Una fuerte apuesta muy relativa
"Lo que debiera sorprender no es la fuerte apuesta, sino todo aquello que no fuera precisamente eso." 6 diciembre, 2022 (14:41:53)Leyendo la prensa económica, y tratando de aprovechar los ratos muertos que me ofrece el macropuente de la Constitución, leo un titular que recoge unas declaraciones realizadas por el ex secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, en las que, antes de su dimisión “por motivos personales”, comenta, y trata de resaltar, los fondos destinados por el Gobierno en los presupuestos generales del Estado al sector turístico.
En estas declaraciones, el mandatario afirma que, atendiendo a los presupuestos presentados por el Gobierno, "no hay ningún país en la UE que haya demostrado el compromiso y el esfuerzo presupuestario por el turismo como España". En un primer momento, he de decir que el titular me ha llamado la atención; pues no podría afirmar que no resulta gratificante saber que el Gobierno está apostando por este importante sector. Ahora bien, cuando le he dado un par de vueltas a las palabras que titulaban el post que ocupaba mi tiempo en ese mismo instante, rápidamente he cogido mi ordenador y me he puesto a escribir estas líneas que hoy, aun siendo festivo, me gustaría compartir.
Pues hemos de señalar que las declaraciones del ex secretario de Estado pueden ser ciertas, y no seré yo el que diga que no hasta que saque un hueco para analizarlos en detalle. Además, a falta de realizar unas comprobaciones, los datos, como dice Valdés, nos pueden decir que España es una economía que, hoy, está apostando por el sector turístico más que otras economías. Pero déjenme decirles, señores, que esto que comenta el ex secretario de Estado, dejando de lado los datos presupuestarios que se ofrecen y cogiendo los datos que reflejan el impacto del sector turístico en nuestro país, no debería ser una excepción; como trata de vender el titular y el exgobernante.
Si tenemos en cuenta, como digo, ese impacto, así como el peso del sector turístico en nuestra economía, una apuesta más intensa que la de nuestros vecinos europeos debería ser, al menos en nuestro país, la norma. Pues, como hemos repasado en esta columna a lo largo de estos meses, entendería estas palabras como una excepción si las hiciese un mandatario alemán, que soporta su economía en una fuerte industria, pero en España, siendo el país europeo que más depende de este sector, lo que debiera sorprender no es la fuerte apuesta, sino todo aquello que no fuera precisamente eso, una fuerte apuesta.
Como hemos analizado en esta columna a lo largo de todos estos meses, cuando hablamos del sector turístico español, hablamos de un sector turístico que hoy concentra a más del 14% de la fuerza laboral en el país, así como más del 12% de su PIB; convirtiendo a la economía española, de facto, en una de las economías con mayor PIB turístico, es decir, mayor peso del sector en su PIB, del conjunto de economías que conforman este planeta.
Asimismo, analizando el comportamiento de este durante la crisis, también hemos de señalar, y ya lo hemos señalado anteriormente, que el sector turístico sigue tirando de la economía española; incluso en medio de una crisis como la actual. Pues hablar del sector turístico en España es hablar del sector que lidera la recuperación en nuestro país. Y si contrastamos nuestro sector turístico con el de otras economías turísticas que menciona el exsecretario, podemos observar que este no solo es el sector turístico que lidera la recuperación a nivel europeo, sino que también es el que lidera la recuperación turística a nivel mundial.
Como podemos apreciar, cualquier dato que pongamos encima de la mesa refleja la importancia de este sector para nuestro país, así como su capacidad para seguir tirando de nuestra economía. Por esta razón, no puedo sorprenderme cuando escucho al exsecretario decir que España ha sido la economía que más ha apostado por el sector turístico, pues no me sorprende escuchar a un mandatario decir que el país ha apostado por uno de los pocos motores económicos que, a la luz de los datos, sigue funcionando y, como resalto en este artículo varias veces, tirando de nuestra economía.
De hecho, a la luz de los datos, lo que debiera sorprendernos es que la apuesta no sea más intensa que la realizada. Al igual que también me sorprendía cuando escuchaba durante esta crisis a ministros ningunear a uno de los pocos sectores que contribuía con nuestra economía cuando los cuellos de botella frenaban nuestra industria y nuestro comercio. Pues no podríamos entender la economía española sin el sector turístico, y esta apuesta, teniendo en cuenta todo lo que digo, no debiera ser más que lo mínimo que el Gobierno debe apostar por mantener y mejorar nuestro modelo turístico.
En conclusión, y como digo siempre, España debe apostar por su turismo, pues no debiera sorprendernos semejante apuesta cuando, a la luz de los análisis, los datos nos dicen que nuestra economía, en gran parte, vive de él.
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