Nuevas estrategias para el turismo español
1 septiembre, 2003Los resultados de cierre del 2º trimestre de 2003 y lo que conocemos de la temporada de verano, marcados por una recuperación de la demanda turística, confirman la presencia de cambios sustanciales en los hábitos y preferencias de los turistas, de una velocidad y magnitud, que consolida su carácter estructural. España se enfrenta a este nuevo escenario desde una posición de liderazgo, que no debe, sin embargo, posponer las necesarias nuevas estrategias de política turística y de gestión de la oferta y la demanda a poner en marcha desde los sectores públicos y empresariales, bajo un dinámica de refuerzo de una coordinación más integral entre ambos, afirma Simón Pedro Barceló, presidente de EXCELTUR-Alianza para la Excelencia Turística-, en un artículo publicado en el diario El Mundo en la edición del domingo 24 de agosto. Nos enfrentamos a transformaciones de un progresivo calado en los fundamentos que han sustentado nuestros modelos de desarrollo de las últimas décadas y donde la capacidad de reposicionamiento y anticipación determinará nuestros niveles de competitividad y sostenibilidad turística a medio plazo. El primer ámbito sobre el que se hace imprescindible avanzar es en el de nuevos y mejores indicadores que faciliten un diagnóstico global sobre la dinámica del sector turístico y permitan anticipar las mejores estrategias para asegurar su mayor rentabilidad socio-económica, siendo para ello imprescindible, poder contar con: Cuentas Satélites del Turismo, muy especialmente a nivel regional; fuentes de estimación del ingreso diario promedio de los turistas por líneas de producto, subsector y destino, e información periódica sobre hábitos de comportamiento de nuestros principales clientes y mercados, incluido el español. El segundo ámbito es el de las políticas de promoción, desarrollando nuevas estrategias por líneas de producto, amparadas en un marketing directo que puede convivir con una promoción en la que todavía se prima la localización geográfica frente a las motivaciones del consumidor, que son las que realmente deciden su viaje. Estas políticas deberían, a su vez, fomentar y canalizarse a través de una estrategia integral de e-Business que permita favorecerse del desarrollo de Internet como canal de información y compra on line de mayor crecimiento anual. El tercer ámbito es el de los reajustes en las políticas de producto y gestión de una oferta turística más equilibrada donde, desde hace varios trimestres, venimos alertando sobre la rápida caída de los niveles de ocupación de los establecimientos hoteleros, 5,7 puntos porcentuales desde 1999. Ello es producto, no sólo de la desaceleración de la demanda, sino de desajustes estructurales por sobreoferta en destinos vacacionales y urbanos acentuado por el crecimiento desbordante de la oferta turística residencial, que en múltiples casos termina explotándose de forma alegal. Ante el riesgo de extensión de esta situación se refuerza la necesidad de una visión global que inspire nuevas y urgentes estrategias de ordenación urbanística por parte de los diversos sectores públicos con el mayor consenso de los privados, que asegure la sostenibilidad y el mayor efecto multiplicador socio-económico del turismo en los destinos. No menos urgente es la rehabilitación integral de algunos destinos maduros españoles antes de que se agraven sus síntomas de indiferenciación, deterioro del entorno y masificación. Nos referimos a lo que desde EXCELTUR denominamos un ambicioso plan RENOVE, que estimule el reposicionamiento global de algunos destinos turísticos, cuyos entornos son muy complejos de revertir por si mismos sin grandes actuaciones publicas e integrales que guíen y faciliten las necesarias reconversiones del sector privado. A su debida escala pueden servir de referencia los excelentes ejemplos de intervención urbanística en Bilbao, Barcelona y Valencia con el espectacular reposicionamiento turístico que les ha supuesto a nivel mundial. En resumen, la consolidación de las mejores perspectivas que se esperan para este próximo trimestre y, sobre todo, para el año próximo, deben estimularnos a seguir avanzando no sólo para hacerlas realidad, sino para conjuntar los mayores esfuerzos entre todos los agentes que integran el sector turístico español, especialmente en un contexto en el que se han conformado nuevos equipos de Gobierno, para que se puedan asumir, sin dilación y basados en nuevas estrategias y marcos de cooperación publico-privados mas coparticipativos, los retos de un escenario a medio plazo cada día mas complejo.