Reclamaciones gástricas y deshonestidad
13 diciembre, 2017 (10:20:14)La reforma sobre costas procesales implantada en el Reino Unido por el juez Jackson en 2013 (“Qualified One-Way Costs” o QOCS) tenía como propósito proteger a los demandantes en los asuntos de responsabilidad civil, sea por enfermedad gástrica o lesiones personales. De forma general, en caso de que la parte demandante pierda o desista, el demandado no puede recuperar de la parte perdedora los gastos legales incurridos hasta la fecha. La situación para numerosas empresas del turismo, involucradas en la explosión de las reclamaciones gástricas, ha sido incómoda e incongruente: a veces, aunque el hotel no haya sido responsable, es claramente menos costoso llegar a un acuerdo amistoso que defender con éxito una reclamación antes los tribunales. Sin embargo, la sobreprotección del QOCS empieza a mostrar sus fallos y su amparo puede desaparecer cuando se descubre que la reclamación ha sido fundamentalmente deshonesta.
En la sentencia "Gosling vs Hailo", el juez Maloney consideró que la deshonestidad estaba al origen de la reclamación o era una parte sustancial de la misma. La deshonestidad hizo que el demandante ya no gozaba de la protección del QOCS. Aunque se consideró que parte de la reclamación sí era legítima, se dictó una orden de costas procesales en contra del Demandante.
En la reciente sentencia "Howlett vs Davies & Ageas", los demandantes presentaron una reclamación por daños y perjuicios sufridos a raíz de un accidente de tráfico. El Tribunal de Apelación desestimó el recurso de apelación, analizando nuevamente el significado de la "falta fundamental de honradez”. Dicho tribunal sostuvo que la deshonestidad no tenía necesariamente que ser alegada para que la protección del QOCS fuera declinada. Los demandados solo tienen que cuestionar la honestidad del caso emprendido por el reclamante, cuya credibilidad debe ser comprobada mediante métodos válidos, tal como contrainterrogatorios.
Esta jurisprudencia demuestra cómo la deshonestidad puede, en su medida, reequilibrar a favor del demandado parte de la descompensada balanza de las costas procesales. A la hora de decidir la estrategia a seguir, es importante que las empresas hoteleras afectadas tengan en cuenta esta posible excepción a la legislación procesal británica. La falta de honradez es ciertamente muy difícil de demostrar, pero los hoteleros deben reunir la mayor cantidad de pruebas a su favor, reduciendo así los posibles costes de defender una reclamación fraudulenta.
Marc Ripoll
Abogado
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