Turismo, seguridad y reputación
18 julio, 2016 (18:35:15)
En la Actividad turística, el “qué dirán, el cómo nos verán o como nos perciben” es un aspecto consustancial para su suerte y devenir y por lo tanto, está muy presente en su día a día.
Y es que, todo destino desea apropiarse de ese estado o valor que representa la buena reputación para llegar a las mentes y los gustos de sus clientes, reales y potenciales, y con ello, alcanzar los objetivos previstos.
Hemos de pensar que la imagen y la reputación turística son una consecuencia de lo que se hace, de lo que ocurre y de lo que se dice como destino e interés turístico. De esta forma se va generando un poso de percepción que, todos deseamos, que sea lo más positivo posible.
Una reputación que parte de los productos, vivencias y experiencias que surgen de los recursos y atractivos de “carácter institucional” y, de la oferta de alojamiento y de restauración, la ser estos dos subsectores, los más significativos dentro de la gran maraña de servicios privados.
Además la reputación puede también estar dotada de lo que históricamente haya sido u ocurrido en mi país - destino, al margen de que la naturaleza de esos hechos tengo o no un carácter turístico.
Por ello, el mantenimiento y la alimentación continuada de una buena realidad – imagen, irá generando una reputación en sus destinos y empresas, algo que les permitirá poder hacer frente a situaciones de crisis e inestabilidad.
Pero cuando surge la inseguridad; la imagen y reputación de los destinos, puede llegar a resentirse muy profundamente y generar cierto rechazo.
Para que esa imagen - reputación turística no se convierta en algo efímero en momentos de crisis, será necesario dotarla de irrefutables particularidades. Son “situaciones particulares” que requieren de “actitudes particulares”. Llegados a este punto, considero que se impone lo que denomino
“Responsabilidad Social y Sectorial Turística”, como sinónimo de deber y conveniencia, en materia de imagen y reputación.
Que, en materia de información, sería aconsejable que…
·Sea lo más veraz y real posibles.
·Acumule todo un conjunto de factores diversos, turísticos y no turísticos, públicos y privados.
·Sea elástica y adaptada a cada una de las diferentes audiencias, nichos y públicos objetivo.
·Por derivación, sea capaz de ajustar la relación turista - destino continuamente, y más en esos momentos.
·Se imponga la coherencia frente los vaivenes y contradicciones.
·Disponga de las herramientas y de los factores de creatividad acordes con la sensibilidad existente.
En definitiva, que se siga generando ROCE y PROXIMIDAD con los mercados aunque las circunstancias nos empujen hacia la reclusión e inapetencia y esperar que escampe.
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