El encanto de descubrir Sudáfrica
24 agosto, 2016 (08:04:50)Durante este verano he tenido la oportunidad de viajar por primera vez a Sudáfrica, descubriendo un paÃs maravilloso, el cual recomiendo sin ninguna duda, tanto por la grata sorpresa que resultará para algunos sus instalaciones e infraestructuras (en muchos casos muy parecidas a las europeas) como, sobretodo, por el buen servicio servicio recibido y las ganas de cuidar al turista que desprenden.
Los 2 primeros dÃas los pasamos en Johannesburgo, uno en la ciudad y otro en la reserva de Entabeni, con un tremendo contraste entre un lugar y el otro, estando la ciudad saturada de gente, con grandes edificios y enormes atascos, en contraste con la tranquilidad y la paz que desprende la reserva.
Otro gran contraste aún se puede ver, por desgracia, en la forma de vida de sus habitantes. Recorriendo el barrio de Soweto (quizás el más emblemático de la ciudad y en el que estuvo afincado Nelson Mandela) sen encuentran fácilmente las distintas clases que aún conviven , con zonas de enormes mansiones prácticamente cerradas al exterior y, muy cerca de ellas, casas treméndamente humildes donde no es difÃcil imaginar que las condiciones de vida deben ser bastante duras.
A pesar de eso, y quizás por ser un viaje con un guÃa local, en ningún momento nos sentimos en una situación peligrosa ni comprometida, más bien al contrario, nos quedamos con ganas de conocer la zona con más detalle.
Llama la atención las ganas que tienen de que los turistas acudan y el hincapié que hacen en que la zona se ha vuelto mucho más segura de lo que lo fue hace algún tiempo, como ejemplo su invitación para que bajáramos "a hacernos un selfie para facebook" junto al cartel de Welcome to Soweto.
También visitamos el National Soccer City, el estadio en el que la selección española ganó el mundial de fútbol, que ahora se encuentra prácticamente abandonado y en medio de la nada.
Tras la visita a la ciudad y asistir a la presentación de la ruta que Iberia acaba de reabrir desde Madrid (como informó HOSTELTUR noticias turismo: Iberia regresa aJohannesburgo con un 100% de ocupación) , fuimos hasta la reserva de Entabeni, a unas 4 horas en autocar. Se trata de un lugar increible donde los animales se mueven libremente, cada uno por su territorio, y tienes la oportunidad de moverte entre ellos en un jeep gracias a la pericia de los simpáticos rangers. Tras la puesta de sol y cenar carne torrada mientras toca un grupo de música local, toca ir rápidamente a la cama (con manta eléctrica ya que el frÃo se nota bastante) porque el safari de la puesta de sol comienza a las 5 de la mañana.
Aquà de nuevo tuvimos la sensación en todo momento de recibir una gran atención por parte de todo el personal. La falta de profesionalidad que puedes encontrar en momentos puntuales la suplen con un trato excelente y siempre intentando ajustarse a lo que se les pide.
La última parte del viaje, tras un vuelo de 2 horas, fue en Ciudad del Cabo, y lo primero que llama la atención es lo diferente que resultar de Johannesburgo. Resulta una ciudad mucho turÃstica, con edificaciones coloniales en lugar de grandes edificios y un paseo marÃtimo enorme en el que encuentras a muchÃsima gente paseando, haciendo deporte, etc. También destaca una presencia mucho más amplia de gente de raza blanca, lo que se nota rápidamente desde la ventana del autocar.
DestacarÃa el puerto de Victoria y Alberto, un sitio por el que pasear, ir de compras, tomar algo o ver actuaciones con un gran ambiente y debajo de una esplendida noria.
Durante el trayecto también pasamos cerca del estadio de fútbol que se construyó para el mundial de 2.010, qué únicamente se utiliza de forma esporádica para algunos conciertos.
La última parada, el Cabo de Buena Esperanza, es un lugar que merece muchÃsimo la pena visitar. Ubicado en la parte sur, se suele decir de forma errónea que es el lugar donde se unen Atlántico e Indico, y sus vistas resultan totalmente espectaculares. Además, se encuentra cerca de la playa de Boulders, donde se encuentra la mayor colonia de pinguinos contiental.
En resumen, la sensación de regreso es muy positiva y sin duda un paÃs que recomendarÃa visitar, aprovechando además que no resulta especialmente caro para los europeos por la diferencia de moneda. Quien acuda encontrará un lugar con grandes distancias que recorrer (es mejor tenerlo en cuenta a la hora de preveer la cantidad de dÃas), más seguro de lo que puede parecer, con zonas poco masificadas que aún conservan su naturalidad y, especialmente, unos anfitriones con muchas ganas de tratar bien al turista.
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