Noticia refrescante, no menos importante 👍🏻
31 julio, 2024 (11:38:56)Todos utilizamos el whatsApp para distintos tipos de comunicaciones: familiares, personales, …. y también de trabajo. Muchos de nosotros utilizamos además los “emojis” para resumir con un simple y pequeño gráfico nuestros estados de ánimo, un pensamiento, un deseo o incluso también manifestar nuestro acuerdo o desacuerdo muchas veces también con el pulgar para arriba o para abajo.
El WhatsApp ha entrado en nuestra vida con un ejército de emojis que los creemos inocentes y hasta simpáticos. Pulsar una tecla sin pensarlo dos veces nos puede meter en más de un problema familiar, personal, …. o de trabajo. Más aún en verano, cuando apenas tenemos tiempo de concentrarnos en algo que no sean las vacaciones o el calor que hace. Y seguimos dándole a la tecla y disparando emojis a diestro y siniestro.
La Audiencia Provincial de Barcelona, condenó a una persona a pagar al despacho de abogados que había contratado, en un caso de indemnización, los honorarios pactados por los servicios prestados. El cliente no quería pagar dichos servicios porque consideraba que el abogado no había actuado correctamente… o eso pensaba. El cliente tenía un acuerdo con el abogado para que, en caso de recibir una indemnización, el letrado cobraría como honorarios el 20% de la indemnización conseguida en concepto de Success Fee. Probablemente le pareció demasiado, o lo más seguro, pretendía no pagar dicho importe buscando una excusa. El abogado en el transcurso del procedimiento recibió una propuesta de la parte contraria con un importe de indemnización que debía ser aceptado o, en caso contrario, dicha compañía demandada rompería las negociaciones y seguiría la vía judicial hasta el final. La opción propuesta, casi 25 mil euros, era la última que estaba dispuesta a hacer la parte demandada, en vía extrajudicial.
Nuestros protagonistas se reunieron para valorarla y el letrado presentó por escrito a su cliente dicha propuesta de acuerdo, los conceptos que recogía y las cuantías que determinaban la indemnización total a su favor. Tras la reunión el cliente quedó en valorar la oferta y le dijo que ya le contestaría.
El cliente al día siguiente envió un whatsApp al letrado aceptando la oferta e indicando que “cuando me digas paso a firmar”. El abogado le respondió que podía pasar por su despacho a firmar ese mismo día. El cliente le respondió con un emoji con el dedo pulgar hacia arriba…. que todos los que estáis leyendo sabéis lo que significa.
El cliente seguramente se acordó en ese momento de lo que tenia que pagar a su abogado y horas más tarde envió otro whatsApp diciendo “tenemos que esperar un poco”. El abogado sorprendido llamó a su cliente para saber qué tenían que esperar; pero el cliente no respondió más a sus llamadas.
La historia acaba con el cliente que fue a buscar a otro abogado con el que terminó aceptando la propuesta de la demanda en vía extrajudicial. El primer despacho de abogados, le recordó entonces su acuerdo del 20% sobre el importe de la indemnización tal y como estaba pactado. El cliente no quiso abonar dichos honorarios alegando que los servicios prestados no fueron conformes a lo reclamado.
Y aquí aparece nuestro emoji con el pulgar hacia arriba 👍🏻
Una tecla, un segundo y un acuerdo que le supuso pagar casi 6 mil euros en honorarios por Success Fee al bufete que fue contratado en primer lugar. Así lo determinó en 1ª instancia el Juzgado nº 7 de Sabadell al entender que dicho abogado había cumplido con el encargo con resultado positivo, y así es ratificado por la Audiencia Provincial de Barcelona (Sección 17) que concluye que un emoji con el pulgar hacia arriba significa inequívocamente asentimiento, en este caso, conformidad a cobrar la indemnización ofertada. Además dicho Tribunal señala que si en 5 horas el cliente cambia de opinión esto no significa entender prestados incorrectamente los servicios, pues ya había aceptado cobrar la cantidad ofertada, al teclear en un segundo el famoso emoticono.
Cuídense y más en verano antes de enviar un emoticono. Son simples, pero a veces los carga el diablo o están llenos de consecuencias personales, familiares… y ahora ya saben que también hay consecuencias legales y judiciales.
Disfruten del verano y espero que nos les tiemble el dedo cuando envíen emoticonos… o quizá sí, si es que se acuerdan de este post.
José Antonio Fernández de Alarcón Roca
Abogado, Socio Fundador de MONLEX
mon-lex@mon-lex.com
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