Cinco museos donde puedes ver las obras de arte que les fueron robadas
25 febrero, 2020 (09:22:34)El mundo del arte, y en especial los museos, se han visto sacudidos a lo largo de la historia por robos de cuadros, joyas y antigüedades. Sin ir más lejos, el Palacio Real de Dresde (Alemania) fue asaltado el pasado año por unos ladrones que se llevaron un botín de diamantes valorado en 1.000 millones de euros. Y, hace unos meses, cinco españoles fueron arrestados en Francia acusados de planear un robo en el castillo de Fontainebleau.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo los amigos de lo ajeno han puesto a menudo el foco en los museos para hacerse con piezas de incalculable valor. No obstante, y aunque aún hay piezas que no se han encontrado, otras muchas sí han sido recuperadas y continúan expuestas en los mismos museos donde fueron robados.
A continuación Musement, plataforma de reserva de actividades en destino, recoge algunos museos en los que podemos admirar las obras de arte que les robaron en el pasado:
Museo del Louvre (París), el cuadro más famoso del mundo: La Mona Lisa. Uno de los museos más importantes del mundo sufrió, como no podría ser de otra manera, el robo de uno de los cuadros más famosos de la historia: La Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci. El 21 de agosto de 1911, Vincenzo Peruggia entró en el Louvre y robó la pieza, que no fue echada de menos por el museo hasta dos días después. El cuadro se pasó dos años en un armario, hasta que el ladrón intentó venderla a un anticuario italiano y fue pillado por la policía. Actualmente, La Mona Lisa está expuesta en el museo, aunque cuenta con increíbles medidas de seguridad.
Museo de Historia del Arte de Viena, el salero de Francisco I de Francia. Tres años tardó en recuperarse este salero de 26 centímetros, creado entre 1540 y 1543 por orden del rey Francisco I de Francia. Fue robado en 2003 y la pieza, obra de Benvenuto Cellini considerada como ‘La Mona Lisa de la escultura’, se encontró en 2006 dentro de una caja de plomo enterrada en un bosque. Hoy en día, los visitantes pueden admirar el salero que vuelve a estar expuesto en el museo.
Museo Van Gogh (Ámsterdam), Los Girasoles. El museo más famoso de Ámsterdam ha sido asaltado dos veces. La primera vez los ladrones se llevaron 20 cuadros, entre los que se encontraba una de las pinturas más reconocidas de Van Gogh: Los Girasoles. Sin embargo, el robo no tuvo éxito pues las piezas se encontraron en apenas media hora dentro de un vehículo aparcado a 3 kilómetros del museo. Años más tarde, en 2002, el museo sufrió otro robo en el que se llevaron dos obras del artista que fueron recuperadas en 2016: Vista de la playa de Scheveningen y Salida de la iglesia de Nuenen. Hoy en día, podemos seguir admirando todas estas pinturas en el museo.
Museo Bührle (Zúrich), arte impresionista y postimpresionista. En 2008, varios ladrones robaron cuatro obras valoradas en 113 millones de euros: Niño con chaleco rojo de Cézanne, El Vizconde Lepic con sus hijas de Degas, Amapolas cerca de Vétheuil de Monet, y Ramas de castaño en flor de Van Gogh. Dos de las piezas se encontraron días más tarde en un aparcamiento mientras que el resto se recuperó en 2012. Actualmente, podemos disfrutar de estas obras en el mismo museo en el que se robaron.
Museo de Arte Moderno (Estocolmo), ‘Le Jardin’. 25 años tardó en recuperarse esta obra de Matisse que fue robada el 11 de mayo de 1987. Esa noche un ladrón se coló en el museo y robo únicamente esta pieza. Había pasado tanto tiempo que el museo había perdido la esperanza de encontrar la obra pero ahora ya puede ser admirada por sus visitantes.
Han sido muchas las obras de arte robadas en museos como, por ejemplo, el Duque de Wellington de Goya en la National Gallery de Londres, Cabeza de Mujer de Picasso en la Galería Nacional de Atenas o La Lectora en Blanco y Negro de Matisse en el Museo Kunsthal de Rotterdam. E incluso algunas piezas han sido sustraídas varias veces como El grito de Munch de la Galería Nacional de Oslo.
Otras obras puede que no sean recuperadas como la segunda moneda de oro más grande del mundo robada en 2017 en el Museo Bode (Berlín). Para sustraer la pieza que pesaba 100 kilos, medía medio diámetro y estaba valorada en casi 4 millones de euros, los ladrones usaron tan solo una escalera de mano, un hacha, un monopatín y una cuerda. La policía tardó unos meses en detener a los supuestos ladrones pero lamentablemente no esperan recuperar la moneda pues piensan que fue fundida para vender el oro.