Apiturismo
Una gran oportunidad para el viaje de proximidad 3 febrero, 2021 (08:15:29)El apiturismo es una de las formas más sostenibles de viajar: conocer el fascinante mundo de las abejas, el arte de la apicultura y su determinante papel en la preservación de la biodiversidad, con alicientes para el turismo de proximidad, como la gastronomía local y el contacto y cuidado de la naturaleza.
Como respuesta al interés que despiertan las abejas en la regeneración de la flora, y la apicultura como industria tradicional que facilita una peculiar interacción del visitante con la naturaleza, surge el apiturismo. Un viaje con el que se aprenderá sobre la importancia de estos insectos por su función polinizadora y aporte a la biodiversidad, en una experiencia de agroturismo inolvidable.
Modalidad turística alternativa, el apiturismo ofrece grandes posibilidades para la interacción con la naturaleza, el aprendizaje, la evasión y las vivencias auténticas; aspectos todos ellos considerados por los teóricos del turismo experiencial para la elaboración de experiencias relevantes para el turista. Para los profesionales del sector consiste en un producto en desarrollo, con un impacto regenerativo en el ecosistema y las comunidades rurales. Se fusiona así, la tradición del oficio de generaciones de apicultores, con una forma innovadora de turismo sostenible, que completa a su vez, otras modalidades turísticas, tal como el turismo de naturaleza, el ecológico, el agroturismo o el turismo rural.
¿Cómo ofrecer experiencias api-turísticas?
La búsqueda de prácticas responsables y vivencias auténticas es una tendencia ascendente en la sociedad actual, y motivación principal del turismo ecológico. Además, entre las actividades más enriquecedoras cuando se visita un colmenar, se encuentra la de observar el trabajo de un apicultor, ponerse el llamativo traje de protección y sentir la emoción de la interacción con tan peculiares insectos, aprendiendo tácticas de manejo y técnicas empleadas para la extracción de miel. Miel que luego será probada en una cata, o en la realización de recetas culinarias o bebidas reconstituyentes.
La miel y el apiturismo en el mundo
La miel natural está compuesta por numerosos nutrientes y ha sido aprovechada históricamente, como puede comprobarse en las pinturas rupestres de la Cueva de la Araña, en Alicante (7.000 a.C) y en los varios museos de la miel de la península; siendo España el primer país con cinco Denominaciones de Origen Protegidas (D.O.P) – Alcarria, Granada, Liébana, Tenerife y Villuerca-Ibores- y una con Indicación Geográfica Protegida (I.G.P) – Miel de Galicia - de este producto. Por otra parte, las rutas gastronómicas cuentan con productos únicos de reconocimiento internacional, como son el vino, el aceite de oliva y el jamón ibérico. No obstante, se encuentran menos difundidas las “Rutas de la Miel”, que pueden ser incorporadas a itinerarios turísticos con denominación propia o proponerse como producto independiente. Claro ejemplo de ello puede observarse en Eslovenia, donde una alianza público-privada ha creado las ApiRoutes, marca que fusiona destinos sostenibles, apicultura y viajes.
El interés por las abejas y las técnicas de recolección de miel ha dado también lugar al desarrollo de actividades de aventura en países como Nepal, donde se ofertan tours para ver en directo a los arriesgados “Cazadores de miel”; o en la isla de Trinidad y Tobago donde se puede tomar parte en “Safaris de apicultores”. Otros países han optado por criar abejas sin aguijón (i.e. Meliponicultura), e incorporarlo a su oferta turística, como por ejemplo México, ayudando al visitante a superar sus miedos frente a este insecto. Por otra parte, grandes hoteles como el Mandarin Oriental de París o el Marriot de Brooklyn Bridge en Nueva York han instalado apiarios en sus azoteas para ayudar así, a la polinización de la flora urbana y mejora del aire.
Futuro del Apiturismo en España
En el contexto de la crisis COVID-19 y con toda probabilidad en la de recuperación posterior, continuará la tendencia de una búsqueda de entornos naturales, grandes espacios, sin masificación y próximos a las ciudades. España tiene un enorme potencial para la implementación de esta actividad, por tener una riqueza natural muy diversa, contando con 15 Parques Nacionales y casi 2.000 espacios naturales protegidos, una ya reconocida reputación de país receptor, una premiada gastronomía, un reconocido patrimonio cultural y una valiosa tradición apícola, siendo en la actualidad, uno de los principales países productores de miel de la Unión Europea. Unas fortalezas en pueblos y aldeas de interior en peligro de abandono que hacen de la península ibérica, un espacio ideal para el desarrollo de esta actividad.
Por último, es el apiturismo, una modalidad de viaje que promueve el empleo rural de los jóvenes, lo que favorece el rejuvenecimiento poblacional, y una economía verde centrada en reducir significativamente los riesgos medioambientales y en mejorar el bienestar humano, por lo que será de interés para las administraciones locales su promoción.
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