Si el cambio climático es un hándicap para la mayoría de los destinos turísticos, muy difícil de revertir o mejorar sustancialmente, la perdida de la biodiversidad es un hecho más acuciante, porque además si se puede revertir, pausando el proceso de degradación y recuperando lo más posible el estado natural.
Para analizar el estado de la cuestión, sería bueno dar énfasis a unos datos turístico-económicos sobre la relevancia de la biodiversidad para el turismo y es que la WTTC ha calculado en su informe “Nature Positive Travel & Tourism” (Ver en https://forumnatura.org/2022/12/13/el-turismo-de-vida-silvestre-genera-mas-de-340-mil-millones-de-dolares-anuales/), que el turismo basado en la vida silvestre, supone al menos 340 mil millones de dólares anuales y conlleva más de 21 millones de empleos en el mundo, cifras que lo dicen todo o ¿no es así?
Y por supuesto estas cifras no incluyen el capital natural y social que conlleva los servicios ambientales provenientes de la existencia de ecosistemas saludables, es decir con un nivel de biodiversidad mas que aceptable y que tiene también su gran repercusión en el turismo, no solo de naturaleza y rural sino en la actividad turística y los destinos
.…el turismo basado en la vida silvestre, supone al menos 340 mil millones de dólares anuales y conlleva más de 21 millones de empleos
Pero ahora hagamos un sencillo ejercicio de tener una mirada desde el año 2050 y observemos cuales han sido los destinos turísticos que han sobrevivido, mejorado o empeorado durante este periodo de tiempo de unos 30 años.
Pues mirando desde el futuro podemos analizar porque los destinos exitosos, es decir aquellos que todavía tienen una buena rentabilidad y son competitivos coinciden con aquellos que se tomaron muy en serio la sostenibilidad como estrategia y herramienta de gestión turística, que traducido implica pensar que los recursos son finitos y que por tanto si no se gestionan eficazmente se pierden y eso es algo que ahora en el 2050 se puede comprobar ya que muchos de los que no lo tuvieron en cuenta perecieron, dejando un entorno degradado, que provocó migraciones de las poblaciones rurales inmersas en estos destinos debido a la pérdida económica y por ende de empleos al entrar dichos destinos en declive
. …implica conseguir el mayor número de turistas en el mismo espacio y tiempo y que estos clientes pudiesen percibir la Naturaleza como si fuese un auténtico zoológico,
Y es curioso que también destinos que basaban su turismo en la naturaleza y la vida silvestre, y por tanto dependen directamente de la preservación y calidad de la fauna, confundieron el “core” de su negocio tratando de conseguir la máxima rentabilidad en el mínimo tiempo, es decir sin una estrategia de sostenibilidad que traducido implica conseguir el mayor número de turistas en el mismo espacio y tiempo y que estos clientes pudiesen percibir la Naturaleza como si fuese un auténtico zoológico, alterando el hábitat y la etología de las especies y por tanto deteriorando sus poblaciones lo que se tradujo en conseguir una muy baja calidad de experiencias de viaje y por tanto disminución paulatina de turistas de calidad con poder de gasto, permitiendo solo subsistir con grandes números de pocos ingresos, y esto supuso masificación y pérdida de biodiversidad y al final evolucionar hacia un destino totalmente en declive.
Por tanto volviendo al presente a este final de 2022, estamos a tiempo de re-pensar los modelos turísticos y apostar por la gestión sostenible del negocio turístico, la regeneración de su entorno natural y social, independientemente de la tipología turística y del entorno donde se desarrolle y así garantizar el éxito y que éste perdure en el tiempo.
Y así cuando volvamos al futuro a ese 2050, estaremos seguros que los destinos que funcionan y han logrado los objetivos son éstos que supieron pensar en el mañana y no solo en el hoy y podríamos denominarlos “Destinos Paraíso”
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