Los hórreos como nuevo alojamiento turístico
22 mayo, 2019 (06:31:39)Los hórreos y paneras de Asturias podrían dejar de ser trasteros para convertirse en casas, alojamientos turísticos, albergues de peregrinos, bares tienda o puntos de información para visitantes. El borrador del informe encargado por el Principado a la etnohistoriadora Carmen Cantero Fernández abre la puerta a nuevos usos, algunos controvertidos como el de vivienda, para salvar las construcciones más típicas de la región. No obstante, transformar el granero en una casa sólo se considera válido para hórreos levantados sobre una planta inferior, donde podría instalarse el baño, reservando así la estructura de madera como dormitorio. El uso estrella sería el albergue de peregrinos al no necesitar apenas modificación, como el existente en Carboeiro (Lugo), diseñado por el arquitecto Nacho Guías dentro de un proyecto para rescatar los hórreos como alojamientos.
Según explica la consejería de Cultura, el informe ya está redactado y lleva por título "Documento marco de recomendaciones sobre la gestión de bienes patrimoniales de carácter etnológico: hórreo y paneras (2019)". Fue analizado el pasado 2 de abril por miembros de la Comisión de Etnografía, el órgano asesor del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias en esta materia, y en la actualidad se están incorporando sus aportaciones en la redacción final del documento, "que estará terminado previsiblemente el próximo mes de junio". El Principado explica que el informe "plantea, desde un enfoque multidisciplinar, toda la temática y problemática que afecta a estos bienes etnográficos". Se trata de un estudio muy esperado, en el que "se empezó a trabajar en 2017" tras reclamarse la flexibilización de usos de unas construcciones, que, a pesar de tener consideración de bienes muebles, pagan el IBI (impuesto sobre bienes inmuebles).
Escasas subvenciones
El debate se avivó con la iniciativa del candasín Víctor Manuel Suárez García en la plataforma digital "change.org". Básicamente lo que defendía -y defiende- es darle un nuevo uso a los hórreos y paneras de Asturias para evitar que caigan al suelo. A esta crisis de los graneros hay que sumar un problema más: la escasez de apoyo económico, como sucede con las construcciones de teito. Las subvenciones para la restauración de hórreos, paneras y otros elementos de patrimonio cultural autonómico no llegaron el año pasado ni a la décima parte de los solicitantes. De las 300 peticiones que se presentaron a la convocatoria de 2018 sólo 28 recibieron ayuda económica de la consejería de Cultura.
En la actualidad, los hórreos y paneras malviven como trasteros, ya que su uso tradicional como almacén ha quedado reducido a la mínima expresión. Pero precisamente ese carácter de trastero no ayuda a la típica construcción sobre pegollos; todo lo contrario: al igual que lo que acumulamos en su interior, se identifica con algo que no tiene valor ni se quiere. Por tanto, el reto es darles una segunda vida. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, el informe redactado por la etnohistoriadora Carmen Cantero, y ahora en proceso de ampliación para incorporar las aportaciones de otros expertos, sostiene que para continuar con la tradición es necesario adaptar los graneros a la realidad actual.
Y eso incluye acondicionarlos como alojamientos turísticos y, en algunos casos, también como viviendas. De hecho, ya muchos propietarios ofrecen sus hórreos como alojamientos vacacionales en páginas web como Airbnb o Milanuncios, pese a estar actuando en contra de la legislación vigente. Por otra parte, emplear las paneras como dormitorio no es algo nuevo, aunque así se vea ahora, pues ya se hacía en el pasado. Eso sí, las comodidades han cambiado -hay que instalar baños, por ejemplo- y eso lo que enfrenta a expertos.
Una parada en el Camino
En principio, el albergue de peregrinos es el uso que se ve con mejores ojos. Existen experiencias pioneras en este sentido en Galicia, llevadas a cabo dentro del proyecto "Seopunk" por el arquitecto Nacho Gias. De momento, ha intervenido un hórreo en Carboeiro (Ribadeo) y otro más en el hotel La Quinta de San Amaro (Pontevedra), pero este último transformado en estancia de relajación ("chill out"). Se da la paradoja de que la idea de "Walk&Hórreo" se gestó en un viaje por territorio asturiano, pero que finalmente llevó a la práctica en Galicia porque tiene una legislación más flexible para la rehabilitación y el cambio de uso de los hórreos. Ofreciendo una habitación a los peregrinos del Camino de Santiago, Asturias conseguiría por un lado enriquecer la experiencia cultural de la ruta y por otro, darle futuro al tradicional granero.
Otra alternativa sería transformarlo en alojamiento turístico para lo cual se plantea crear la categoría de "alojamiento rural singular", con la que el Principado lograría ampliar aún más su oferta turística. En este caso, el documento plantea resolver la instalación de baños con inodoros portátiles, los cuales no requerirían ninguna instalación. Más usos: como punto de información turística, tiendas, bares tiendas o extender al ámbito público las utilizaciones privadas de hórreos como bibliotecas y salas de lectura.