Los residentes en Las Palmas de Gran Canaria observan el crecimiento del turismo en la ciudad como una oportunidad y no como un problema. A diferencia de la situación que se vive en otros destinos urbanos donde el exceso de visitantes ha roto la convivencia con los vecinos, la capital grancanaria presume de un turismo inclusivo donde un término como ‘turismofobia’ está lejos de la realidad. Así lo muestra los resultados del estudio ‘La población de Las Palmas de Gran Canaria ante el fenómeno turístico’, encargado por la Concejalía de Turismo a la empresa TSA-Técnicos en Socioanálisis y realizado con encuestas telefónicas el pasado mes de febrero a residentes en la capital grancanaria.
El concejal de Turismo, Pedro Quevedo, explicó que “estos datos refuerzan la idea que siempre ha presidido nuestra política turística, que un destino no es bueno para los turistas si no es bueno para sus ciudadanos”. Se trata de la primera encuesta cualitativa que Turismo de Las Palmas de Gran Canaria ha emprendido para conocer la visión que tienen los residentes y los profesionales del sector turístico del destino de cara a definir el Plan Director de Turismo de la capital y establecer directrices para un desarrollo equilibrado sostenible y de calidad en los próximos años.
“Es una fotografía de la situación actual que debe servir para entender el momento en el que nos encontramos como ciudad turística, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades, en un momento decisivo ya que hemos alcanzado e incluso superado las expectativas más optimistas y nuestra ciudad se enfrenta a un nuevo escenario. Debemos adelantarnos para no comerte los mismos errores que se han hecho en otros destinos urbanos”, apuntó Quevedo. La encuesta se basa en cinco grandes bloques: la percepción de la actividad turística, las repercusiones económicas y sociales del turismo sobre la población, el grado de dependencia que existe entre la población y el turismo, la interacción turista anfitrión y la opinión pública ante el fenómeno del alquiler vacacional.
En este sentido, según la opinión de los encuestados el 79% de la población opina que Las Palmas de Gran Canaria ofrece una imagen buena o muy buena y un porcentaje superior al 77% (77,2%) apunta que las zonas turísticas han mejorado en los últimos cinco años con respecto a la situación anterior. Sólo un 10,6% percibe un empeoramiento y un 11,7% mantiene que la situación sigue igual. Sobre la capacidad de carga turística, los resultados de la encuesta apuntan a que la mayoría de la población considera que el número de turistas que visita la ciudad es el apropiado. Así opina hasta el 66,4% de las personas entrevistadas; mientras que el 30 % restante se distribuyen entre los que opinan que el número de turistas es insuficiente, un 16,4% y los partidarios de restricciones, un 14,6%. En lo que sí hay una opinión casi unánime, 9 de cada diez entrevistados, a la hora de valorar que el turismo es importante para la economía de la ciudad, sobre todo por la creación de puestos de trabajo (90,7%), la mejora del equipamiento urbano (86,8%), la generación de más actividad económica (86%), y la mejora de las actividades culturales y de ocio (84,6%). El efecto negativo de la actividad turística se pone en aspectos como la poca disponibilidad de viviendas asequible (68,1%), el aumento del coste de la vida (56,3%) o la conservación del medio ambiente (40,9%).
En cualquier caso, los vecinos y vecinas de Las Palmas de Gran Canaria niegan estereotipos que la ciudad tenga una oferta turística de mala calidad (81% opina lo contrario), o que la capital ha perdido su sabor tradicional y su identidad debido al turismo (74,9%). Además la opinión mayoritaria es que la calidad de los turistas que visitan la capital ha mejorado en los últimos años (62,5%) y de forma negativa se apunta a que la mayor parte de los empleos que genera el turismo no son de buena calidad (62,2%) y que la mayor parte de la riqueza que se genera en canarias beneficia a empresas foráneas (53,1%).
El rechazo a los turistas no existe en Las Palmas de Gran Canaria, según esta encuesta. El 53,1% afirma claramente que no existe ningún rechazo y solo el 27,7% reconoce rechazo en algunos casos. Los resultados indican además que al 84% de la población no le influye la presencia de turistas a la hora de pasear por cualquier zona turística de la ciudad y solo el 4,7 % de la población considera que los visitantes tienen un mal comportamiento. De otro lado, los habitantes de Las Palmas de Gran Canaria se autodefinen como muy atentos con los visitantes. Según la encuesta, somos unos anfitriones de trato muy bueno o bueno para el 90,7% de los hombres y mujeres entrevistadas.
El estudio pregunta a los ciudadanos sobre el fenómeno del alquiler vacacional directo, la nueva oferta turística que enfrenta su creciente oferta y demanda al impacto sobre la población. En este sentido, se analizan la opinión de los encuestados acerca de su coste económico y social, además de su regulación. La respuesta mayoritaria es que se debe mejorar la regulación del alquiler vacacional (actualmente en una situación de limbo legal), así lo expresa hasta el 61,6%; solo un 15,2% opina que la regulación actual es correcta y el 15,8% opinan que esta actividad se debería prohibir en los edificios con vecinos. El aumento de los precios de los alquileres es el principal coste económico negativo. Así opina el 83,3% de encuestados, seguido del la dificultad a la hora de encontrar vivienda, el 78,4%, la generación de empleos precarios, el 61,5%, y el aumento del coste de la vida, el 58,6 %. En cuanto a los beneficios sociales, los encuestados muestran una clara polarización de la población a la hora de opinar sobre este tema ya que el 52,3% opina que de esta manera los beneficios del turismo llegan a los barrios; el 48,7% opina que produce una mejora de las viviendas y el 41,9, que facilita el reparto de los beneficios del turismo.
Quevedo recordó que este estudio será complementado con otras encuestas al sector profesional en las que se está trabajando. “La ciudad, en su estrategia de un modelo de gobernanza inclusivo ha establecido su Plan de Marketing Turístico con la aportación de todo el sector. Nos comprometimos a ello y por eso estas encuestas deben servir para entender que estamos bien pero en un punto de inflexión que no debemos perder de vista si no queremos deteriora este modelo de convivencia turista-ciudadano que nos describe como destino de calidad del S.XXI”, concluyó.