“Claim farming”, donde crecen las reclamaciones
27 marzo, 2017 (14:43:29)La cultura de la reclamación se asienta cada día más en el Reino-Unido. Los abogados especializados en lesiones personales, cuyos honorarios se venden en base al “no win, no fee”, anuncian sus servicios en televisión, radio, vallas publicitarias, taxis o en internet. Las empresas de gestión de reclamaciones son una pieza clave en este entramado.
En Inglaterra y Gales, las empresas de gestión de reclamaciones (“claims farmers”) ofrecen servicios de gestión de reclamaciones al público, los cuales consisten en asesorar a los clientes en obtener una indemnización por pérdida o daño. Los sectores en los que desarrollan su actividad incluyen los productos financieros pero también el sector inmobiliario (mal estado de la vivienda) y, por supuesto, las lesiones personales. Cualquier empresa de gestión de reclamaciones que trabaje en estos sectores debe ser autorizada por el CMR (Claims Management Regulator), además de cumplir con una serie de normas como las Reglas de Conducta de las Personas Autorizadas (2014).
La preocupación se hace cada día más latente, ya que las empresas de gestión de reclamaciones ven las enfermedades gástricas como su salvación a las restricciones aplicadas a las reclamaciones por latigazo cervical.
El CMR está exigiendo que más de una docena de empresas, que participan en el floreciente y altamente lucrativo sector de las reclamaciones por enfermedad gástrica, demuestren que no están pagando comisiones ilícitas por referenciar reclamaciones a despachos de abogados. El CMR se ha puesto en contacto con varias empresas exigiendo ver cómo obtuvieron las reclamaciones, cuántas se han resuelto y a cuanto se elevaron los honorarios. El regulador quiere ver copias de todos los acuerdos escritos de referencia o acuerdos de reparto de cuotas entre la empresa de gestión de reclamaciones y cualquier despacho de abogados.
Las comisiones de remisión de asuntos fueron primero legalizadas en el año 2004 por el gobierno laborista de entonces, conduciendo a un auge en la presentación de demandas. En 10 años, las reclamaciones por lesiones personales se duplicaron. En el 2016, el sector legal británico facturó 31,5 mil millones de libras, el 11% correspondía a los asuntos relacionados con accidentes y daños personales.
Posteriormente, pagar o recibir comisiones por referenciar reclamaciones por lesiones fue prohibido por la Ley de Ayuda Legal, Sentencia y Castigo de Delincuentes del 2012 (LASPO). La prohibición entró en vigor el 1 de abril de 2013. Es evidente que esta medida, cuyo propósito era frenar la cultura de las reclamaciones, no está dando los resultados esperados. El propio CMR reconoció el mes pasado que se han identificado una serie de posibles infracciones en relación con las reclamaciones por enfermedad. Todas estas reclamaciones están comprendidas en la definición de lesiones personales y, por lo tanto, se consideran servicios regulados. Actualmente están investigando una serie de empresas que están gestionando reclamaciones sin autorización.
Marc Ripoll
Abogado
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