Romper barreras para alcanzar nuevos mercados
29 junio, 2017 (12:09:46)El sector turístico ha evolucionado en numerosos aspectos en los últimos años y uno de ellos ha sido atender las necesidades de determinados sectores de la población que, por algún motivo, no lo tienen tan fácil como otros para desenvolverse en entornos en los que la mayoría no tienen problema. Más allá de una loable apuesta por un turismo inclusivo y por los derechos de todas estas personas, es innegable que se trata de una forma de acceder a nuevos clientes.
Recuerdo que hace cuatro años hice un curso de Lengua de Signos y las profesoras nos comentaban que el colectivo de los sordos es uno de los menos atendidos en el ámbito hotelero. Y es que la mayoría de los establecimientos tienen en cuenta a las personas con movilidad reducida, pero no disponen de dispositivos que sean capaces de avisar de una emergencia a las personas que no puedan escuchar una sirena, una llamada a la puerta o una llamada telefónica cuando están durmiendo.
Reconozco no poseer datos de la inversión que haría falta para ello, pero tal vez los hoteleros podrían plantearse colocar alarmas visuales o vibratorias en algunas de sus habitaciones y en los pasillos, para poder así hacer que un colectivo tan numeroso se sintiera especialmente invitado a alojarse en sus establecimientos, ya que las medidas de seguridad para situaciones de emergencia estarían también pensadas para ellos.
Y digo numeroso porque según las cifras del INE a este respecto, que por cierto datan de 2008, en España hay unas 59.700 personas sordas. En algunas ocasiones se ha hablado de más de 1 millón de personas, pero en este caso se incluye cualquier tipo de problema auditivo, por pequeño que sea, así que es más fiable pensar en la primera cifra. De ellas, unas 13.300 utilizan la Lengua de Signos como forma habitual de comunicación.
Pensemos también que estos datos corresponden sólo a España, por lo que en países de mayor población, como Reino Unido o Alemania, los principales mercados emisores para Mallorca, es de esperar que estas cifras sean superiores. Sólo he podido encontrar algunos datos que apuntan que en Reino Unido hay unas 123.000 personas sordas.
Y si nos abonamos a una visión más amplia, basta con decir que la Unión Europea estima en más de 80 millones el número de personas con alguna discapacidad. En plena obsesión (sana) por la especialización y tematización hotelera, sin duda, existe un nicho de posicionamiento en el mercado para aquellos hoteles que sepan atender de forma eficaz a estas necesidades de producto.
1% POBLACIÓN CELÍACA
La apuesta del sector hotelero por colectivos con necesidades especiales sí que ha registrado grandes avances en otros ámbitos, como por ejemplo en el caso de las personas que sufren la enfermedad celíaca, que según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) afecta aproximadamente al 1% de la población, con mayor incidencia entre las mujeres. Traducido a números absolutos estaríamos hablando de unas 47.000 personas en toda España.
Así, ya hay diversas compañías hoteleras que ofrecen en sus menús alimentos que no sólo no contienen gluten, sino también, como me explicaban recientemente desde la cadena Garden Hotels, que se cocinan y presentan al cliente con recipientes y utensilios que no han entrado en contacto con los alimentos que sí contienen gluten, evitando así la contaminación cruzada entre los alimentos.
Esta misma empresa me aseguraba que esa forma de actuar genera una importante fidelización por parte de las personas que padecen este problema, ya que tienen una amplia variedad de platos para elegir, con la seguridad de que comer fuera de casa no les va a causar un disgusto. Y lo mismo sucede con personas con otras condiciones especiales, como la diabetes o la intolerancia a la lactosa, para los que la cadena dispone también de menús específicos sin riesgos.
En definitiva, las inversiones hoteleras orientadas a sectores con necesidades especiales están dando sus frutos, por lo que creo que ha llegado el momento de mirar a aquellos colectivos a los que hasta ahora no se ha prestado tanta atención, y que no sólo tienen derecho a disfrutar como cualquier otro de una estancia agradable y segura en un hotel, sino que suponen un mercado interesante de cara al crecimiento en el número de clientes sin necesidad de rebajar precios para ello.
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