Ocean Charter Club quiere reforzar su presencia en alojamientos de alto nivel
18 diciembre, 2018 (09:58:39)La empresa canaria de alquiler de barcos, Ocean Charter Club, opta por consolidarse en el segmento alto, del Turismo Náutico.
El creciente número de peticiones experimentado por Ocean Charter Club, durante 2018 de barcos de alquiler en exclusiva, no compartidos, proveniente en gran parte de la contratación directa y otra no menos importante del sector hotelero y turístico residencial, de alto standing, corrobora nuestra teoría de que existía un hueco en el mercado que no estaba lo suficientemente bien cubierto; un mercado atomizado en el que todos ofrecen lo mismo, sin más distinción que la del tipo de barco en sí, era necesario destacar a través de una clara diferenciación, según Virgilio Suárez, fundador y Ceo de Ocean Charter Club.
Esta ha sido la razón principal por la que la sociedad ha reforzado su iniciativa, emprendida hace algo más de 2 años y orientada a mantener un posicionamiento relevante en este segmento. Lo que ha dado lugar a crear una oferta tan diferente como inexistente. afirma Suárez.
Conversaciones mantenidas durante cada travesía con los diferentes clientes y durante más de 2 años nos han llevado, añade Virgilio, a dibujar un perfil claro del tipo de cliente que estamos tratando llegando, finalmente, a las siguientes conclusiones:
Este cliente, cada vez más importante cualitativa y cuantitativamente hablando, viaja por su cuenta, al margen de los paquetes turísticos tradicionales y busca en todo momento la mayor privacidad durante su estancia vacacional, alejándose de las aglomeraciones y de los circuitos programados.
Cuando viajan en pareja eligen la comodidad que les ofrece un hotel, pero cuando lo hacen en pequeños grupos familiares y/o de amigos, optan mayoritariamente por la independencia y libertad de movimientos que les puede ofrecer una villa. Suelen ser muy discretos y utilizan, para sus traslados, el taxi o coche de alquiler
Generalmente eligen, in situ, alguna actividad complementaria a su estancia vacacional, y en la mayoría de los casos sienten preferencia por la náutica y el golf, con especial interés en el alquiler de un barco y entre sus prioridades, no puede faltar la buena gastronomía. Establecimientos muy próximos a campos de golf, puertos deportivos o las cercanías a centros de ocio, son objeto de sus alojamientos predilectos.
Es un turista nada convencional, continúa Virgilio, con gustos especiales y en cierto modo muy exigente. Se informa por la Red, de la oferta existente y antes de tomar la decisión definitiva, lo cual suele ser de un día para otro si no, en el mismo día, se deja aconsejar por el personal o máximo responsable del alojamiento. Todo ello requiere de una capacidad de respuesta inmediata, de una disponibilidad permanente y de una organización muy ágil para afrontar y solventar cualquier imprevisto al momento.
A este cliente no le gusta reservar Online, prefiere el contacto personal y directo, a ser posible con el responsable de la actividad en cuestión, al objeto de definir todos los extremos y opciones, desde los horarios, recogida, itinerarios, comidas, etc., sin dejar nada al azar.
Durante estos últimos 18 meses, añade Virgilio Suárez y debido, como ya se ha mencionado, al considerable incremento de este tipo de peticiones, Ocean Charter Club decidió, definitivamente, implementar sus servicios cara a afrontar de manera eficaz esta, no tan nueva tendencia, con gran éxito a juzgar por el resultado satisfactorio obtenido.
Una amplia y diversa flota de barcos, en todas las islas, compuesta por más de 40 unidades entre yates, veleros y catamaranes, una exhaustiva formación de tripulaciones y una filosofía orientada, desde el inicio, a la atención personalizada y a la oferta alejada de la prêt-à-porter nos ha permitido mantenernos en lo que podríamos denominar, siguiendo con el argot de la moda, la Haute Couture y continuar así, concluye Suárez, diseñando prendas exclusivas (servicios y productos), a la medida de las exigencias de nuestros clientes. Se trata de sacrificar cantidad en favor de la calidad, lo cual estamos seguros que redundará en un claro beneficio a medio plazo.