La primera misión turística europea en China promociona Tarragona
29 noviembre, 2003La primera misión turística europea que viaja a China tras la firma del acuerdo que concede el Estatuto de Destino Autorizado (EDA) a los países Schengen llegó ayer viernes a Pekín para promover la costa de Tarragona. "La visita ha superado todas nuestras expectativas, con muchos más contactos y de mayor peso de lo que pensábamos, además del gran interés de los medios de comunicación chino", declaró a EFE Minerva Castillo, promotora comercial de la Cámara de Comercio de Tarragona. Esta es, además, la mayor misión empresarial española que viaja a China, al estar integrada por 20 empresarios y representantes de instituciones tarraconenses, y su objetivo es dar a conocer la Costa Daurada catalana. La misión, integrada por representantes de la Cámara de Comercio y la Diputación de Tarragona, instituciones y empresas turísticas locales, visitó esta semana Cantón, Shanghai y Pekín. En las tres ciudades se reunieron con alrededor de un centenar de empresarios y un 96 por ciento de las agencias chinas que pueden enviar turistas al extranjero acudieron a las mesas de trabajo. Aunque Alemania ha sido el país europeo más activo en promoción turística en China hasta la fecha, esta visita representa la primera de un grupo europeo después de la firma del convenio EDA el pasado 30 de octubre. "Tuvimos que anular la visita en primavera, debido al Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SRAG), y gracias al azar escogimos noviembre, cuando nadie sabía que se firmaría el acuerdo EDA entre Schengen y China, ha sido una suerte", añadió Castillo. El primer resultado de esta misión será la llegada a España del primer grupo de unos 50 turistas chinos entre finales del 2003 y principios del 2004. El turista chino viaja durante las tres semanas "doradas" de vacaciones del calendario chino (febrero, mayo y octubre), pertenece a una clase media y alta y suele gastar entre 1.500 y 3.500 dólares en viaje y gastos durante dos semanas. Durante ese periodo el turista chino medio suele visitar unos ocho países y lo que más le interesa es el turismo cultural, ya que no busca broncearse, sino fotografiarse en monumentos y salir de compras. Esta es la conclusión a la que ha llegado la Cámara de Comercio de Tarragona después de un año de trabajo de campo en China para promover la Costa Daurada. "Podemos vender la playa como un destino no de bronceado, sino de relajación, puesto que hay turistas chinos que ya viajan a Tailandia, que también es EDA, con esa intención", matizó Castillo. El Embajador español en Pekín, José Pedro Sebastián de Erice, manifestó al grupo de empresarios su "grata sorpresa" por la acogida de esta iniciativa en China y les animó a que mantuvieran la constancia. Según la Cámara, es necesario incrementar los vuelos directos entre China y diferentes destinos españoles, para aprovechar este interés turístico, ya no hay ninguno desde que China Eastern anulara el mes pasado el único con destino a Madrid. No es la primera vez que la Costa Daurada es pionera en abrir camino para atraer al turismo masivo, ya que el empresario hotelero Jaume Ferrer tuvo una iniciativa similar hace 16 años. Ferrer, que más tarde fue presidente de la Cámara de Comercio de Tarragona, tuvo entonces la brillante idea de "salir a buscar" el turismo ruso aprovechando la apertura ("Glasnost") de este país. El resultado ha perdurado hasta hoy, ya que la Costa Daurada recibe un 40 por ciento de todo el turismo ruso. El año pasado, este mismo empresario decidió ir a la caza del turista chino, el mayor objeto de deseo de las industrias turísticas occidentales. La misión se reunió ayer en Pekín con las autoridades capitalinas, así como con la empresa "D&R", especializada en enviar funcionarios y estudiantes al extranjero para prepararlos en este terreno. "Se han mostrado muy interesados en aprender el funcionamiento de nuestros destinos turísticos de cara a los Juegos Olímpicos del 2008, sobre todo de los parques temáticos, ya que quieren abrir uno en Pekín", subrayó Castillo. Esta iniciativa colmará, a buen seguro, la curiosidad de los chinos, que de momento ven a España como un destino exótico plagado de tópicos como los toros, el flamenco y el fútbol.