Propuestas para este verano en la “costa” berciana
18 julio, 2019 (12:23:51)Cuando visitamos El Bierzo descubrimos una comarca con una dilatada historia, un rico y variado patrimonio monumental, una deliciosa gastronomía y unos excelentes vinos. Pero El Bierzo también es naturaleza de bellos y sugerentes valles vertebrados por ríos jóvenes que han sido aprovechados para la instalación de playas fluviales, haciendo más llevaderos los calores estivales.
Numerosas son las instalaciones de este tipo que salpican la geografía berciana. Zonas de baño con aguas limpias, frescas y cristalinas, situadas muy cerca, o dentro de los cascos urbanos, pero todas ellas en un entorno natural privilegiado que hacen de El Bierzo un referente en este ámbito.
Junto al puente romano de Vega de Espinareda, situada en la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses, se encuentra una de las zonas de baño más grande de El Bierzo y reclamo turístico durante los meses de verano. Construida a mediados de los años 70 presenta un entorno espectacular que se completa con el antiguo molino, actualmente restaurado y convertido en restaurante con una fantástica terraza junto al río.
En la Campa de Fasgar, muy cerca Colinas del Campo de Martín Moro Toledano y a más de 2.000 metros de altitud, se encuentra el nacimiento del río Boeza que desemboca en el Sil en Ponferrada. De sus aguas se aprovechan las localidades de Igueña y La Ribera de Folgoso para ofrecernos dos maravillosas playas fluviales.
Igueña, municipio de montaña perteneciente a El Bierzo Alto, tiene en pleno casco urbano una envidiable zona de baño tanto por el enclave donde se encuentra como por la calidad de sus cristalinas aguas. Construida en el año 2009 cuenta entre sus instalaciones con un restaurante.
Afluente del río Sil, el Burbia nace a 1.004 metros de altitud en las estribaciones de Peña Cuiña. Situado su nacimiento en la localidad de Vega de Espinareda, se encuentra dentro del área protegida conocida como Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses. En su camino hasta desembocar en el río Sil pasa por diferentes localidades como Villafranca del Bierzo, Corullón y Toral de los Vados que se nutren de sus aguas para regalarnos tres atractivas playas fluviales.
El río Burbia forma, a su paso por Villafranca del Bierzo, una fantástica zona de baño de aguas cristalinas y un poco frías, acondicionada con una cuidada zona de césped, unos márgenes cubiertos de hormigón y un agradable paseo paralelo al río, además de contar con un amplio aparcamiento. Y siguiendo su curso se nos abren de muchas rutas de senderismo que discurren entre bosques de ribera. Villafranca del Bierzo, conocida como la “Pequeña Compostela” es uno de los lugares más emblemáticos del Camino de Santiago y goza de una gran riqueza histórica y patrimonial.
Toral de los Vados acoge una de las playas fluviales más conocidas de la comarca y probablemente la que más servicios ofrece. Un lago artificial que se llena con las aguas del río, un merendero y una cafetería, pistas de voley-playa y mesas de ping pong, además de una piscina climatizada, sauna, restaurante y una amplio aparcamiento con capacidad para 80 vehículos. Estamos sin duda alguna ante una espectacular zona de recreo en la ribera del Burbia que se completa con merendero de mesas y bancos de piedra, servicio de cafetería, duchas y aseos, un circuito de tren de cinco pulgadas para los más pequeños y totalmente gratuito y un completo y moderno albergue municipal en un gran bungalow de madera que se integra totalmente con el paisaje.
En el mismo centro de la localidad encontramos la playa fluvial que presenta unas instalaciones muy cuidadas. Lugar muy concurrido durante los meses de verano en el que se llevan a cabo diferentes actividades culturales como el “Reggaeboa”, festival que cada año reúne a números amantes de este estilo musical y a público en general que busca es pasárselo bien.
La playa fluvial de San Facundo es el único caso de todas las zonas de baño de El Bierzo en que sus aguas no provienen de un río, en este caso en concreto es el Arroyo del Rial el que suministra el caudal necesario para dar forma a esta bella playa fluvial. Situada a la entrada del pueblo, presenta unas aguas limpias y cristalinas, además de un cuidado césped y un restaurante-bar con una magnífica terraza de verano.
En el municipio lucense de Folgoso do Courel, cerca de la cima del monte Formigueiros y a 1.500 metros de altitud tiene su nacimiento el río Selmo y se adentra en la comarca berciana por los municipios de Oencia y Sobrado hasta su desembocadura en el Sil muy cerca de La Barosa. A su paso por el municipio de Sobrado forma dos magníficas playas fluviales. Denominador común de la mayor parte de los ríos bercianos son sus limpias aguas, y en Sobrado no iba a ser una excepción. Se trata de una pequeña playa pero cargada de encanto debido a los abruptos y hermosos paisajes que la rodean. Tierra ésta de castaños y deliciosas truchas que se pueden degustar en el restaurante situado junto a la zona de baño.
Río Selmo abajo y muy cerca de la desembocadura se encuentra la segunda playa fluvial, la de Friera. Playa de frescas y nítidas aguas, de reducidas dimensiones pero muy agradable y con un entorno impoluto que invita a realizar diferentes excursiones.
En El Pozo o Lago de Cuiña, muy cerca de la cumbre del Pico Cuiña y a casi 2.000 metros de altitud nace el río Ancares. Con veinte kilómetros de longitud llega al final de su viaje en la localidad de San Pedro de Olleros, donde incorpora sus aguas al río Cúa. A su paso por San Martín de Moreda, en el municipio de Vega de Espinareda, forma una pequeña pero a la vez tranquila playa fluvial ideal para aquellos que buscan más privacidad. Cuenta con una amplia zona verde que nos ofrece unas maravillosas vistas de las espectaculares montañas de El Bierzo y de las que podemos disfrutar mientras nos damos un refrescante baño.
El río Valcarce nace como arroyo de Lamas en el puerto lucense de Piedrafita de Cebreiro, a más de 1.200 metros de altitud. Desde su nacimiento hasta que vierte sus aguas al Burbía en Vilafranca del Bierzo recorre un total de 30 kilómetros en los que va sembrando la orografía berciana de hermosos rincones.
Una de las playas fluviales más antiguas de El Bierzo es la del pueblo jacobeo de Trabadelo, que dispone de amplias zonas verdes a ambos lados del río y altos árboles que proporcionan una refrescante sombra, todo ello completado con un bar que ofrece los servicios necesarios.
El Lago de Carucedo, vestigio de las explotaciones auríferas romanas que se llevaron a cabo en toda esta zona y formado por las aguas utilizadas en la actividad minera, tiene cuatro kilómetros de perímetro y dispone de una gran playa fluvial de aguas templadas, una amplia pradera, un merendero y zonas diseñadas para la práctica de actividades deportivas, convirtiéndolo en el sitio ideal para el disfrute de familias con niños. Es además Espacio Natural Protegido como Reserva Ornitológica, por lo que abundan diferentes especies de aves.