El Cronicón de Oña, una historia contada en primera persona
9 julio, 2019 (12:35:05)Hace ya 32 años que los vecinos de la burgalesa villa de Oña decidieron convertirse en mantenedores de uno de los episodios más importantes de la historia de la “vieja Castilla”, aquella que se escribió con sangre hace más de mil años.

Cada mes de agosto y durante cinco días, en esta ocasión del 14 al 18 inclusive, los vecinos de Oña (Burgos) se convierten en actores protagonistas de una de las recreaciones históricas más importantes y vistosas de Castilla y León: El Cronicón de Oña. Declarada de Interés Turístico Regional, esta cita anual con la cultura, la historia, el arte y la genuina diversión se ha convertido en un referente nacional de modelo de convivencia, de implicación vecinal, de esfuerzo y determinación de todo un pueblo por convertir un hecho histórico en toda una seña de identidad.
El origen de los sucesos que constituyen la esencia de El Cronicón de Oña nos remontan al s. XI, a aquellos años en los que Almanzor era el azote de la Cristiandad en la Península Ibérica y el condado de Castilla vivía sumido en la rivalidad con sus vecinos, principalmente con los reinos de León y de Navarra, por la hegemonía y el protagonismo. En medio de estas luchas fratricidas, de conspiraciones y traiciones y de ejercicios de política surge la figura del conde Sancho Garcia, quien con mucho tacto consigue traer estabilidad y prosperidad a estas tierras castellanas y la fundación, en el año 1011, del monasterio de San Salvador de Oña. Este cenobio, cuyo poder religioso y económico alcanzará cotas inimaginables, será el epicentro de los acontecimientos que cambiaron una parte de la historia y su iglesia abacial el escenario de lo que diez siglos después escenifica El Cronicón de Oña.

El momento álgido de la representación es la fundación del Monasterio de San Salvador de Oña y es a partir de aquí cuando entran en escena los personajes que están enterrados en el Panteón Real y Condal de Oña, como el rey Sancho III de Pamplona o Sancho II de Castilla, cuyos restos fueron traídos hasta aquí por el propio Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid Campeador) por expreso deseo del monarca, momento este en el que el abad pronunció aquella célebre frase: “que buen vasallo si hubiera buen señor”.

Uno de los grandes monumentos, protagonistas de la historia de Oña y privilegiado escenario de la representación, es la iglesia abacial del Monasterio de San Salvador, aunque la teatralización se inicia en las calles de Oña y en la escalita que da acceso al templo.

Precisamente este compromiso de las gentes y el esfuerzo interpretativo de los actores, unido al magnífico patrimonio monumental y a la narración histórica son la combinación perfecta para calificar a El Cronicón de Oña como un evento cultural de máxima importancia y que le ha servido para recibir diferentes reconocimientos como el premio “Martinillos de Oro Valores Culturales”, “Amigos del Teatro de Valladolid” en el año 2006, el premio “Valores Culturales Canal 4 Televisión” en 2008 o el premio “Serondaya a la Innovación Cultural” en 2016, además de la antes mencionada declaración de Fiesta de Interés Regional.
También es innegable la influencia que han tenido sus más de tres décadas de recorrido escénico en el panorama cultural español hasta convertirse en espejo en el que hoy se miran otros lugares a la hora de ejecutar iniciativas de este tipo, pues la proliferación de estas recreaciones históricas, se debe en gran medida al carácter pionero de El Cronicón de Oña.
Las recreaciones históricas en el interior de la iglesia abacial del Monasterio de San Salvador tendrán lugar del 14 al 18 de agosto a las 22:00 horas, mientras que la escena previa en la escalinata del templo se iniciará a las 21:30 horas. Las entradas se pueden adquirir en la web www.elcronicondeona.com y en el teléfono de taquilla 947 300 477.
