Baleares: una fábrica con mucha producción y poco beneficio
23 junio, 2017 (10:46:56)El turismo es en Baleares un "sistema muy ineficiente", según el director de la Agencia de Turismo de Balears (ATB), Pere Muñoz. Las islas sufren de varios males comunes a otros destinos, pero contra los que se debe luchar tanto desde la iniciativa pública como la privada, según Muñoz. La falta de vuelos en invierno, la estacionalidad acusada, la falta de reposicionamiento de marca y la excesiva dependencia del sol y playa son algunos de esos retos.
Muñoz fue muy claro el jueves en Menorca, como suele ser siempre: "Si Baleares fuera una fábrica, sería muy ineficiente. O sea, tendría mucha producción para poco beneficio". El incremento de turistas de los últimos tiempos (13 millones de turistas extranjeros en 2016, una subida del 16,6% sobre 2015) no se ve reflejado según el director de la ATB ni en la mejora de la calidad de vida de los residentes, ni en el aumento de la renta per cápita ni tampoco en la rentabilidad de las empresas. Una realidad que perciben muchos habitantes de las Islas y que no siempre se refleja en las grandes cifras.
Lo cierto es que Muñoz sabe ser crítico, no solo con los anteriores governs de distintos colores políticos al actual, sino también con la coalición que gobierna actualmente en Baleares formada por el PSOE y Més Per Mallorca, con el apoyo externo de Podemos (ver: Decrecer en verano y crecer en invierno, el objetivo de la promoción balear y sobre todo, la entrevista publicada en la revista Hosteltur de mayo, que puede descargar en este enlace). Porque al final, sabiendo que el turismo es la realidad económica de Baleares, y sabiendo que lo seguirá siendo en las próximas décadas, ¿tiene sentido que el éxito turístico no llegue a los ciudadanos? Es la comunidad autónoma que más creció en 2016 (el PIB subió un 3,8%); tiene una tasa de paro elevada pero inferior a la nacional (16,8%); El PIB per cápita fue en 2015 de 24.394 euros, por encima de los 24.000 euros del PIB per cápita estatal... si el archipiélago balear ocupa el séptimo lugar en el ranking de CCAA españolas, está claro que sus habitantes gozan de una calidad de vida mejor que la de otras regiones. Al menos, eso dicen las grandes cifras aunque la percepción en la calle sea distinta.
Es también una percepción social que el turismo debería aportar más empleo, mejores contratos y más rentabilidad empresarial. Si no es así, a pesar de las elevadas inversiones en reformas hoteleras que han asumido prácticamente todas las cadenas, está claro que o se está haciendo algo mal o hay que repensar los objetivos y la estrategia. O ambas cosas.
En parte, es lo que ha hecho la ATB con el nuevo eslogan promocional que invita a los viajeros a visitar las islas en invierno: "Better in winter". En parte también, es lo que se busca con la apuesta por captar al segmento cosmopolita, que puede romper la estacionalidad y ser un complemento muy rentable al sol y playa (ver: Lo que sabemos del turista cosmopolita y de cómo pillarle). Y siempre, en todos los casos, revertir esta realidad pasa por crear productos turísticos de calidad, por ofrecer un servicio de calidad, por poner en valor lo que las islas tienen de auténtico (paisaje, naturaleza, deporte...) y por coordinar las estrategias de promoción. Los principales objetivos son, ahora, elevar el gasto turístico y darle a ese dato más importancia que al manido dato de cuántos turistas nos visitan, porque está claro que la cantidad no está generando el beneficio social y económico esperado.
El gasto turístico fue en Baleares de 12,9 millones en 2016, con un crecimiento del 12%. Pero el objetivo es que suba más el gasto medio por turista y asentar una rentabilidad que se mantenga cuando este crecimiento "prestado" por la situación de los competidores del Mediterráneo termine. El terrorismo internacional y el Brexit, y cómo afectará al mercado británico son dos factores muy a tener en cuenta y que generan gran incertidumbre.
Así, recapitulando, en lo que tiene que trabajar Baleares es, sobre todo, en revertir estas tendencias:
- Una rentabilidad por debajo de la media.
- Una estacionalidad muy acusada en todas las islas pero sobre todo en Formentera, Menorca e Ibiza.
- Lo que Turespaña llama "fatiga de éxito", o sea, ser percibidos como un destino poco aspiracional y sofisticado, algo que afecta a Mallorca principalmente y que hace que la ATB se replantee un reposicionamiento de la marca.
- Excesiva dependencia del sol y playa.
- Excesiva dependencia de la turoperación.
Estos problemas son compartidos por otros destinos nacionales, pero Baleares sufre, además, una falta de conexiones aéreas en invierno que resta sus posibilidades de cara no solo al turista internacional, sino también al nacional. En ello está trabajando el Govern en Europa. Se trata de paliar la situación que sufre esta comunidad frente a otras regiones insulares como Canarias, por ejemplo. Al no ser considerado el archipiélago mediterráneo como ultraperiférico, el Govern no puede subvencionar conexiones aéreas. Según el director de la Agencia de Turismo de Balears, Pere Muñoz el Govern está negociando con la UE poder revertir esa situación, dado que Baleares, al igual que Canarias, tampoco se beneficia de inversiones estatales en infraestructuras (AVE y red ferroviaria, por ejemplo). Ver: El Govern balear quiere poder subvencionar conexiones aéreas.
Está claro: queda mucho trabajo por hacer y sobre todo, es importante trabajar en varios frentes -además del sol y playa-, y de forma coordinada. Y también está claro que se han hecho y se están haciendo cosas bien, y que una parte de la iniciativa privada, hotelera y no hotelera, está apostando por el futuro. Pero hoy tocaba repasar los deberes.
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