El turismo enológico comienza a organizarse en España
7 febrero, 2005El descenso del turismo de "sol y playa" en España y las nuevas tendencias de ocio están impulsando en España la creación de nuevos productos turísticos especializados, como el turismo enológico, que comienza a organizarse en el país ibérico en torno a rutas por las zonas vitivinícolas. Estas rutas aglutinan una oferta hotelera vinculada al turismo rural y una oferta gastronómica y cultural de museos y visitas a bodegas, que en muchas zonas ya está ampliamente desarrollada, como quedó de manifiesto durante el II Congreso Nacional de Enoturismo, que se clausuró el viernes en Madrid. Este es el caso de la Ruta del Vino de Castilla-La Mancha-Valdepeñas, la de las Rías Baixas (Galicia), Utiel-Requena (Comunidad Valenciana) y L'Alt Penedés (Cataluña), impulsadas desde la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y que a finales de año serán promocionadas con las nueve restantes a través de Turespaña. Durante el Congreso, organizado por la Escuela de Negocios Aliter, se destacaron también algunas experiencias nacionales de éxito realizadas individualmente por bodegas, como el proyecto Durius, de Haciendas de España, el Grupo Cvne o el Museo de la Cultura del Vino de Dinastía Vivanco. En muchos de estos proyectos, la arquitectura ha servido como reclamo turístico, aunque la clave está en una buena comercialización del producto a través de turoperadores y agencias de viaje. Este tipo de turismo en torno a la cultura del vino ha tenido un gran arraigo en otros países como Italia y Australia, que atraen cada uno a cuatro millones de visitantes al año y California (Estados Unidos) que recibe anualmente cerca de ocho millones de turistas. El ejemplo estadounidense de Napa Valley es el más destacable, ya que ha desarrollado una completa oferta comercial y de ocio alrededor de las bodegas, con balnearios, ferias temáticas, organización de bodas, promoción inmobiliaria, etcétera y que sería el deseable para España.