Turismo sostenible: de la retórica a la responsabilidad

Un año más, el Foro Fiturtech ha reunido a importantes expertos del sector turístico en el ámbito de FITUR. Entre sus diferentes paneles -hotel, destino, futuro, negocio y sostenibilidad-, la edición actual ha destacado el dedicado a la sostenibilidad, #techYsotenibilidad, donde se ha recogido la herencia del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo declarado por Naciones Unidas, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) en un contexto turístico.

El jueves 18 de enero tuvo lugar el foro sobre “Inspiración: estimulando el turismo responsable”. La conferencia inaugural estuvo a cargo de Ostelea, School of Tourism and Hopitality. Con el título “Turismo y Responsabilidad”, se repasaron las principales características que diferentes organizaciones y estudios establecen para clasificar al turista responsable y, así, posteriormente argumentar la necesidad de redefinir esta tipificación en base a su análisis contextualizado.

Siguiendo las ideas expuestas en la conferencia, las llamadas “nuevas formas de turismo” aparecen con fuerza en los primeros años de la década de 1990: turismo responsable, sostenible, verde, comunitario, de aventura, ecoturismo, agroturismo, etc. A nivel general, pueden caracterizarse por constituir productos alternativos al turismo convencional. Estos tipos son herederos de la repercusión social del paradigma de la sostenibilidad de los años 60, su acomodación en los discursos turísticos y su asunción por parte de la ciudadanía.

Aparentemente regidos por criterios de responsabilidad, la proliferación de turistas concienciados y su rentabilidad económica y turística, pone el foco de atención en las repercusiones intrínsecas al turismo. Diferentes modelos teóricos han aparecido desde entonces con el objetivo de comprender los efectos del turismo sobre la sociedad y el territorio y la manera de potenciar su eficacia socioecológica.

Los intentos de definir al turista ideal -‘responsable’, ‘de calidad’- han variado en paralelo a la retórica de la sostenibilidad como una herramienta clave en la rentabilización turística de los territorios y como manera ideal de mantenerse en vigor en el tiempo.

En la conferencia se destacó que estos perfiles, en la mayoría de los casos, carecen de sentido respecto a su funcionalidad. Esto es así por el carácter políticamente correcto que implica el concepto de sostenibilidad. Además, la sostenibilidad en abstracto no está necesariamente vinculada al concepto de responsabilidad, en tanto que son cuestiones que cobran sentido en base a su contexto.

Los modelos de análisis del desarrollo turístico de G.V. Doxey, R.W. Butler o las recientes clasificaciones de diversas organizaciones pueden servir para establecer señales de alarma ante determinadas circunstancias generales que apunten al deterioro de los destinos. Sin embargo, estos instrumentos se apoyan en descriptores basados en datos apriorísticos inducidos. El reto se encuentra en establecer modelos operativos que puedan mostrar indicadores deducidos y contextualizados capaces de generar escenarios futuros, que sirvan como herramienta aplicable a una gestión orientada a la sostenibilidad y a un turismo responsable con la naturaleza y la sociedad.