No molesten a los turistas
8 abril, 2018 (19:30:48)Recientemente he participado en un acalorado debate en una conocida red social que se originó a raíz del anuncio de una manifestación convocada para protestar por la llegada al puerto de Palma de Mallorca del crucero más grande del mundo.
En dicho debate hubo numerosísimas intervenciones que, o bien defendían el crecimiento (aún todavía más si cabe, de la actividad turística en las Islas Baleares), o bien proponían una reducción de dicha actividad. Sin embargo, constaté que la gran mayoría de ellas se situaban en los extremos de la ecuación: o crecimiento a toda costa, sin importar las consecuencias, o vuelta al pasado, antes del boom turístico, para disfrutar de las bondades de las islas...sin turismo. Unos y otros exponían los horribles resultados que generarían los escenarios que defendían la parte contraria.
Yo personalmente creo que no hay que ser tan extremistas, que no se trata de elegir una u otra alternativa, que se puede encontrar un termino medio entre desarrollo turístico y sostenibilidad.
También creo, estoy convencido de ello, que no podemos seguir creciendo ilimitadamente, y que tan peligroso es para la economía (en este caso de Baleares, pero es escalable a nivel país) un exceso de turistas como una falta de los mismos.
Soy un defensor del turismo, por supuesto, pero es necesario que éste sea gestionado de una manera sostenible, para poder preservar esta actividad por muchos años, y para que los destinos no mueran de éxito, es decir, que atraigan a tantos visitantes que esa masificación provoque los tres impactos negativos más letales que se pueden producir:
- una experiencia turística negativa
- que perjudique notablemente la calidad de vida de la población residente
- que esa actividad excesiva destruya los recursos que atraían a los visitantes
En algunos destinos ya se están tomando medidas en este sentido, como cierre de playas.
Pero, sobre todo, lo que no hay que hacer nunca bajo ningún concepto es molestar al turista. Puedo llegar a entender el sentimiento de reachazo a un exceso de turismo, pero las manifestaciones en contra de los turistas son muy nocivas y perjudican la imagen exterior del destino. En su lugar, lo que yo creo que se debe o se puede hacer, es protestar ante las instituciones responsables de la gestión turística, para manifestar que se está en contra del modelo turístico, y actuar de manera activa en este sentido y colaborar con los partidos políticos a elaborar propuestas de un modelo turístico alternativo, respuetuoso con el medio y que defienda la sostenibilidad en sus tres vertientes: social, económica y medioambiental.
Tal vez sea un poco pesimista en este aspecto...pero dudo mucho que estas dos visiones tan distantes lleguen a ponerse de acuerdo, o tal vez cuando lo hagan sea demasiado tarde. Mientras tanto, los gobiernos, en mi opinión, muchas veces implantan medidas cortoplacistas y que les pueden aportar réditos políticos en lugar de pensar en el largo plazo.
¿Qué opináis al respecto?,
¿Sois más optimistas que yo?
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