Cuando el turismo y la cooperación internacional van de la mano
21 marzo, 2017 (09:01:14)El turismo enfrentado desde la cooperación internacional al desarrollo puede verse como un factor de promoción de la economía local, con respeto al medio ambiente y participación de las comunidades locales. Pero también como una forma de incidencia política, como dispositivo de sensibilización a los diferentes agentes implicados o, desde la perspectiva del consumidor, como un producto distinto, teóricamente enfocado a la reducción de la pobreza o a distintas formas de economía solidaria.
Ese tipo de turismo nace en España en los años 80 vinculado, sobre todo, a procesos políticos que se estaban llevando a cabo, entonces, en América Latina, como la Revolución Sandinista y sus “brigadas de solidaridad”. Sin embargo, con el fin de la Guerra Fría a comienzos de los 90, este tipo de dinámicas decae en el marco de unas organizaciones sociales transformadas en ONG que veían como así era posible acceder a distintos fondos de cooperación al desarrollo. Las viejas brigadas y las nuevas organizaciones vieron, además, la posibilidad de organizar visitas turísticas como una forma alternativa de garantizar sus fines convirtiéndose, sobre todo, en herramientas de sensibilización política. Sin embargo, conforme avanzaba la década, las distintas ONG se van profesionalizando y los viejos objetivos de sensibilización y solidaridad política van cediendo su lugar a la simple consecución de ingresos para poder sostener la organización y llevar a cabo sus propios proyectos de cooperación y desarrollo. Se va dando, por tanto, un proceso de despolitización y se genera, de forma simultánea, un productor turístico propio: el turismo solidario.
Encontrar datos sobre los destinos y el perfil de estos turistas es realmente complicado. A nivel global, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) recogidos en un reciente informe sobre turismo y cooperación elaborado por la Escuela Universitaria de Turismo Ostelea, el turismo solidario entre los ciudadanos europeos crecía a un ritmo anual del 20% para el año 2010. En algunas publicaciones especializadas se señala que, en países como Italia, este tipo de turismo mueve más de 15.000 viajeros y viajeras al año coordinados por una alianza de ONG y turoperadores. Más cerca, en España, también es posible hacerse una idea de la cantidad de turistas que participan en este tipo de actividad mediante los datos que suministran ONG como SETEM –una de las entidades con más experiencia en viajes solidarios- en sus memorias anuales. Así, en la última de las memorias publicadas por esta organización, la de 2014, se señala que un total de 234 personas participaron en unos Campos Solidarios definidos como “estancias cortas para acercar la realidad de los países empobrecidos a la sociedad y provocar así cambios de mentalidad y de actitudes para luchar por un mundo mejor”.
Ahora bien, a través de la información publicada por ciertas empresas -como aquellas compañías de seguros que ofrecen productos específicos para este tipo de viajeros- también es posible obtener alguna información interesante. Así, según una reconocida compañía, los destinos preferidos por los y las españolas estarían, sobre todo, ubicados en América Latina. Países como Perú y Cuba, Honduras, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Brasil, México y Guatemala. En África encontramos a Marruecos, Senegal, Tanzania y Mali, y en Asía, China, Camboya, Taiwán e India.
En cuanto al tipo de viajero o viajera, tendríamos un perfil de personas con nivel educativo alto, profesionales liberales o profesores, en edades comprendidas entre los 20 y 35 años o mayores de 45.
Acceder a datos concretos sobre proyectos de turismo solidario financiados por la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) o no, en sus diferentes formas, es altamente difícil, debiendo hacerse de manera artesanal consultando organización por organización. Ahora bien, si cruzamos los datos de los principales países receptores de AOD española con los principales destinos de turismo solidario antes señalados, se observa que países como Perú recibieron 41 millones de dólares en cooperación, Marruecos 33 mill., El Salvador 28 mill., Nicaragua 21 mill. y Ecuador 18 millones de dólares.
Así, las observaciones realizadas por aquellos autores que vinculan la AOD a la presencia de ONG y otras instituciones y al desarrollo de proyectos vinculados al turismo solidario podrían verse confirmadas pues son precisamente los países privilegiados por el destino de los fondos los que parecen acoger una mayor presencia de este tipo de turismo.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta opinión no tiene comentarios.