La inflación se come el ahorro de los españoles para las vacaciones
Según Sigma Dos, el 43% de los españoles prevé cancelar sus vacaciones por la elevada inflación. Con todo, España sigue atenta al turista internacional. 5 julio, 2022 (12:35:28)Las previsiones que van publicando numerosos organismos, relativas a la situación que prevé registrar el sector turístico este verano en España, muestran curvas que podrían poner al sector, nuevamente, contra las cuerdas. La guerra de Ucrania, la Gran Renuncia o el shock de oferta al que nos hemos enfrentado, entre otros sucesos, han disparado la inflación hasta niveles insospechados. Y esto, teniendo en cuenta las principales consecuencias que tiene este fenómeno para las familias, está devorando el poder adquisitivo de unos agentes económicos que se ven obligados a modificar sus decisiones de consumo.
En esta línea, la última encuesta que publica Sigma Dos, una de las principales empresas españolas de estudios de mercado y demoscopia, refleja que dicha inflación, teniendo en cuenta la situación que vivían las familias, no cesa su incidencia en el bolsillo de los ciudadanos. Hoy, atendiendo a las cifras que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), vemos una inflación que escala hasta situarse en niveles de dos dígitos, tras superar el indicador adelantado ese 10% en el pasado registro. Y lo peor de todo lo encontramos cuando analizamos la subyacente, la cual, teniendo en cuenta ese componente más estructural, nos dice que dicha situación será menos transitoria de lo esperado, o lo que es lo mismo, que la inflación continuará presente más tiempo del esperado, así como más alta de lo estimado en las previsiones.
Así, lo que dice la encuesta a la que hacemos mención es que hablamos de una incidencia que, debido al efecto de esta inflación en el poder adquisitivo de la ciudadanía, ha motivado que el 43% de estos ciudadanos encuestados, los cuales tenían previsto viajar este verano, cambien sus planes para los meses de julio y agosto. Planes que, ante el nuevo contexto, se convertirán en ahorro forzoso y preventivo, o, en caso de imposibilidad, se suspenderán. En otras palabras, la encuesta dirigida por José Luis Rojo señala que, con un 95,5% de confianza, 4 de cada 10 familias podrían suspender sus vacaciones este verano, debido a la situación que atraviesa la economía y las previsiones que se tienen para el presente año y el siguiente; previsiones en las que, incluso, llega a mencionarse una recesión económica.
Y es que, en este escenario, debemos señalar algunos datos que, analizados, reflejan esta desagradable situación que atraviesan las familias y a la que deben enfrentarse en caso de irse de vacaciones.
El verano más caro de la historia
Contrastando el presente verano con el pasado, lo que observamos, de partida, es que estamos ante uno de los veranos más caros de la historia.
Si atendemos a las cifras oficiales, vemos que hoy irse de vacaciones puede costarnos hasta un 40% más que el pasado año, teniendo en cuenta los niveles de precios. Los paquetes turísticos, por ejemplo, registran ascensos en los precios que los encarecen en hasta un 10,7%. Por otro lado, la inflación ha disparado el precio de los billetes de avión en hasta un 50%. Un ascenso muy similar, dicho sea de paso, al que han registrado los hoteles, que hoy registran incrementos en sus precios de hasta el 40%. Y es que, en resumen, basta mirar el precio de los combustibles, los efectos de la Gran Renuncia en los costes laborales, entre otros indicadores, para darnos cuenta de la dificultad que supone para una familia española irse de vacaciones.
Pero tampoco está de más señalar que hablamos de una de las familias europeas que, en contraste, se encuentra más dañada. En este sentido, las cifras señalan cómo una de cada tres familias llegó a esta crisis con un ahorro equivalente a un mes de salario medio, lo que refleja la escasa capacidad y la debilitada situación que presentan estas familias para enfrentarse a un escenario como el actual; en el que, además, su situación se vuelve aún peor.
El objetivo sigue siendo el turista internacional
Con todo, hemos de señalar que hablamos de una situación preocupante, pero para nada devastadora.
En esta línea, es conveniente señalar que el turismo doméstico, o como se le denomina a este tipo de turismo nacional, de acuerdo con la patronal turística, llegó a generar a fecha de 2019, 32.000 millones de euros. No obstante, si cogemos este dato y lo ponemos en contraste con el turismo extranjero, estaríamos hablando de que representa, aproximadamente, menos del 45% de los ingresos derivados de este; los cuales se cifran en los 71.000 millones de euros. En este sentido, estamos hablando de una situación en la que, en primer lugar y como se muestra, el mayor flujo de ingresos que recibe el sector turístico en nuestro país, de acuerdo con la estadística, proviene del turismo extranjero. Y a ello debemos sumar el hecho de que no solo estamos hablando de un mayor tráfico de personas, sino también de un mayor nivel de gasto.
En conclusión y pese a estas últimas cifras, los datos que hemos conocido en este artículo nos muestran una situación agridulce. Pese a que las cifras reflejen la fortaleza de la recuperación del sector turístico a nivel internacional, el turismo doméstico sigue resintiéndose por los efectos de una inflación que sigue empobreciendo a una población española muy dañada por la pandemia. Y hay que decir que aunque las cifras macro no reflejen bien esa contribución del turismo doméstico por la magnitud del turismo extranjero, debemos saber que en la microeconomía hablamos de empresas, empleos, salarios, entre otros elementos, que se pierden y dejan de crearse –en esencia riqueza– por esta situación.
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