El Homo Turístico y la civilización del algoritmo
Inteligencia artificial, algoritmos avanzados y realidad virtual cooperan para redefinir la forma en que se viajará y se entenderá el turismo 9 julio, 2024 (03:58:46)Hemos sido oficialmente invitados al mejor de los tiempos, aunque aún no lo sepamos. El advenimiento de la nueva inteligencia promete transformarlo todo.
Sinuhé, Heródoto, Egeria o Marco Polo quedaron atrás. Comienza algo nuevo, algo distinto. Den la bienvenida al Homo Turístico, el más notable producto de la civilización del algoritmo.
Homo Turístico
Los hijos de Adán, como el mejor de los padres, están a punto de ceder a las máquinas el inmenso honor de trabajar en su lugar. Las engendramos, las programamos y las traemos hasta el paraíso, pero con la condición de que trabajen por nosotros.
Así como el Homo Sapiens evolucionó del Homo Faber, pasando de la era del hacer a la era del saber, ahora llega el Homo Turístico, una criatura liberada del yugo de sus obligaciones laborales que dispondrá de tiempo libre ilimitado.
Este nuevo espécimen, surgido de la mano de la inteligencia artificial (IA), concentrará, idealmente, la mayor parte de su vida en cultivar el conocimiento, el autoperfeccionamiento y el ocio. Sus días se presentarán como una constante invitación a conocer nuevos lugares, tanto reales como virtuales, y a coleccionar experiencias cuidadosamente diseñadas para enriquecer su mochila vital.
La relevancia de la industria turística llegará entonces a cotas desconocidas, consolidándose como uno de los principales pilares de esta nueva sociedad. Las nuevas generaciones gastarán lo mismo en turismo que en educación, alimentación o sanidad.
La civilización del algoritmo
Sobre el poder del prompt y del token florecerá esta nueva civilización, basada en la eficiencia operativa. En ella, el Homo Turístico hallará recomendaciones de viaje hiperpersonalizadas, de forma instantánea y actualizada. El idioma ya no supondrá ninguna barrera para sus pretensiones.
El impulso de la diversificación permitirá repartir los flujos turísticos durante todo el año, acabando con la estacionalidad y el problema de la masificación.
En este modelo primará la sostenibilidad y la protección medioambiental, lo cual revertirá la degradación de los entornos y la tensión creciente entre turistas y locales. Además, la realidad virtual facilitará al Homo Turístico explorar desde casa los lugares que quiera visitar de manera ultra-realista. Estas experiencias serán tan inmersivas, atractivas y detalladas que, a menudo, sustituirán a las reales.
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