Viaje al Planeta Benidorm (segunda parte)
13 mayo, 2016 (17:47:03)
En mi viaje al Planeta Benidorm me colé en las tertulias "Los cafés del Meliá", donde un grupo de notables de la localidad se reúnen semanalmente para charlar de los divino y lo humano.
Y allí me enteré de cosas muy curiosas. Por ejemplo, que los antepasados de los hoteleros de Benidorm fueron corsarios con licencia del Rey durante los siglos XVIII y XIX. Así me lo explicó Francisco Amillo, catedrático de Historia.
"Hubo una quincena de corsarios y el Estado los acabó contratando para que combatieran el contrabando a cañonazo limpio", me indicó. Pueden consultar más curiosidades históricas en el blog HistoBenidorm.
Con el paso de los años, aquella aguerrida gente de mar se pasó a la marina mercante o bien continuaron en el arte de la almadraba, la pesca del atún. Y sus descendientes, bajo el impulso del alcalde Pedro Zaragoza Orts, entraron en la industria hotelera a partir de la década de 1950.
Pero hay otro dato histórico que normalmente pasa desapercibido y que me apuntaron tanto Nuria Montes, secretaria general de la asociación hotelera de Benidorm HOSBEC, como Leire Bilbao, directora de Visit Benidorm.
Y es que mientras muchos hombres de Benidorm prestaban servicio en la Marina Mercante durante nueve meses al año en la década de 1950 y 1960, eran sus mujeres quienes dirigían los hoteles.
También el profesor de Sociología del Turismo Tomás Mazón, de la Universidad de Alicante, me apuntó otro hecho relevante sobre el papel de la mujer en la historia reciente de Benidorm.
"El sector turístico hizo mucho por la emancipación de las mujeres. Conocí a empleadas de hotel que habían venido de Castilla la Mancha y me explicaron que, con ocho añitos de edad, habían trabajado como mulas en el campo, literalmente, arrastrando aperos con una cuerda atada en la cabeza. Y aquí pudieron comenzar a ganar un sueldo digno".
Las historias de Benidorm no dejaban de sorprenderme mientras permanecí en aquel misterioso planeta. "¿Sabías que sólo 9 playas del Mediterráneo tienen una orientación sur-sur, que cinco de ellas están en España, y que dos son las playas de Benidorm?", me dijo el geógrafo Juan Díaz.
"Las ventajas son claras: más horas de sol; las corrientes y temporales afectan menos, y a pesar de que los edificios son muy altos, no hacen tanta sombra como en otras ciudades", me explicó. Pueden consultar otras curiosidades y notas de actualidad en el blog de Juan Díaz Ortuño.
Pero a medida que mi tiempo en Benidorm se acortaba, yo tenía más y más interés por conocer la figura del visionario alcalde Pedro Zaragoza Orts (1922-2008), una persona que no sólo impulsó la creación de un destino a partir de la nada, sino que contribuyó en gran medida al desarrollo de la industria turística en España.
Y había un hecho que comenzaba a sorprenderme: la curiosa relación amor-odio entre este personaje histórico y la localidad que él transformó en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo.
Varias de las personas con las que hablé en Benidorm sentían un verdadero afecto y cariño hacia el antiguo alcalde y me explicaron mil y una anécdotas sobre su valentía, humildad, creatividad, ilusión... Pero igualmente me reconocieron que Pedro Zaragoza también tuvo sus enemigos y gente que incluso abusó de su confianza.
Así, me llamó mucho la atención que, cuando finalmente decidieron dedicarle una calle en su honor, el nombre escogido fuera "calle Alameda Alcalde Don Pedro Zaragoza". Resultado: la gente simplemente dice "calle Alameda" y corremos el riesgo que su recuerdo se diluya entre las generaciones futuras...
Pasé mis últimas horas en Benidorm paseando por la playa de Levante y allí me topé con un curioso personaje, un buscador de oro.
"Esto lo hago como un hobby", me dijo. Se llamaba Wilhem, era de Holanda y me explicó que cada año viaja de vacaciones a Benidorm "durante los últimos 30 años". ¿Por qué es tan fiel a este destino? "Por el buen tiempo. Y además es barato".
¿Y encuentra muchas piezas de oro bajo la arena? Le pregunté. "Antes de la crisis, encontrabas algún pendiente, una cadena... Pero ahora cuesta mucho más. Debido a las dificultades económicas, muchos españoles han empeñado sus joyas".
Con joyas o sin ellas, los españoles han seguido acudiendo en masa a Benidorm.
De las 11,27 millones de pernoctaciones hoteleras que registró la localidad el año pasado, un total de 5,2 millones de estancias fueron realizadas por turistas nacionales.
Este verano probablemente se batirán nuevos récords turísticos y es posible que en algunos días en plena temporada alta superen el medio millón de personas en la ciudad, sumando residentes, viajeros que pernoctan en la localidad y turistas de otros municipios que vienen a pasar el día a la ciudad, a pasear, mirar, comprar, comer, bañarse, relacionarse....Porque ya se sabe que la gente suele ir y se mete en los sitios donde va la gente.
Es lo que tiene el Planeta Benidorm: nunca te deja indiferente.
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