El consejero de Turismo de Baleares pide impulso a la imagen sostenible frente imposición de ecotasa
8 octubre, 2004El consejero balear de Turismo, Joan Flaquer, aboga por la aplicación de una política "activa y participativa" que combine ecología y economía para impulsar el desarrollo turístico en Baleares y dé impulso a una imagen sostenible de la oferta, frente a la política de la "imposición" que se ejerció con la "ecotasa". Flaquer, durante la conferencia "Turismo y medioambiente: imposición o convicción" que impartió ayer jueves en el Círculo Financiero, introdujo así a los oyentes las ventajas de la Fundación para el Desarrollo Sostenible de las Islas Baleares. Esta entidad, que se conforma como "un modelo nuevo de coordinación entre la Administración y las empresas", se ha creado con el fin de implicar al sector privado "a través de la convicción" en la preservación del entorno natural balear. El consejero destacó la "indisociable" relación que hay entre el turismo y el entorno en las islas y, si bien reconoció que se han cometido "errores" durante años de "crecimiento desordenado" del sector, señaló que éstos se han de evaluar "en su justa medida", porque "forman parte del coste del negocio turístico". Flaquer considera que la riqueza generada en las islas a lo largo de los últimos años es imprescindible para "abordar con garantía de éxito cualquier política seria de preservación medioambiental" y señaló que la financiación para llevarla a cabo debe provenir tanto de la Administración pública como del sector privado. Destacó "el esfuerzo inversor" hecho por el Govern balear en este sentido, tanto con el presupuesto destinado a la Conselleria de Medio Ambiente como a otros departamentos, entre ellos el de Turismo mediante el Inestur y el Ibatur. En torno a la financiación por parte del sector privado, Flaquer se postuló a favor de un modelo en el cual las diversas empresas se impliquen en el desarrollo sostenible de las islas mediante "la convicción" y no "la imposición". En este sentido, Flaquer criticó el impuesto sobre estancias en alojamientos turísticos aprobado la pasada legislatura por el Pacto de Progreso, la "ecotasa", dado que éste "fijó al turista y a la empresa turística en el centro de un supuesto terrible problema medioambiental" del cual ellos eran "los causantes". Asimismo, criticó "la percepción negativa de la actividad" turística que se dio por parte de la Administración, según señaló, que dio "una imagen de destino medioambientalmente destruido en los mercado emisores" y que supuso la perdida de "un millón de turistas y la caída de los ingresos de 800 millones de euros en un solo año". El modelo por "convicción", en cambio, supone un cambio de una política "negativa" a una "activa" que combina ecología y economía, dando un valor de mercado a los espacios naturales a proteger. Este planteamiento, según el cual nació la Fundación para el Desarrollo Sostenible de las Islas Baleares, pretende implicar de manera progresiva a las entidades económicas del archipiélago en un proceso evolutivo hacia un modelo sostenible y "sin apuestas traumáticas". Destacó la "contribución decidida" de las empresas financieras que la componen, así como las nuevas incorporaciones y aportaciones que, aseguró, se producirán en un futuro con el objetivo de unir desarrollo y preservación en un horizonte conjunto. Flaquer mostró su satisfacción por la creación, en un futuro, de la "tarjeta verde" que se convertirá, en su opinión, en "un factor promocional de primer orden para la imagen de las Islas Baleares como destino turístico" y que servirá a sus usuarios para entrar de forma controlada en finca públicas y en infraestructuras de la Fundación. A pesar de que el conseller reconoció que este sistema "no es una solución en sí mismo" y recordó la necesidad de readaptar la oferta turística balear "a las nuevas necesidades del mercado", aseguró que esta reconversión pasa ineludiblemente por un modelo sostenible.