¿Sueño olímpico?
¿Cual es el plan? 2 julio, 2021 (09:27:16)Mucho tiempo ha pasado desde la candidatura a Jaca 98. Una candidatura que perdió frente a la propuesta nipona de Nagano, superando en las votaciones a Salt Lake City, que posteriormente fue sede también de las olimpiadas de invierno.
Una candidatura para las olimpiadas de invierno que en aquel momento parecía posible tras el éxito de Lillehammer, un pequeño municipio del interior de Noruega, cuyo mayor éxito fue precisamente su tamaño. No había grandes distancias, los tiempos de desplazamiento entre diferentes competiciones eran pequeños y se favorecía la convivencia entre todos los deportistas, periodistas, etc.
Pero todo esto cambió cuando las olimpiadas de invierno comenzaron a tomar mayor envergadura y fueron albergadas por sedes mucho más grandes, especialmente desde la realizada en Salt Lake City.
Entonces el sueño olímpico de Jaca tenía una importante base y un fuerte respaldo.
La estrategia se basaba en potenciar la organización de eventos deportivos para demostrar la capacidad de organización (desde Universiadas al FOJE, campeonatos profesionales de patinaje artístico, hockey, etc.).
Los apoyos eran muy relevantes, desde el entonces presidente español del COI (Juan Alberto Samaranch), hasta los deportistas españoles que comenzaban a destacar en competiciones internacionales de deportes de invierno, como la tristemente desaparecida Blanca Fernández Ochoa.
Pero con los años, esa estrategia se fue desdibujando, hasta el punto en el que Jaca - Zaragoza renuncia a presentar una candidatura, dejando paso a Barcelona - Pirineus.
Y ahora ¿Cuál es el plan?
En algunos valles del Pirineo en los que seguimos viviendo del deporte invernal, recordamos con nostalgia esos años en los que todos los esfuerzos se alineaban con un objetivo común, ese sueño olímpico hoy abandonado. Toda esa estrategia de competiciones, apoyos y desarrollo de deporte invernal se ha ido desdibujando.
Y ante las recientes declaraciones del Gobierno de Aragón pidiendo mayor protagonismo en la candidatura de Barcelona, en los valles pirenaicos aragoneses no podemos mostrar más que perplejidad.
Una vez pasados los “fuegos artificiales”, los titulares de prensa, … En serio, ¿cuál es el plan?
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