El derecho a desconectar en vacaciones. ¿Somos todos estajanovistas?
10 agosto, 2017 (17:59:18)En enero de este año entró en vigor en Francia una normativa específica que regula el "derecho de los trabajadores a la desconexión" fuera de la oficina sin tener que estar 24 horas atado a los emails de empresa, al móvil o al Ipad. La hiperconectividad nos ha llevado a tener que valorar a la luz del Derecho esta situación que parecía darse por descontado. Situación que, por supuesto llegará tarde o temprano a ser expuesta a consideración en nuestro país. Y ahora que muchos están de vacaciones tendrán el dilema y yo diría, que el estrés, de mirar cada día los emails del trabajo ....y seguro que pensarán "mira estos franceses...."
En la Ley española ya se delimitan la jornada y el horario de trabajo. Su regulación específica, que trae causa del Estatuto de los trabajadores, se complementa con los Convenios Colectivos correspondientes y los contratos laborales. Por lo tanto, desde el punto de vista del Derecho Laboral, estar "conectado" más allá de la jornada ordinaria, se podría entender que son horas extraordinarias... siempre que el jefe o el empresario exigiera ese trabajo adicional, pues si la "hiperconexión" obedece a una necesidad voluntaria del trabajador estaríamos entonces en adicción sicológica o puro estajanovismo. No se asusten yo también estoy entre ellos y no es un delito. Los hiperconectados ya estarán clickando en Google para averiguar qué es eso.
Recibir llamadas o ver y contestar emails fuera del horario habitual y ordinario de la jornada de trabajo comienza a ser una conducta asumida propia de determinados puestos de trabajo o categorías laborales. Desde luego yo creo que ya va unido al ADN de los Autónomos y profesionales, si es que alguna vez tuvieron un horario decente de labor.
En definitiva los límites del trabajo se han vuelto más difusos y el Derecho debe darle cumplida contestación; sobre todo para proteger a la parte más débil de la sociedad del trabajo, que en una economía de servicios son legión. Pero cada uno debe luego gestionar su vida y quizás te provoque mayor estrés estar desconectado. En fin, ningún extremo es bueno. Así que la prudencia y la proporción de las cosas sería el mejor consejo.
La ley en Francia no exige apagar los móviles; propone en su lugar que este asunto en concreto se aborde y se consensúe entre las partes. A veces, como la Revolución Francesa, hay buenas ideas que vienen de nuestro vecino del norte.
José Antonio Fernández de Alarcón Roca
Abogado
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