Hiperregulación = falta de competitividad empresarial
12 junio, 2024 (11:44:22)La Unión Europea aprobó justo antes de las elecciones, la Directiva de “Diligencia debida” sobre sostenibilidad corporativa, la cual obligará a las empresas a mitigar, remediar e incluso, anticipadamente, prevenir el impacto que su actividad pueda tener sobre los Derechos Humanos o el medio ambiente.
La nueva norma no sólo alude a las operaciones de las multinacionales, si no también a sus filiales y a la de sus propios socios comerciales que intervengan en la cadena o en el proceso de actividad.
Esta norma, otra más de sin duda difícil aplicación y mucho papeleo, afectará finalmente a grupos empresariales con mas de 450 millones de euros de ingresos y 1000 empleados.
Por tanto, nuevas obligaciones, nueva burocracia empresarial, para que en un mundo complejo, el empresario deba garantizar el respeto de los Derechos Humanos,… el empresario!!!
Un estudio del Banco de España, titulado “La Regulación Sectorial en España. Resultados cuantitativos”, concluye que, sólo entre el año 1995 y 2020 se han aprobado 206.777 normas de aplicación directa a las Empresas. Imagínense las que se han publicado desde el 2020 hasta ahora, con el Gobierno de Pedro Sánchez, que sin duda han supuesto nuevas trabas fiscales, laborales y regulatorias
Del informe se desprende que el Estado, las CCAA y los Ayuntamientos publican una media cercana a las 10 mil normas al año…
¿Alguien sinceramente puede pensar que todo esto tiene sentido? ¿Alguien se cree capaz de conocer todas las normas? ¿Es sinceramente razonable para apoyar el desarrollo de un país y de sus empresas creadoras de trabajo, la tela de araña de normas que impiden precisamente un sistema jurídico razonable, preciso y organizado?
Nos parecemos más a la época absolutista, previa a la Revolución francesa donde los múltiples derechos consuetudinarios, los privilegios de las noblezas territoriales y de los gremios hacían imposible conocer la norma. Se aplicaba entonces la norma del más fuerte o la regla de oro: quien tiene el oro impone su regla. Por eso Napoleón, de las pocas cosas buenas que hizo, fue resumir dicha normativa en un código, el código napoleónico.
Hoy esto sería imposible, pues si no a qué se van a dedicar tantos políticos en los Ayuntamientos, las CCAA, los Estados, la Unión Europea y los Acuerdos y tratados internacionales.
Ésta, es la triste realidad, pero la jungla es tan compleja que no se preocupen, pues eso nos iguala a todos. Todos estamos mas o menos en la constante penumbra de la espesa jungla… avanzando en la niebla.
En la jungla, solo los más avezados exploradores con conocimiento del terreno , con buenos equipos, porteadores, información consolidada y con buenas herramientas, pueden abrirse camino.
Busquen a estos exploradores y les abrirán vía y céntrense en lo suyo como héroes modernos: crear riqueza para poder distribuirla.
José Antonio Fernandéz de Alarcón Roca
Abogado, Socio Fundador
mon-lex@mon-lex.com
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