamos a la demanda para intentar ofrecer al nuestro cliente el servicio que está buscando, y las mejores vacaciones posibles. Qué recuerden los políticos, que el que se juega su patrimonio, no son ellos, son los empresarios.
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