slow travel un turismo sustentable
18 febrero, 2017 (22:45:20)En estos tiempos que vivimos acelerados siempre y que tanto stress nos causa vivir siempre apurados y que no nos damos cuenta de que hay otra forma mas saludable de vivir y de ser mas responsable con el medio ambiente. Este modo de vivir que se esta imponiendo en el mundo mas que un modo de vida ya es una filosofía de vida , es el vivit lento que no significa vivir a paso de tortuga . Tal como lo describe Carl Honore en su obra Elogio de la lentitud .lento significa ser cuidadoso, receptivo, silencioso, intuitivo,pausado, paciente y reflexivo. La calidad prima sobre la cantidad. La lentitud es nesaria para establecer relaciones verdaderas y significativas con el prójimo , con la cultura , con el trabajo , con alimentación , también con el turismo, o sea con todo. Realizar una tarea produce unos resultados mas rapidos . El movimiento Slow en palabras de Carl Honore vivir slow vivir lento no significa retrocer a la era preindustrial, sino se trata de vivir en un mundo moderno ,mejor , por ello la palabra clave que resumiría todo seria equilibrio. Ser lento siginifica que uno controla los ritmos de vida y decide que celeridad conviene en un determinado contexto. Esta filosofía continua Carl Honore esta ganando terreno en muchos ámbitos de la vida cotidiana , por ejemplo las personas descubren en su dormitorio le placer del sexo lento. La idea de la lentitud se explica mejor con la mayor difusión que se dan en el yoga, tai chi chuan y la medicina alternativa, la medicina hindu o ayurveda. En muchos paieses se esta renovando el paisaje urbano para que las personas conduzcan menos y caminen mas. SLOW TRAVEL Como se aplica el Slow life o vivir sin prisas al turismo?’ Se aplica de conocer mas en profundidad el destino elegido , conocer menos destinos pero mas en profundidad y no 20 destinos en 20 dias, descubrir no solo mirar. Esto son las premisas del slow travel , donde se trata de difrutar mas y mejor el destino elegido y saborear las comidas típicas del lugar en vez de la internacional . El vieje lento placentero, sin apuros ni corridas . Esto también se traslada a la gastronomía a través del Slow food o comida lenta, degustar los sabores , la textura de los alimentos, un acercamiento del consumido r a los pequeños productores. Comida organica, comida sana . El viajero que quiera sumarse a esta nueva forma de turismo responsable debe priorizar los medios de transporte mas amigables con el medio ambiente.Tambien se sugiere alojamientos mas intimos mas comodos como los hoteles boutique. El slow travel se vincula con el turismo responsable esto es un turismo responsable se entiende como una forma de viajar que se basa en el respeto de los viajeros hacia las personas y lugares que se visitan mediante un acercamiento más profundo a la realidad del país y un intercambio cultural positivo entre ambas partes. Además de contribuir al desarrollo económico de la zona con el alojamiento en lugares gestionados por la comunidad, consumiendo productos de comercio justo y visitando y colaborando en proyectos solidarios que allí se lleven a cabo. En definitiva una manera de viajar que tenga un impacto positivo tanto en las comunidades que visitan como en el propio viajero. Es en defintiva el respeto a la capacidad de carga turitica del lugar.
El concepto de slow city o ciudad lenta Este forma de vida surgió en Italia en 1986, de la mano de Carlo Petrini, un periodista especializado en gastronomía, quien cansado de la comida chatarra o "fastfood" ideó el concepto de "slow food" , donde propuso tomarse el tiempo de disfrutar del placer de la comida. Luego, un tiempo mas tarde, este concepto fue transladándose a una forma de vida mas relajada, siendo la primer slow city, su ciudad natal Bra, situada en la provincia de Cuneo, en la region italiana del Piemonte. El movimiento Slow aconseja algunos modos de calmar el ajetreo cotidiano: Conseguir un hobby tranquilo, como la lectura, escritura, hacer punto, la pintura o la jardineria. No pretender hacer todo de una vez: procurar hacer una lavada al día, en lugar de lavar toda la ropa una vez a la semana, por ejemplo. Mirar poco el reloj; los fines de semana, procurar levantarse de la cama respetando los ritmos naturales del sueño, en lugar de ponerse la alarma, y no llevar el reloj encima. Hacer la compra en un mercado de productos frescos (de agricultores) Preparar una comida para poder sentarse con tranquilidad, y saborearla sin tener encendido el televisor, o leyendo. Disfrutar de la conversación si se come con otras personas, o de la paz que puede dar el comer solo. En vacaciones, procurar bajar el ritmo; no intentar llegar a todo lo que nos gustaría ver. Visitar ciudades Slow con restaurantes de comida local donde se pueda comer con tranquilidad. Limitar la lista de cosas pendientes; tomarse el tiempo necesario para las personas y actividades con las que se disfruta. Un lugar en el mundo donde "elogiar la lentitud" es algo que en los últimos años se ha vuelto parte del sentido común de su población estable, así como también de sus visitantes, y donde "vivir sin prisa" ha dejado de ser imposible. El concepto de slow city o ciudad lenta surgio en Italia en 1986 , de la mano de Carlo Petrini, un periodista especializado en Gastronomia, quien cansado de la comida chatarra o “fastfood” ideo el concepto de “slow food” , donde propuso tomarse el tiempo de disfrutar del placer de la comida. Luego, un tiempo mas tarde traslado ese concepto a una forma de vida mas relajada, comenzando a modo de prueba por su ciudad natal Bra, a la cual autodenominaron “slow city” o ciudad lenta. Existen determinadas condiciones para que una ciudad pueda ser definida como “slow city” , entre ellas se encuentran : -proteccion del medio ambiente. -difusion de productos locales. -divulgacion de la filosofia “slow city”. Estas condiciones fueron resumidas en Mar de las Pampas bajo el “slogan” de “vivir sin prisa”. Viajar en tren en vez de avión. Conocer un lugar en profundidad y no 20 ciudades en 20 días. Preferir la gastronomía típica a la internacional. Descubrir, no sólo mirar.Estas premisas, que hasta podrían ser consideradas poco pretenciosas, son algunos de los pilares del slow travel, tendencia que crece en el mundo de la mano del movimiento slow. La propuesta surge como contrapartida de la modalidad de viajes de los últimos tiempos. Esas salidas donde se vuelve más agotado que antes de partir, con vuelos interminables, horas y horas de espera en los aeropuertos, y paquetes tan ajustados que obligan a mirar más el reloj que el paisaje.El viaje lento, placentero, sin apuros ni corridas .
Decálogo elemental del viajero slow • Disfrutar tanto del viaje como del destino.• Preferir medios de transporte amigables con el medio ambiente, como tren, bote, bicicleta o caminata.• Conocer cada lugar en profundidad, por lo menos con una semana de estada.• Relacionarse con los nativos y sus costumbres; intentar ser parte del lugar.• Inclinarse por alojamientos con trato personalizado o rurales, y no grandes hoteles. La idea es sentirse como en casa.• Elegir la gastronomía típica de cada lugar y tomarse tiempo para degustar cada plato.• Priorizar los destinos más cercanos a los lejanos.• Evitar los viajes programados y los paquetes todo incluido.• Cuidar el medio ambiente• Animarse a improvisar. La idea es tomarse las cosas con calma. No ir de un lugar al otro para lograr la foto imprescindible (y subir enseguida a la combi), sino dedicarle el tiempo que uno quiera a cada lugar, incluso resignando sitios emblemáticos si es necesario. Así es el slow travel , una forma de viajar que suma adeptos en todo el mundo. Primero surgieron el slow food , en contraposición al concepto de comida rápida, y las slow cities, que en la Argentina tiene a Mar de las Pampas como exponente. Ahora se imponen los viajes de este tipo, cuyo movimiento propone, entre otras cosas, recorrer barrios que no estén en los mapas (y alejarse lo máximo posible de ellos), moverse en una zona limitada y no muy grande, optar por alojamientos pequeños (aunque se puede ser un slow traveller parando en un 5 estrellas) y tratar de ir varias veces a los mismos lugares, para conocer a la gente.